Nerja

Nerja es uno de los puntos más especiales y paradisíacos de la Costa del Sol porque sus aguas cristalinas son un auténtico reclamo turístico. Su oferta de ocio está completamente ligada a la costa y por eso es un destino ideal para los aficionados a las actividades náuticas.

De forma global las playas de Nerja son famosas por sus aguas cristalinas y así lo demuestra la famosa Playa de Burriana, que además de ser la favorita de la localidad, es la que mayor oferta de ocio y restauración presenta. Gran parte de su popularidad la ganó por su aparición en la serie Verano Azul, que la puso de moda en toda España.

Aunque cuesta imaginarlo, alrededor del casco antiguo de Nerja se disponen pequeñas playas y calas naturales poco propias de un entorno urbano. Se trata de pequeños arenales acompañados de piedras y vegetación que le dan un pequeño toque salvaje a la localidad. Los mejores ejemplos de esto son la Playa de Carabeillo, la Playa de Carabeo, la Playa del Chorrillo y la Playa de Calahonda, que gracias a su ubicación a los pies del Balcón de Europa hace que sea una de las más transitadas y fotografiadas de Nerja. Al otro lado del mirador tienen lugar otras similares como la Playa de la Caletilla y la Playa de la Torrecilla.

A la altura de la pedanía de Maro aparecen playas vírgenes ideales para los que buscan estar conectados con la naturaleza. La Cala Barranco de Maro, la Caleta de Maro y la Playa de Maro son perfectas para disfrutar de un ambiente tranquilo y practicar snorkel.

Los Acantilados de Maro-Cerro Gordo componen uno de los parajes naturales más bonitos de esta zona del litoral malagueño. Son abruptos acantilados con fuertes desniveles que se extienden a lo largo de 12 kilómetros y que flanquean playas y pequeñas calas de carácter natural. La Playa nudista de Cantarriján, la Cala del Cañuelo o la Cala Torre del Pino son algunas de las más representativas de este espacio.

Engloba un enorme valor ambiental en su parte terrestre, pero destaca sobre todo por la riqueza de su fondo marino, donde conviven cientos de peces, moluscos, crustáceos y corales que invitan a realizar actividades como el submarinismo o el snorkel. También son el hogar de aves y mamíferos marinos como el delfín, una especie que suele surcar estas aguas del Mediterráneo.

Se trata de un enclave que sirve de mirador, como el de la Torre de Maro, para observar gran parte de la Costa del Sol e incluso los primeros resquicios de territorios africanos. Un paseo en barco es perfecto para llegar a las zonas menos accesibles y de mayor belleza paisajística.

La Cueva de Nerja fue declarada Bien de Interés Cultural en 2006 y es una maravilla de la naturaleza compuesta por tres galerías subterráneas.

Al igual que los Acantilados de Maro-Cerro Gordo, esta cueva se sitúa en la pedanía de Maro, que pertenece a Nerja. Puede considerarse un monumento natural y cultural al mismo tiempo porque además de esconder formaciones geológicas impresionantes (estalactitas, estalagmitas, columnas, macarrones y otras muchas más), protegen 589 pinturas rupestres y restos fósiles que por motivos de conservación no se pueden visitar. Tan solo está abierta al público la Galería Turística, cuyas salas ocupan un total de 35.000 metros cuadrados.