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Rodeada por los imponentes paisajes del río Limmat y los picos de los Alpes, Zúrich es uno de los principales destinos turísticos de Suiza. Razones no faltan, teniendo en cuenta sus elegantes tiendas, sus renombrados museos y su rica oferta de ocio y cultura.

Elegancia y Glamour

Zúrich es una ciudad de calles estrechas que esconden sorpresas en cada esquina. Las torres góticas del Grossmünster despuntan del laberinto del centro histórico queriendo rasgar el cielo. Igual de imponente resulta el reloj de la Iglesia medieval de San Pedro (Peterskirche), el mayor de Europa. La Iglesia Fraumünster alberga otro de los preciados tesoros de Zúrich: sus magníficas vidrieras decoradas por Marc Chagall.

Los museos de Zúrich destacan por el valor de su patrimonio artístico. El Museo de Bellas Artes, uno de los más importantes de Europa, atesora obras de Picasso, Cézanne, Degas y Monet, pero si prefieres museos menos convencionales puedes admirar las más de 1.200 figuras del Museo del Juguete o los centenarios aparatos de relojería del Museo del Reloj de Zúrich.

Zúrich es también la meca de las compras de Suiza. Ya sea en las joyerías de Tiffany, en las tiendas de las grandes marcas de Grieder les Boutiques o en Sprüngli, donde se elaboran los chocolates más famosos del mundo, Zúrich es una tentación constante. Para disfrutar de la naturaleza, piérdete entre las más de 15.000 especies del Jardín Botánico o los más de 2.220 animales del Jardín Zoológico, uno de los más renombrados de Europa.

Magia y Seducción

Las noches de Zúrich ofrecen opciones para todos los gustos: espacios elegantes como el Teatro de la Ópera, seductores como el Barrio Rojo y alternativos como los animados clubes de la ribera del río.