Notre Dame

Dedicada a la Vírgen María, esta imponente iglesia gótica se encuentra ubicada en la Ile de la Cité. La catedral de Note Dame es también conocida con el nombre de Nuestra Señora de París. Y cualquiera que visite la ciudad, no puede irse sin antes visitar dicho icónico monumento.

Sus obras comenzaron en el año 1163-por insistencia del arzobispo Maurice de Sully-, y terminaron en 1345. Su creación en estilo gótico demuestra el gran resurgimiento de la ciudad, tanto a nivel económico como político. El lugar en que está situada, no podía tener más tradición religiosa, ya que en la Ile de la Cité, fue el lugar en que los celtas celebraban sus diferentes cultos, y posteriormente los romanos erigieron un templo en honor a Júpiter. Asimismo, fue el primer lugar en el que existió la primera iglesia de París, la Basílica de Saint-Etienne.

Aunque no es el templo más grande de la capital parisina, su forma y belleza, la hace única. Su arquitectura original fue modificada en los siglos posteriores, pero el edificio presenta un aspecto de unidad, lo que ayuda a visualizar todo el edificio de un solo vistazo. En la fachada principal se levantan dos torres macizas, un triple pórtico, un friso con esculturas y un gran rosetón, que corona la puerta principal. El interior de la catedral tiene, ni más ni menos que 35 metros de altura. Sus dimensiones alcanzan los 130 metros de largo por 48 metros de ancho y una altura total de 69 metros. ¡Alcanzar las torres te costará 387 escalones!

No fue hasta el año 1965, y gracias a unas excavaciones, que se encontraron catacumbas de la época romana, así como habitaciones medievales. ¡Hoy visitables!

Siempre ha sido lugar relevante para acontecimientos históricos; por ejemplo, aquí tuvo lugar la coronación de Enrique VI, en 1431; la boda de María de Escocia en 1558; la coronación de Napoléon y su esposa Josefina, en 1804; o la canonización de Juana de Arco en el año 1920.

Con el devenir de los años, sufrió deterioros y destrozos. Los más importantes tuvieron lugar durante la Revolución Francesa, causando grandes daños a la imaginería religiosa. Y en la Segunda Guerra Mundial, en la que se destruyeron vidrieras, las cuales fueron rehechas siguiendo un modelo geométrico, en lugar de las escenas de la Biblia que convivían anteriormente. Por eso mismo, fue objeto de numerosas modificaciones, destacando por encima de todas, las de Eugene Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste Lassus en la época románica. Duró 23 años y se añadieron, gabletes en las ventanas, piedras nuevas, capillas interiores, altares, estatuas, un rosetón y las conocidas gárgolas.

Seguramente hayas oído hablar de este monumento por la obra que escribió Víctor Hugo en 1831 (“Nuestra Señora de París”), en la que se narra la historia de Quasimodo, el jorobado que se enamora de la bella gitana Esmeralda. Y cuyo argumento transcurre en la catedral de Notre Dame, lo que permitió a muchos descubrir la obra de una manera diferente.

Notre Dame es, sin duda un lugar de recogimiento y de oración, pero también es lugar de grandes acontecimientos para la comunidad francesa. Su imponente edificación, sus gárgolas y sus campanas representan uno de los epicentros más grandes del turismo de París.

En metro: Cité, línea 4;

En bus: 21, 38, 47, 85, 96;

RER: Saint-Michel - Notre-Dame (líneas B y C).