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La Capital de Europa tiene un corazón antiguo: la Ilot Sacré, un enjambre de callejuelas que guardan la memoria de la antigua Bruselas. En contraste, el Barrio Europeo muestra los quehaceres modernos de la metrópolis como sede de las instituciones paneuropeas.

Espíritu Antiguo Vestido de Modernidad

El barrio de la Ilot Sacré, defendido del avance de la modernización urbana de los años ’50, es el más antiguo de la ciudad, pero también uno de los más animados. La Rue des Bouchers, una encantadora calle peatonal plagada de bares y tascas tradicionales, destaca por su vivacidad. Desde allí podrás visitar los grandes atractivos monumentales como el Palacio Real y la emblemática Grand Place.

Bruselas posee un importante patrimonio artístico, conservado en gran parte en el complejo de los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, que incluye al Museo de Arte Antiguo, el Museo de Arte Moderno, el Museo Constantin Meunier y el Museo Antoine Wiertz.

Pero Bruselas no solo posee joyas artísticas y arquitectónicas, de hecho es una de las ciudades con más kilómetros de espacios verdes por habitante del planeta. En las cercanías del centro de Bruselas podrás disfrutar del Parque de Bruselas y los pacíficos Bois de la Cambre. El Anillo Verde de Bruselas comprende más de 60 kilómetros de senderos naturales.

Bruselas Cosmopolita

Bruselas ha sabido conjugar a la perfección la cultura flamenca y la francesa. Después de su nombramiento como sede administrativa de la Unión Europea, luce aún más cosmopolita. Por eso encontrarás una amplia oferta de restaurantes de alta gama donde disfrutar de los sabores del mar y, por supuesto, saborear sus fantásticos chocolates.