Cartaya es un ejemplo del típico pueblo andaluz formado por el núcleo urbano que lleva el mismo nombre y dos núcleos costeros: Nuevo Portil y El Rompido. El primero sobresale por sus joyas arquitectónicas, el segundo representa un pequeño pueblo pesquero y el último consiste en un municipio costero donde la naturaleza juega un papel imprescindible.
Un punto estratégico donde se fusionan las aguas fluviales y marinas
Cartaya ha sabido desarrollarse como destino turístico cuidando y conservando todos los atractivos, mayoritariamente arquitectónicos, del municipio.
El Castillo de Los Zúñiga es el mayor símbolo de Cartaya, que se asienta en su casco urbano sobre un cabezo de tierra arcillosa de tono rojizo. Fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985 y aunque fue construido en el siglo XV como estructura defensiva, fue restaurado hacia el final de 1990 para conseguir su aspecto actual. Generalmente no está abierto al público, tan solo cuando se celebran eventos culturales y de ocio.
Muy cerca se encuentra la Iglesia Parroquial de San Pedro, que terminó de construirse en estilo renacentista hacia 1606 en la Plaza Redonda. Se fue completando a lo largo de los años, sobre todo su parte interior, que adoptó otro aspecto tras la Guerra Civil gracias a los cuadros cedidos por el Museo de Sevilla y otras esculturas que lo adornan. Compartiendo esta plaza con la Iglesia Parroquial de San Pedro está la Casa Consistorial, víctima de numerosas ampliaciones y remodelaciones. Hoy en día es el lugar que ocupa el ayuntamiento de Cartaya, situado en la parte superior del edificio.
Siguiendo con las construcciones religiosas cabe mencionar el Convento de Nuestra Señora de la Merced, el edificio de mayores dimensiones de Cartaya. Su arquitectura muestra la transición del barroco al neoclasicismo y fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008.
Se trata de un pueblo marinero protagonizado por el Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha del Rompido, formado por un conjunto de playas, marismas y dunas móviles que se asoman al estuario de dicho río. Es un espacio natural con una elevada riqueza medioambiental y calidad ecológica porque acoge variadas especies de flora y fauna. Las marismas están declaradas Lugar de Interés Comunitario y Zona de Especial Protección para las Aves y la parte conocida como “La Flecha” es una de las más famosas, pues se una al océano desde una playa virgen de origen fluvial.
Faro de El Rompido
Paraje Natural Marismas del Río Piedras y Flecha
El núcleo costero de Nuevo Portil es la joya turística de las 3 poblaciones porque cobija las principales playas de la zona. La Playa del Nuevo Portil se extiende por el litoral unos 5 kilómetros para ofrecer baños en un entorno natural donde los pinos y los enebros juegan un papel fundamental. Detrás de ella se sitúa la Reserva Natural La Laguna de El Portil, una laguna de agua dulce que varía durante la época de precipitaciones y en la que se pueden observar aves acuáticas y una vegetación muy diversa. Se recomienda pasear por el sendero que la rodea y llegar hasta su mirador para contemplar las mejores vistas de este espacio.
En dirección El Rompido está la Playa de San Miguel, una playa fluvial conectada por transbordador con “La Flecha”. Presenta una excelente ubicación junto al Mirador de San Miguel, desde donde pueden contemplarse unas vistas del litoral inolvidables. Las actividades deportivas son muy importantes en ambas playas porque complementan su oferta de ocio y dan la oportunidad de disfrutar del mar de una manera más aventurera.
-La villa de Cartaya fue fundada por los fenicios.
-Cartaya cuenta con un Aquopolis para complementar la oferta del turismo de sol y playa, un plan ideal que las familias no se pueden perder.
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