Plaza España

La Piazza de Spagna es, sin duda, uno de los lugares más especiales que encontramos cuando viajamos a Roma. Su espectacular escalinata se ha convertido en lugar de encuentro para residentes y visitantes, además de perfecto escenario en no pocas películas, y le da a la Ciudad Eterna un aire teatral en horas altas y bajas.

Durante los siglos XVIII y XIX, la Plaza de España fue lugar de reunión para diferentes artistas, escritores y bohemios locales. Ya en el siglo XX, quedó inmortalizada en el cine con películas como “Ladrón de bicicletas” (1948), “Vacaciones en Roma” (1953) y “El talento de Mr. Ripley” (1999), entre otras, otorgándole aún más fama si cabe. Hoy en día es uno de los lugares más visitados de la ciudad, convirtiéndose en punto de descanso entre tanto paseo.

La plaza destaca principalmente por su espectacular escalinata, del siglo XVIII. Construida por Alessandro Specchi y Francesco de Sanctis para unir ambos extremos de una colina, cuenta con 135 peldaños que salvan el desnivel de 34 metros existente en la misma. Está decorada con numerosas terrazas-jardines que tienen especial belleza en los meses de primavera, cuando la plaza se llena de flores y colores. Cuando ascendemos por ella y alcanzamos el último escalón nos topamos con el Obelisco Salustiano, de 30 metros de altura, mandado a construir por el Papa Pío VI.

En la plaza destaca igualmente la Embajada Española, que se ubica en el Palacio Monaldeschi desde el siglo XVII, época, en la que se estableció la que se considera por muchos la primera misión diplomática permanente del mundo: la española en los Estados Pontificios.

La célebre escultura que corona la plaza es conocida como Fontana della Barcaccia. Creación de Pietro Bernini, se terminó de construir en 1625 con la ayuda de su hijo Gian Lorenzo. Debe su nombre a su semejanza con un barco naufragado, y tiene una peculiaridad: debido al desnivel de la plaza, la presión del agua que llegaba desde el Acueducto dell’acqua Vergine era muy baja; por ello tuvieron que ingeniar una fuente sin ningún grifo, sino un vaso ligeramente por debajo del nivel de la plaza sobre el que había pequeños chorros de agua potable. Su ornamentación se completa con soles y abejas, símbolos de la familia Papal de los Barberini.

El último elemento destacado de esa plaza lo conforma la iglesia que encontramos en el lado opuesto a la Embajada Española, justo cuando coronamos la escalinata. La Iglesia de la Trinità dei Monti, de estilo gótico-renacentista, fue levantada en los primeros años del siglo XVI. A mediados de siglo, se construyó un edificio anexo con dos campanarios y un reloj en cada uno de ellos: el primero da la hora de Roma, mientras que el segundo da la de París en agradecimiento a Carlos VI, el monarca francés que encargó la construcción de la iglesia.

Esta plaza, ubicada en una zona estratégica y céntrica de la ciudad, es una de las zonas de moda más conocidas. Cabe destacar que durante el mes de julio tiene lugar el desfile “Sotto le Stelle“, en el que las modelos lucen las creaciones de modistos de renombre internacional.  

Plaza de España (Piazza di Spagna)

En metro, estación “Spagna” (línea A).