Arquitectura civil y religiosa en Madrid

Una ciudad viva y en constante evolución como Madrid debe estar permanentemente reinventándose. A veces, esto se consigue actualizando el uso de las grandes construcciones que han llegado hasta nuestros días - hay muchos ejemplos en las distintas secciones de esta guía -, pero no siempre basta con eso, y es necesario acometer nuevas obras.

Y, si bien es cierto que la espiritualidad ha sido relegada al ámbito más privado de la sociedad actual, no siempre ha sido así a lo largo de la Historia. De hecho, hubo un tiempo donde era más bien al contrario, y la religión marcaba la vida diaria de un modo u otro. De esa transición ocurrida con el devenir del tiempo nos han llegado también importantes ejemplos.  

 En distintas secciones de esta guía hemos nombrado ya numerosos ejemplos de edificios y obras civiles de gran importancia que han adaptado su uso original con el transcurso de los años, pero hay muchísimos más. Lamentablemente, es imposible nombrarlos todos, aunque sí podemos mencionar algunos de ellos:

- La Casa de las Siete Chimeneas (siglo XVI), en la que tuvo lugar el famoso “Motín de Esquilache”, pasó de ser residencia de una familia de la Corte a sede de distintas entidades bancarias, e incluso un club femenino. Hoy pertenece al Ministerio de Educación y Cultura.

 - Las Escuelas Aguirre, claro exponente del estilo neomudéjar de finales del siglo XIX, abandonaron relativamente pronto su función educativa para convertirse en dependencias municipales. En la actualidad albergan la Casa Árabe y el Instituto Internacional de Estudios Árabes y del Mundo Musulmán (su restaurante es una magnífica opción la disfrutar de la gastronomía árabe).

- El Palacio Longoria, otra de las joyas del modernismo madrileño de principios del siglo XX, fue también residencia familiar y sede de las empresas de un rico financiero. Posteriormente, sirvió también como residencia del Presidente de la Compañía Dental Española, para finalmente convertirse en la sede de la Sociedad General de Autores de España (SGAE).

 - La Plaza de Toros de Las Ventas, la más grande de España y la más importante del mundo, no ha variado su uso primigenio y principal desde que fuera inaugurada en 1931, pero sí ha ampliado horizontes y actualmente también acoge conciertos y otro tipo de eventos.

La vida avanza rápidamente, y se hacen necesarias nuevas dotaciones en la ciudad en distintos ámbitos, como el deportivo o el empresarial. Estos son sólo unos ejemplos de los más recientes:

- Proyectada como una de las instalaciones estrella en las candidaturas presentadas por Madrid a los Juegos Olímpicos de 2012 y 2016, la Caja Mágica es un complejo deportivo diseñado por el famoso arquitecto francés Dominique Perrault. Su principal característica es una cubierta móvil. Aunque concebida para torneos de tenis - aquí se disputa el Masters de Madrid -, también se usa en otro tipo de eventos deportivos, conciertos, etc.

- La multinacional Telefónica construyó su sede corporativa en el Barrio de Las Tablas, conformando el llamado “Distrito Telefónica”, también conocido como “Distrito C (de “comunicaciones”). Se trata de un enorme complejo que ocupa casi 400.000 m², y que es obra del arquitecto español Rafael de La-Hoz. Alberga 13 edificios de oficinas, un centro comercial, un centro médico, sucursales bancarias, cantinas, gimnasio, guardería, farmacia, peluquería,… Una pequeña ciudad para los empleados que trabajan en ella.

Pero la arquitectura residencial también tiene elementos destacados, como las célebres Corralas edificadas desde el siglo XVII y de las que hoy apenas quedan unos pocos ejemplos - destaca la llamada “La Corrala de Sombrerete”, situada entre las calles Sombrerete y Tribulete, y que es Monumento Nacional desde 1977 -. Pero también grandes torres de viviendas como el Edificio Torres Blancas (del arquitecto Sáenz de Oiza), el Edificio Mirador (más información en la sección “El Madrid del siglo XXI”) o el Edificio Vallecas 20 (también conocido como “La Torre Negra” por su color, y que recibió el Premio NAN de Arquitectura en 2010.

