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Lisboa, capital de Portugal, es el destino perfecto para una escapada en cualquier época del año. Su clima agradable, su unión de lo antiguo con lo moderno, su gastronomía, su gente y su pasado histórico hacen de Lisboa un enclave perfecto para disfrutar con toda la familia.
Hay lugares imprescindibles en Lisboa, esos lugares que no debes perderte, que forman parte del paisaje y que son de un gran valor patrimonial:
El Castillo de San Jorge
El Castillo de San Jorge, conocido anteriormente como el Castelo dos Mouros, fue construido en el siglo VI y está situado en la colina más alta del barrio de Alfama.
El castillo conserva a día de hoy 11 torres, destacando la Torre del Homenaje por ser la más alta y la Torre de Ulises desde la cual se puede admirar una panorámica de 360 grados de la ciudad gracias a la “cámara oscura” un periscopio inventado por Leonardo Da Vinci. Y no te olvides de pasear por el Barrio de Santa Cruz do Castelo, que rodea al Castillo con sus casas llenas de flores.
La Torre de Belem
La Torre de Belem es sin duda uno de los símbolos de la capital lusa. Construida originalmente como estructura defensiva en el siglo XVI, también ha servido como faro y como centro de recaudación de impuestos aduaneros.
La Torre de Belém está situada en la desembocadura del río Tajo y es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco.
Elevador de Santa Justa
Con 45 metros de altura, el Elevador de Santa Justa, conocido como Elevador do Carmo en sus orígenes, conecta la Baixa con el barrio del Chiado. Este ascensor neogótico con estructura de hierro fue construido por el ingeniero Raoul Mesnier de Ponsard. Una vez que subes en uno de los dos ascensores revestidos de madera podrás acceder a una espectacular con unas increíbles vistas del río y de toda la Baixa, la Plaza de Rossio, la Plaza del Comercio y el Castillo de San Jorge.
Monasterio de los Jerónimos
El Monasterio de los Jerónimos de Lisboa fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1983. Ubicado en el Barrio de Belém es uno de los principales ejemplos de la arquitectura manuelina de Lisboa. Con una fachada de más de 300 metros cuenta con una impresionante iglesia y un hermoso claustro. Una de las alas del monasterio alberga el Museo Nacional de Arqueología.
Convento do Carmo
El Convento do Carmo Se encuentra situado en el barrio Alto de la ciudad y alberga en su interior un pequeño Museo Arqueológico. Fue el templo gótico más importante de Lisboa hasta que en 1775, el terrible terremoto que asoló la ciudad derribó el tejado y así es como se conserva en la actualidad.
Hablar de música tradicional portuguesa es hablar de fado y hablar de Fado es hablar del barrio de Alfama. El fado portugués evoca conceptos como la melancolía, la tristeza o el más autóctono portugués e intraducible de saudade. Recorre cualquiera de estos locales y déjate embriagar por el espíritu portugués.