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Hospitalaria por naturaleza, la Capital de la Comunidad Autónoma de la Rioja es una ciudad de brazos abiertos con aires medievales, animadas fiestas y tentadores vinos. Logroño sabrá conquistarse con sus imponentes murallas, puentes y callejuelas antiguas que no desdeñan los lujos contemporáneos.

Una Ciudad de Brazos Abiertos

La Puerta del Camino, enmarcada por las antiguas Murallas del Revellín, es el preludio de los tesoros del centro de Logroño. Perdiéndote entre sus calles descubrirás rincones medievales llenos de poesía y antiguas tiendas que rinden honor a la Primera Ciudad Comercial de España. Cuando cae la noche, las torres gemelas de la Concatedral de Santa María de la Redonda y los siete arcos iluminados del Puente de Piedra son los protagonistas de un escenario mágico donde el tiempo parece haberse detenido.

Logroño ofrece una amplia gama de actividades para todos los estilos de viajeros. Si eres un amante del arte, visita el Museo de La Rioja o el Museo Würth, donde encontrarás una fascinante colección de más de 11.000 obras de arte contemporáneo. Pero si quieres viajar en el tiempo, adéntrate en las ruinas beronas de Vareia, vestigios de un asentamiento del Paleolítico.

La Gran Vía y el Paseo de las Cien Tiendas son los lugares ideales para ir de compras y tentarse a la hora del aperitivo. Si quieres reponer energías, nada mejor que disfrutar de placenteras caminatas entre los árboles centenarios del Parque del Carmen o el Parque del Ebro.

Noches de Fiesta en Logroño

Logroño te invita a una noche de pinchos y vinos riojanos en la calle Laurel, a los espectáculos del Teatro Bretón de los Herreros o a recibir el día en los bares y discotecas de las calles Mayor y Marqués de San Nicolás.