Rincón de la Victoria

El Rincón de la Victoria se originó como un asentamiento fenicio en el siglo VII a.C, pero con el paso de los años terminó siendo una localidad dominada por manos cristianas que la convirtieron en uno de los mayores destinos turísticos de la Costa del Sol.

El litoral del Rincón de la Victoria tiene unos 8 kilómetros aproximadamente y está bañado por 4 playas. La Playa de la Cala del Moral está situada en su parte más occidental y se caracteriza por tener una arena oscura, por ser accesible, por contar con todo tipo de servicios y por tener un ambiente familiar. Es muy recomendable pasear por los túneles de la Cala que atraviesan la Punta de El Cantal, formada por una serie de rocosos acantilados procedentes de la época jurásica desde donde se obtienen unas excelentes vistas de la Torre del Cantal y de todo el litoral. Además, esta parte presenta un fondo marino muy atractivo para los amantes del buceo.

En la zona de El Cantal se sitúa la Cueva del Tesoro, una de las tres cuevas de origen marino que hay en todo el mundo, ya que las otras dos están en Asia y América Central. Actualmente tiene 500 metros de galerías en las que predominan estalactitas y estalagmitas que se han originado por filtraciones de agua, aunque estas también albergan restos arqueológicos y arte rupestre procedente de la Edad de Bronce y del Paleolítico. A pocos metros de ella se ubica la Cueva de la Victoria, una cavidad que tuvo fines funerarios durante el Neolítico y de la que se recuperaron piezas y pinturas que superan ya los 13.000 años.

Al otro lado de los acantilados se sitúa la Playa del Rincón de la Victoria, muy accesible desde el casco urbano y, por lo tanto, es una de las más concurridas de esta localidad. En este caso, también está dotada de todo tipo de servicios y es ideal para las familias.

Siguiendo hacia el este, la siguiente sería la Playa de la Torre de Benagalbón, que recibe ese nombre debido a la torre almenara que hay sobre ella. Está compuesta por arena y grava de tono oscuro y un oleaje moderado ideal para un baño tranquilo. Por último, la Playa de los Rubios ocupa la parte más oriental del litoral del Rincón de la Victoria y tiene características similares al resto de playas del municipio, pues es extensa, su arena es oscura y su oleaje es bastante tranquilo.

Esta casa se mandó construir en el año 1766 para completar el sistema defensivo del Rincón de la Victoria, que era susceptible de recibir ataques piratas por mar y tierra.

El edificio se hizo sobre una planta cuadrangular y está repartido en dos alturas. Sus muros no presentan adornos, y aunque su puerta principal está decorada con el escudo de armas de Carlos III, el interior sigue siendo sobrio. El fuerte está rodeado de jardines y fuentes, convirtiéndose en uno de los puntos más emblemáticos y fotografiados de este destino.

Hacia el año 1992 el arquitecto Álvaro Mendiola comenzó la restauración y desde entonces algunas de sus salas se han concebido como un espacio artístico que contiene exposiciones culturales temporales.