El Madrid más festivo

Quizás todo empezara con la famosa “Movida Madrileña” a principios de los 80. Quizás fuera el despertar festivo tras una larga y oscura etapa. Quizás sea una consecuencia lógica del carácter abierto y acogedor de los madrileños (tanto de nacimiento como de adopción). O, simplemente, que el buen tiempo y cenar tarde animan a prolongar la jornada… y acabar con el clásico chocolate con churros con las primeras luces del alba en la Chocolatería de San Ginés - en realidad, vale cualquier sitio donde lo preparen -. La cuestión es que la ciudad tiene una merecida fama de divertida y “fiestera”.

No obstante, no debemos olvidar que hay verbenas populares que tienen siglos de historia, así que también es posible que lo de la fiesta nos venga de lejos.

De zonas de marcha a multitud de obras de teatro, de fiestas de barrios, a verdaderas celebraciones  multitudinarias por la capital. Sean cuales sean tus preferencias, tienen cabida en Madrid.

Más recientemente, dos tipos de eventos se han unido a la oferta lúdica de la capital y congregan a miles y miles de personas: los musicales y las Fiestas del Orgullo

Las zonas de marcha para salir por la noche son numerosas y variadas, tantas como “tribus urbanas” existen en la ciudad: Huertas es de las más conocidas entre los estudiantes de Erasmus y, en general, los turistas, que también se extienden por los alrededores de Sol y la Plaza de Santa Ana; Chueca tiene un marcado ambiente LGTB, pero totalmente “hetero friendly”; Malasaña fue la cuna de La Movida y aún hoy conserva ese carácter alternativo y transgresor, aunque bastante atemperado; en La Latina se mezcla todo tipo de gente, ya que es zona ideal para comenzar la noche en sus numerosos bares donde picar algo; Argüelles y Moncloa quizás ya no sean lo que fueron, pero siguen siendo las preferidas de muchos universitarios - atención a las fiestas en los campus cuando llega la primavera -; también han cambiado mucho Bilbao y Alonso Martínez, aunque siguen siendo una apuesta segura; para ver y ser visto, Torre Europa, la Avenida de Brasil y el Barrio de Salamanca; y el mundo entero en el multicultural Lavapiés.

Si lo tuyo son los decibelios, las luces epilépticas y el baile desenfrenado, toma nota de estas discotecas que siempre están de moda: “Teatro Kapital” (C/ Atocha, 125), “Joy Eslava” (C/ Arenal, 11), “New Garamond” (C/ Ricardo Pino, 14), “Gabana 1800” (C/ Velázquez, 6), y “Ocho y Medio” (C/ Barceló, 11). Si de salsear se trata, “Tropical House” (Plaza de los Mostenses, 11).

Los amantes del 7º Arte disponen de numerosas salas de cine en las que disfrutar de los últimos estrenos en tecnología digital o 3D, pero también de grandes clásicos de todos los tiempos - por ejemplo, en la sede de la Filmoteca Española, el “Cine Doré” (C/ Santa Isabel, 3) -. Muchas tienen pases en versión original, aunque para estar seguros de “no perderse ningún matiz como sólo el idioma originario de la cinta puede ofrecer” (que dirían los defensores de las V.O.), puedes acudir a los “Cines Ideal” (C/ Doctor Cortezo, 6), los “Cines Princesa” (C/ Princesa, 3), los “Cines Renoir” (C/ Cuesta de San Vicente, 4) y los “Cines Golem” (C/ Martín de los Heros, 14). Desgraciadamente, para disfrutar de la tecnología IMAX tendrás que acudir al Centro Comercial Parquesur en Leganés.

La escena teatral cuenta con numerosos espacios que ofrecen un rico y variado repertorio; desde el teatro clásico de las tablas del Teatro Español o el Teatro de la Zarzuela, a las obras más alternativas de Naves del Matadero, AZarte, Cuarta Pared o La Casa Encendida; desde representaciones para aficionados y nobeles en teatros como el María Guerrero o el Valle-Inclán, a otras de carácter familiar en el Teatro Circo Price o en el Teatro Sanpol; desde danza clásica o contemporánea en el Teatro Real o los Teatros del Canal, a las propuestas más actuales en el Teatro de La Abadía o El Pavón Teatro Kamikaze. Y estos son sólo algunos ejemplos.

