El Palacio de Westminster o también conocido como The Houses of Parliament, es el símbolo por excelencia de la ciudad de Londres. Situado en el pleno corazón de la urbe, alberga las Cámaras que forman parte del Parlamento de todo el Reino Unido, la de los Lores y la de los Comunes, además de ser Palacio Real desde el año 1512.
El Palacio de Westminster no siempre tuvo la apariencia por la que le conocemos hoy en día. En el año 1834 tuvo lugar un asolador incendio que destruyó gran parte de la construcción original, dejando en pie solamente el Claustro, el Hall, una de las Criptas y la Torre de Joyas. En 1847 se volvió a levantar con 1.200 habitaciones, 11 patios y más de 3 kilómetros de pasillos.
El edificio se completa con la Victoria Tower, que reúne un millón y medio de manuscritos de leyes británicas aprobadas, y el mundialmente reconocible Clock Tower, o Big Ben. No obstante, el nombre de Big Ben en realidad es el de la enorme campana que se encuentra en el interior de la torre, es la misma que marca las horas, además de otras cuatro más pequeñas que indican los cuartos.
El Big Ben, además de ser el icono indiscutible de Londres, es conocido por ser el reloj más fiable y puntual del mundo, soportó condiciones meteorológicas extremas y hasta sobrevivió los bombardeos alemanes sin apenas un rasguño. Tiene 4 relojes y todos miden 7 metros de diámetro.
Westminster, símbolo de historia, política y puntualidad inglesa
El Palacio está rodeado por varios jardines, uno más cercano al río y a la Victoria Tower, el único que está abierto al público –Victoria Tower Gardens– y otros tres de carácter privado.
¿Qué se puede visitar del Palacio de Westminster? En la visita guiada se pueden ver varias partes, las más destacadas son las ya mencionadas Cámaras, la de los Comunes de color verde y a de los Lores roja, colores que impregnan la mayor parte del decorado de cada una de ambas zonas, el impresionante Westminster Hall, la Royal Gallery y la Queen’s Robbing Room. Otros lugares interesantes son el Central y Member’s Lobby, la Cámara del Príncipe y el St Stephen’s Hall.
Los residentes del país lo tienen más fácil para visitar las citadas instalaciones incluyendo el mismísimo Big Ben, solo tienen que hacer una solicitud a su representante local. En cuanto a los turistas, las visitas están bastante más restringidas, solo se puede los sábados de 09:15h de la mañana hasta las 16:30h de la tarde. No obstante, durante el periodo estival se organizan recorridos.
Si finalmente se consigue una visita guiada, se debe tener en cuenta que tienen una duración de hora y media, minuto arriba, minuto abajo, y la entrada cuesta alrededor de 18 libras para adultos y 15 para niños entre cinco y quince años de edad, los menores de ese rango entrarían gratuitamente.
Por otro lado, existe la posibilidad de asistir gratis a una sesión parlamentaria, el problema siempre es la larga cola de espera que se genera, pero si se tiene un poco de suerte de puede entrar sin ningún problema a dichas sesiones.
La majestuosidad del Palacio y su excelente ubicación a orillas del río Támesis, hacen una de las imágenes más bonitas de la ciudad, puesto que hasta los pequeños detalles de las doradas torres y ventanas se reflejan en sus aguas, dejando un recuerdo precioso para inmortalizar y llevarse como despedida de Londres.
Atardecer sobre el Palacio de Westminster y el Big Ben
Vista sobre el Támesis del Palacio de Westminster y Big Ben
El Palacio de Westminster se encuentra al lado de la Abadía del mismo nombre, junto al río Támesis a unos metros del London Eye, con tan solo cruzando el puente.
Al estar situado en pleno centro urbano, se puede llegar cómodamente a través de tres líneas de metro District, Circle y Jubilee con parada en la estación que le da el mismo nombre al Palacio, Westminster. Además de infinidad de líneas de autobús que cruzan el corazón de la ciudad a todas horas.
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