Fuengirola

Antes de convertirse en uno de los destinos principales de la Costa del Sol, Fuengirola vivía principalmente de la pesca y la agricultura. A partir de los años 50 aproximadamente comenzaron a llegar veraneantes de otras partes de Andalucía, lo que provocó su inminente desarrollo en el sector servicios y automáticamente su transformación en un rincón al que comenzaron a llegar turistas nacionales y extranjeros.

Fuengirola cuenta con un total de 7 kilómetros de playas urbanas que van desde la Playa de El Elijo, en su parte más occidental, hasta la Playa de Carvajal, en su parte más oriental. La primera es más conocida como Playa del Castillo porque tiene como fondo el Castillo de Sohail, que dejó de lado su función militar para convertirse tras su rehabilitación en uno espacio destinado a celebrar eventos culturales de diversa índole. Sus aguas presentan un oleaje tranquilo, al igual que la Playa de Carvajal y las demás que conforman el municipio, caracterizadas por un acogedor ambiente familiar y por tener una arena de tono medio oscuro.

Entre medias de las anteriores aparecen otras como la Playa de San Francisco, también llamada Playa de Fuengirola, una de las más populares de dicha localidad costera. Tiene una extensión de 350 metros y su ubicación junto al puerto y al paseo marítimo hace que siempre tenga un ambiente animado. De características similares son la Playa de Torreblanca, la Playa de Los Boliches y la Playa de las Gaviotas, cuyo nivel de ocupación en época estival aumenta considerablemente.

Fuengirola goza de tener una oferta muy variada en cuanto a ocio se refiere, siendo uno de los destinos favoritos de los viajeros que demandan aventura y diversión en familia.

Los amantes de la adrenalina tienen diversas opciones en Fuengirola, desde practicar parasailing para sobrevolar las playas y contemplar los mejores atardeceres de la Costa del Sol, hasta disfrutar de un circuito de karts o navegar mar adentro con una moto de agua.

En cambio, existe otro público que se ve atraído por actividades más relajadas como el paddle surf, el golf o el buceo, que es ideal para conocer el fondo marino de la zona. Y luego están las actividades en familia, como podría ser visitar Bioparc Fuengirola, un parque destinado a recrear algunas de las selvas más sorprendentes del planeta haciendo que su fauna autóctona se sienta como en casa pudiendo desarrollar su comportamiento natural. Algunos parques acuáticos instalan sus atracciones en las playas de Fuengirola para que los niños tengan la oportunidad de jugar sin correr ningún tipo de peligro. En pleno paseo marítimo se sitúa Sould Park Fuengirola, un pequeño punto de encuentro en el que los más pequeños pueden saltar en camas elásticas, nadar en parques de bolas y muchas cosas más.

La vida nocturna de Fuengirola es muy popular en toda la Costa del Sol gracias a la enorme cantidad de bares, discotecas y pubs que desfilan por su animado paseo marítimo y por la Plaza de la Constitución, una de las zonas más concurridas del centro de la localidad.