A las ya de por sí numerosas propuestas teatrales existentes en Madrid se han unido, desde hace ya algunos años, los musicales. Varios teatros y antiguas salas de cine de la Gran Vía se han acondicionado para este tipo de espectáculos y viven una segunda juventud, hasta el punto de que esta popular calle se ha convertido en un auténtico “Broadway madrileño” en el que se han presentado algunas de las piezas más aclamadas internacionalmente - “La Bella y la Bestia”, “El Fantasma de la Ópera”, “Jesucristo Superstar”, “Los Miserables”, “El Rey León”, “Billy Elliot”,… -, así como producciones “made in Spain”, como “El Hombre de la Mancha” u “Hoy no me puedo levantar”.

Pero en Madrid casi cualquier espacio es proclive a acoger algún evento cultural. Así, los conciertos de los grandes artistas nacionales e internacionales suelen tener lugar en el Wizink Center (antiguo Palacio de los Deportes), en las plazas de toros de Las Ventas o Vistalegre, en discotecas como “La Riviera”, o incluso en los estadios de fútbol de los equipos capitalinos. La música clásica, la zarzuela, la ópera y la danza llegan al gran público en espacios tan especiales como la Plaza Mayor, la Plaza de Oriente, El Retiro, el Templo de Debod, los Jardines de Sabatini, el Jardín Botánico o el Centro Cultural Conde Duque. Y si no hay un espacio adecuado, pues se crea a propósito, como suele hacer “El Circo del Sol” cuando trae alguno de sus espectáculos a la Madrid (algunos de ellos se estrenan a nivel mundial en la ciudad).

Las fiestas de barrio son igualmente divertidas, y muchas tienen un marcado acento castizo, muy madrileño, incluso algo “pueblerino”. Algunas de ellas, como ya mencionamos anteriormente, son celebraciones centenarias.

Las Fiestas de San Isidro Labrador se remontan al siglo XVIII, y se celebran alrededor del 15 de Mayo (día del patrón de la ciudad) en la Pradera de San Isidro. En realidad, se tiene constancia que ya en el siglo XVI la zona era habitualmente utilizada por los madrileños para celebrar meriendas. Lo típico durante estas fiestas es vestirse de chulapo y manola, bailar chotis, disfrutar de las atracciones y la verbena, y degustar las famosas rosquillas del santo (las “listas”, las “tontas”, las de Santa Clara, las “francesas”, “las de la Tía Javiera”,…).

Igualmente castiza es la Verbena de La Paloma, que se celebra desde finales del siglo XVIII en honor a la Virgen de la Paloma en torno al 15 de Agosto en Las Vistillas. Además de los bailes, la degustación de platos típicos madrileños, los chulapos y manolas (a los que se unen chisperos y goyescos) y los mantones de manila, la fiesta cuenta con una procesión de un cuadro de la Virgen que previamente ha sido descendido de su altar en la Iglesia de San Pedro el Real por el Cuerpo de Bomberos de Madrid.

Una tercera celebración castiza, muy similar a las anteriores, es la Verbena de San Antonio de la Florida, que desde principios del siglo XIX se celebra en torno al 13 de Junio (día de este santo) en los alrededores de la Ermita del mismo nombre, que cuenta con unos magníficos frescos pintados por Goya en su interior. Dos curiosas costumbres perduran en estas fiestas: el ritual de los alfileres y el “Pan del Santo”. El primero indica a las mujeres “casaderas” cuántos novios tendrán ese año. El segundo provee de bienes materiales gracias al ahorro.

Quizás no tengan tanta historia y tradición, pero las Fiestas del Carmen en el Distrito de Puente de Vallecas - con su famosa “batalla naval” -, y las Fiestas del Pilar en el barrio del mismo nombre, son igualmente divertidas y multitudinarias. Aunque para multitudinarias, las Fiestas del Orgullo del Barrio de Chueca, que cada año concentran a cientos de miles de personas.