Siendo Madrid la capital de un país de hondas raíces religiosas, no es de extrañar que el patrimonio religioso que atesoran sus calles sea de tal magnitud. Además de la Catedral de la Almudena , de la que tienes más información en la sección “El Madrid de los Austrias”, podemos destacar las siguientes iglesias y monasterios:

- La Real Basílica de San Francisco el Grande (siglo XVIII) cuenta con una de las cúpulas más grandes del mundo (33 metros de diámetro). A lo largo de su historia ha sido utilizada como almacén, hospital y panteón de personajes ilustres, entre otros usos. Hasta la conclusión de La Almudena, era considerara la catedral “oficiosa” de Madrid, si bien tal consideración realmente la ostentaba la Colegiata de San Isidro el Real (siglo XVII), donde se guardan los restos del patrón de Madrid y de su esposa, Santa María de la Cabeza.

- La sobria y sencilla fachada de la Iglesia de San Antonio de los Alemanes (siglo XVII) no llama demasiado la atención. Pero cometerás un gran error si no te aventuras a su interior, porque te estarás perdiendo los magníficos frescos de la conocida como “Capilla Sixtina de Madrid”, algunos obra del mismísimo Luca Giordano.

- Igualmente importantes son los frescos de la Ermita de San Antonio de la Florida (siglo XVIII), obra de nada más y nada menos que Francisco de Goya y Lucientes, cuya tumba se encuentra en su interior.

- En plena calle Alcalá, en frente de El Retiro, se levanta la Parroquia de San Manuel y San Benito (siglo XX), la única de estilo neobizantino de la ciudad. Es obra de Fernando Arbós y Tremanti, que también proyectara el Panteón de Hombres Ilustres.

- En la Iglesia de San Ginés de Arlés (siglo XVII) fue bautizado Quevedo, años más tarde contraería matrimonio Lope de Vega con su primera esposa, y se celebraría el funeral de Tomás Luis de Victoria. De sus paredes cuelgan obras de Luca Giordano, El Greco y Alonso Cano, entre otros artistas. Un gran caimán disecado permaneció en el altar de la Capilla de Nuestra Señora del Castillo desde 1522 hasta su desaparición en extrañas circunstancias.

- Si preguntas a cualquier viandante por el Complejo Parroquial de San Andrés, probablemente no sepan indicarte cómo llegar. Pero si mencionas alguno de los edificios que lo componen, probablemente la cosa cambie: la Capilla del Obispo, (siglo XVI), la Iglesia de San Andrés (siglo XVII) y la Capilla de San Isidro (siglo XVII) - no confundirla con la ya mencionada Colegiata de San Isidro -.

- A mediados del siglo XVIII, y temiendo que su suegra (Isabel de Farnesio) la diera de lado en caso de muerte prematura de su marido (el Rey Fernando VI), la Reina Bárbara de Braganza hizo construir el Convento de las Salesas Reales para su retiro. Hoy en día, es el Palacio de Justicia sede del Tribunal Supremo, pero se conserva la Iglesia de Santa Bárbara, en la que están enterrados estos monarcas, unos de los pocos que no lo están en el Panteón del Real Monasterio de El Escorial.

- Sin embargo, Madrid ya contaba desde el siglo XVI con un monasterio donde se recluían, voluntariamente o no, varias féminas de la Casa Real, las Descalzas Reales - oficialmente, Monasterio de Nuestra Señora de la Visitación -. Aunque de una orden de monjas de clausura, alberga un museo con valiosas obras de arte. La misma función tuvo el Real Monasterio de la Encarnación (siglo XVII), en cuyo interior se encuentra un relicario con la sangre de San Pantaleón, que se licua todos los años en su efeméride (el 27 de julio).

- Quizás no tenga el empaque de otros templos, pero la Iglesia de San Antón es sin duda muy especial: Está abierta las 24 horas del día, tiene WiFi gratis y puedes visitarla con tu mascota. Detrás de ello está el Padre Ángel, fundador de la ONG “Mensajeros por la Paz”. Tampoco es espectacular la Basílica de Jesús de Medinaceli, pero alberga una talla muy querida por los madrileños más devotos, el Cristo de Medinaceli. Lo mismo se puede decir de la Parroquia Virgen de la Paloma, donde se encuentra un cuadro “Nuestra Señora de la Soledad” conocido como la “Virgen de la Paloma”, muy venerada en la ciudad.

También existen algunas iglesias que podrían entrar dentro del “ranking de edificios más feos” de la ciudad, como la Parroquia del Buen Suceso, Nuestra Señora del Rosario de Filipinas, la Parroquia de San Eduardo, la Parroquia del Santísimo Sacramento, o Santa María de la Caridad, entre otras.