¿Por qué viajar de luna de miel a Isla Mauricio, este pequeño paraíso tropical? Hay muchas razones. La primera es muy sencilla: tiene unas playas de escándalo. Cuando pises su arena, vas a pensar que estás en un anuncio. Son interminables, de arena blanca y fina y aguas turquesas. Verás pasar las horas con una serenidad envidiable a la sombra de las palmeras.  

Pero si eres de los que prefiere un poco de acción, no debes preocuparte. Sus aguas son perfectas para la práctica de todo tipo de actividades náuticas como el surf, el windsurf o el kite surf. Los buceadores también tienen su espacio: sus arrecifes son ideales para practicar snorkel. Y no todo es playa en Mauricio, tienes rutas de senderismo que te llevarán a los lugares más singulares de la isla. Puedes ascender el monte más importante del país, el Morne Bravant, echar un vistazo al cráter Trou aux Cerfs o alucinar con la Cascada de Chamarel y Tierra de los Siete Colores.

A medio camino, están lugares donde relajarte con un bucólico paseo. El Jardín botánico de Pamplemousses tiene especies muy particulares, como unos nenúfares gigantes o exquisitas flores de loto. Es el lugar para hacerse una foto llena de encanto. Otro paseo que no puede faltar en tu agenda es el mercado de Flacq, el más destacado de la isla.   

Un paraíso de espectaculares playas con aguas cristalinas y vestigio del colonialismo es uno de los lugares más maravillosos para tu viaje de novios.

¡Vive Isla Mauricio!