Villa Borghese

Conocido como el “Jardín de Roma”, es uno de los parques más emblemáticos de la capital, así como el tercero más grande. Haciendo mención en el nombre a sus antiguos propietarios, la Familia Borghese, abrió sus puertas al público en 1903, tras ser adquirido por el Estado. Desde entonces se ha convertido en una parada imprescindible para todos los turistas y, a su vez, uno de los lugares más queridos por los propios romanos. Como buen oasis verde, sus jardines están siempre llenos de gente disfrutando de un merecido descanso, despejándose del alboroto de la ciudad, o simplemente de picnic cuando el tiempo acompaña.

Situado en pleno centro de la ciudad, se diseñó según el estilo de los jardines ingleses. Por ello, en su interior encontramos gran cantidad de árboles frondosos, estanques con embarcaderos, y edificios de porte clásico. El parque es el lugar idóneo para hacer deporte; además de correr al aire libre, también se puede recorrer en patines o bicicleta. Y no es necesario que viajes con ellos, porque los puedes alquilar en las entradas principales.

Villa Borghese se diferencia del resto de parques romanos por la infinidad de museos que alberga en su interior. Sin duda destaca la Galería Borghese, uno de los más importantes de la capital italiana, donde se pueden admirar pinturas de artistas como Rafael, Tiziano o Caravaggio, entre otros muchos. Otros de los más conocidos son la Galería de Arte Moderno o el peculiar Museo Etrusco.

Además de recrearse en sus museos, quienes visitan este parque pueden disfrutar también del Teatro Globe, una copia del Teatro Shakespeare’s Globe en Londres, y que durante la temporada de verano ofrece una variada cartelera para sus espectadores. Los amantes del cine también tienen un rincón exclusivamente para ellos, la Casa del Cine. Y si prefieres ver animales, el Biparco es el lugar perfecto, un zoo con una gran variedad de especies. Aquí también podrás encontrar una importante colección de plantas exóticas.

En tu recorrido por Villa Borghese podrás admirar diferentes estatuas, algunas de ellas dedicadas a personajes tan famosos como Víctor Hugo, e infinidad de jardines distintos. Uno de los más destacados, situado justo en el centro del parque, es el llamado Jardín del Lago; junto al estanque artificial que le da nombre hay un templo jónico dedicado Esculapio, el Dios de la medicina.  

Pero quizás uno de los rincones más curiosos de este parque sea el Reloj de Agua de Pincio, el único situado en un jardín público de Italia que funciona gracias al agua de la parte inferior. Su estructura en forma de árbol, sus manecillas en estilo floral y su ubicación, en una pequeña torre en medio de un estanque con detalles en madera, hace que parezca el interior de un bosque.

Para los más aventureros, Villa Borghese ofrece a sus visitantes una manera única de conocerlo: un globo aerostático con ascensos cada veinte minutos. Desde las alturas podrá observar toda la extensión del parque y sus jardines, y disfrutar de unas magníficas vistas de la ciudad.

- Villa Borghese (Piazzale Napoleone, 1)

En metro, estación “Piazza di Spagna” (línea A). En bus, líneas 49, 88, 95, 490 y 495.