Aunque su nombre oficial es Catedral de Santa María Mayor, lo cierto es que es popularmente conocida como Catedral de Sé o Catedral de Lisboa. Se trata de la iglesia más antigua de la ciudad y se encuentra situada en el barrio de Alfama, uno de los barrios más auténticos de Lisboa.
Un poco de historia…
La Catedral de Sé, al igual que la Iglesia de Santo Domingo, es otra de las grandes supervivientes de Lisboa, puesto que ha resistido los embates tanto de los terremotos del siglo XIV como del más célebre seísmo que asoló la ciudad en 1755.
Sus orígenes se remontan al siglo XII, tras la reconquista de la ciudad a los musulmanes, cuando fue construida a instancia del rey Alfonso Henriquez sobre una antigua mezquita ubicada en la misma zona.
La Catedral de Sé está construida en estilo esencialmente románico, aunque también es posible encontrar en ella la influencia de otros estilos que se fueron incorporando con posterioridad, tales como el gótico o el barroco. De hecho, ya dentro, es posible admirar nueve capillas de estilo puramente gótico que configuran el espacio más interior de la catedral como un ambiente más lúgubre de lo esperado. En general, el estilo actual de la catedral corresponde a la última restauración que se llevó a cabo en 1930.
Qué ver en la catedral
Lo primero en lo que nos fijaremos al acercarnos a la catedral es en su fachada de estilo puramente románico en donde destacan dos grandes torres almenadas, por cierto visibles desde otros muchos lugares de la ciudad, y un gran y bonito rosetón central. La fachada se eleva coronando la subida desde la calzada empedrada que le sirve de acceso y parece esperar desde su privilegiada situación el paso de los tranvías que la esquivan al llegar; sin duda, una de las estampas más bonitas de la catedral y más puramente lisboeta.
La más antigua iglesia de Lisboa, indestructible, ha resistido el paso de incendios y terremotos
Fachada y rosetón de la Catedral Sé, Alfama
Catedral Sé de Lisboa, Alfama
La catedral guarda en su interior los restos de San Vicente, el patrón de Lisboa, además de otras obras artísticas de interés. No obstante, una de las partes más hermosas de la visita corresponde al claustro interior de la catedral. Su acceso no es gratuito, pero la mayoría de los visitantes aseguran que merece la pena visitarlo considerando además que su coste es muy asequible. Su estilo es similar al del Monasterio de los Jerónimos, aunque más pequeño, y contiene restos romanos, árabes y medievales excavados recientemente. Destacan los arcos exteriores del claustro que se apoyan sobre capiteles de motivos vegetales y otros elementos románicos.
En la parte superior encontrarás el llamado “tesoro”. En total está formado por cuatro salas visitables, aunque no gratuitas, en donde podrás apreciar toda una colección de trajes, joyas, orfebrería, imágenes religiosas, manuscritos y reliquias relacionadas, claro, con San Vicente.
Catedral Sé, Alfama
Pórtico de la Catedral Sé, Alfama
Y a partir de aquí, aprovecha la ubicación de la catedral para continuar tu visita hacia otras zonas próximas de la ciudad, como el barrio de Alfama, donde encontrarás el encanto del viejo fado portugués; el Castillo de San Jorge, o bajar de nuevo hacia la Baixa para disfrutar de sus calles nostálgicas y y sus plazas más históricas.
Descripción:Descubre Lisboa en el Pestana CR7, situado a pocos minutos del centro, en la zona histórica de la ciudad.
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