Sanlúcar de Barrameda

Sanlúcar de Barrameda es un destino muy relacionado con el descubrimiento de América y con la época musulmana, momentos históricos que pueden apreciarse en su rico patrimonio arquitectónico. Además, siempre ha destacado por tener uno de los puertos comerciales con mayor trascendencia en España, pues adquirió gran importancia en el momento que vio partir a Cristóbal Colón y a Magallanes hacia América. 

Su exquisita gastronomía no pasa desapercibida, y como en toda la Costa de la Luz ganan los productos del mar y los vinos, siendo algunos de los más representativos los langostinos y el vino manzanilla. 

Este palacio fue la residencia de Guzmán El Bueno y pertenece a su familia desde 1927 gracias a la concesión de Fernando IV. 

Ha sufrido remodelaciones y ampliaciones, pero aún conserva elementos hispano-árabes. De su fachada destacan sus austeros balcones, aunque los estilos renacentista y barroco pueden apreciarse a lo largo de toda la construcción, típicos de la arquitectura civil andaluza. Sus salones están decorados con pinturas y con un elegante mobiliario barroco, aunque también hay que destacar los enormes jardines que rodean el palacio. 

Hoy en día es la sede de la Fundación Medina Sidonia, un gran centro de investigación que conserva un archivo documental compuesto por más de 6 millones de piezas pertenecientes a las familias señoriales que se unieron a esta fundación. 

En plena Cuesta de Belén y sobre un lienzo de muralla medieval que sostiene los jardines del Palacio Ducal de Medina Sidonia se sitúan Las Covachas, unas galerías porticadas con 13 arcos ojivales que se apoyan sobre pilares coronados por basiliscos. 

Esta obra se construyó por orden de Enrique Pérez de Guzmán a finales del siglo XV y al igual que su vecino palacio, fue declarada Monumento Histórico-Artístico en 1978, y, además, Bien de Interés Cultural en 2007. 

La familia Medina Sidonia vuelve a ser partícipe de la creación de otra de las obras más ilustres de Sanlúcar de Barrameda, el Castillo de Santiago. Esta fortaleza se levantó entre 1468 y 1492 por Enrique Pérez de Guzmán y Fonseca el Magnífico. Se le atribuye a Don Enrique la construcción y no a su padre por la aparición repetitiva de una especie de hachuela de carnicero en varios puntos, como, por ejemplo, en la Puerta de la Sirena y en las pinturas de la bóveda del Aula Maior. 

Funcionó como fortaleza para los Medina Sidonia y para el estado hasta que, a principios del siglo XX, el Ministerio de Guerra, del que también formó parte, decide cederlo al ayuntamiento de Sanlúcar, quien toma la decisión de utilizarlo para diversos fines. Con la llegada del año 2003 una empresa privada comienza a hacerse cargo de su gestión y rehabilitación para así poder abrirse al público en el 2006. Desde este momento puede ser visitado y los turistas pueden contemplar algunas de sus partes más destacadas, entre otras, la Torre del Homenaje, es decir, la más grande, la más fuerte y la más defendible de toda la fortificación; el Aula Maior, los calabozos, el patio de armas y algunos pasadizos. A su vez alberga el Museo del Traje, con piezas procedentes de los siglos XVIII, XIX y XX y el Museo de las Armas, con piezas originarias de los siglos XVII, XVIII y XIX. 

Se trata de la Iglesia Mayor Parroquial de Sanlúcar de Barrameda, que data del año 1360 aproximadamente. A pesar de que haya sufrido algunas remodelaciones, su estilo arquitectónico sigue el modelo de las iglesias parroquiales mudéjares del reino de Sevilla, donde predominan algunos elementos mudéjares como la portada, con los escudos de las casas de Guzmán y de la Cerda, y el artesonado de madera, que sobresale en el interior junto a unas bellas imágenes religiosas. 

Representa uno de los edificios religiosos más destacados del municipio, que debido a su importancia histórica fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931. 

Esta iglesia es una de las construcciones religiosas más bonitas del municipio. Fue realizada en piedra siguiendo un estilo renacentista con elementos manieristas. La decoración del coro está protagonizada por el escudo de los Pérez de Guzmán y por imágenes que representan la defensa de Tarifa por parte de Guzmán El Bueno. De su exterior resalta la portada, constituida por un arco de medio punto coronado por el escudo de la Orden Dominica, cuya figura aparece también en el interior del templo. Otros elementos destacables de su patrimonio son el retablo mayor y diversas pinturas y esculturas. 

Representa uno de los edificios religiosos más destacados del municipio, que debido a su importancia histórica fue declarada Bien de Interés Cultural en 1931. 

El Palacio de Orleáns se construyó entre 1860 y 1870 por orden de los Duques de Montpensier como residencia de verano. Desde 1980 es propiedad del ayuntamiento de Sanlúcar y sus estilos arquitectónicos son diversos, mezclando el historicista y el ecléctico. En sus salas interiores puede apreciarse un estilo historicista en el que destacan los modelos inglés, rococó, egipcio y chinesco, mientras que, en sus partes exteriores, predominan las fachadas neomudéjares. 

Pertenece al Convento de Santo Domingo, fundado, una vez más, por la popular familia Medina Sidonia en la primera mitad del siglo XVI. 

Sanlúcar de Barrameda cuenta con 6 kilómetros de playas con una media de 50 metros de anchura, siendo algunas de ellas especialmente extensas y de carácter familiar. Un buen ejemplo de esto serían la Playa de la Calzada y Las Piletas, que acogen todos los años las famosas Carreras de Caballos y son unas de las más equipadas de la localidad. La Playa de Bonanza es una de las más tranquilas y menos transitadas, lo que sumado a su escaso oleaje la convierte en un entorno ideal para pasar el día con los más pequeños. La playa de la Jara es perfecta para los amantes de la naturaleza porque en ella predominan las extensas dunas que dejan verse con la baja marea y los corrales de pesca.