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Situada en una de las bahías más bellas del mundo, Santander te invita a disfrutar de los placeres de una ciudad tan cosmopolita como serena y tan urbana como natural. De día y de noche, Santander sabrá conquistarte con sus muelles, elegantes palacios de la belle époque y los sabores del puerto.

Mucho Mar

La Bahía de Santander te sorprenderá por su diversidad natural y arquitectónica. Desde las playas o el Paseo Marítimo divisarás el cambiante paisaje urbano de Santander, donde se conjugan las más modernas construcciones con testimonios de su pasado y sitios teñidos de leyenda, como la Isla de los Ratones o la Isla de la Horadada.

De paseo por el centro de Santander, también tendrás ocasión de visitar lugares que esconden sorpresas. La sobriedad de la fachada gótica de la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción no delata la explosión del verde y los juegos de luces de su patio central. En el Paseo Pereda, una lujosa terraza que se abre al Cantábrico, encontrarás el singularísimo conjunto escultórico de Los Raqueros: tres niños de bronce que miran al mar y un cuarto que se lanza al agua en busca de una moneda.

Los amantes del arte pueden disfrutar de las colecciones del Museo de Bellas Artes, la principal pinacoteca de la región, mientras que las almas marineras no pueden faltar al Museo Marítimo del Cantábrico, dueño de uno de los fondos museográficos sobre el mar más importantes de España.

Santander de Fiesta

En el puerto pesquero y las playas de La Sardina y La Magdalena se vive un espíritu de fiesta durante todo el año. Al anochecer, se encienden las luces del Gran Casino y de las terrazas que miran al mar, para asegurar veladas inolvidables.