Calpe

Considerado como uno de los rincones turísticos más bonitos de la Comunidad Valenciana, Calpe crece bajo la atenta mirada del Peñón de Ifach, el más alto del Mediterráneo e icono inconfundible de esta localidad alicantina.  

Como símbolo de la Costa Blanca, Calpe cuenta con 13 kilómetros de costa y 14 playas de arena dorada y fina. Sus aguas, reconocibles por su color turquesa, nos permitirán sumergirnos en un entorno verdaderamente único gracias a las calas y acantilados que lo rodean, así como practicar toda clase de deportes náuticos.

Calpe, que tradicionalmente fue una población agrícola especializada en almendras, algarrobas y pasas, así como en pesca y extracción de sal en sus salinas, se ha convertido desde el siglo pasado en una zona que vive casi exclusivamente para el turismo, modificando su urbanismo para adaptarse a las necesidades del propio sector.

Si nos adentramos en el casco antiguo disfrutaremos de los restos de la muralla que protegió a Calpe de los ataques musulmanes, o también del Torreó de la Peça, hoy convertido en Museo del Coleccionismo.

Otros enclaves que no podemos perdernos son el Forat de la Mar, la Ermita de San Salvador, o la vista panorámica del conjunto arquitectónico de Ricardo Bofill de finales del S.XX.

Como ya se ha mencionado, el principal atractivo de la localidad alicantina es el Peñón de Ifach, desde dónde disfrutaremos de unas vistas inmejorables. Es el resultado de un deslizamiento de la cercana “Sierra de Oltà” y uno de los más visitados con más de cien mil visitantes registrados al año. Declarado como Parque Natural, es el más pequeño de la Comunidad Valenciana. Además nos dejaremos seducir por la Pobla D’Ifach, una construcción del siglo XIII impulsada por el almirante Roger de Llúria. Actualmente, varios de sus miradores están hechos sobre la base de las antiguas torres de vigilancia que tenía la muralla.

Este lugar, cuenta también con un encanto especial para todos aquellos amantes del submarinismo. No en vano, las rocas que han ido cayendo del Peñón al mar, han ido formando a lo largo del tiempo un fondo escarpado lleno de arcos y túneles a modo de laberinto.

Cuando hablamos de platos típicos en Calpe lo tenemos claro: la llauna de Calp y el arròs del senyoret, son las estrellas de la mesa. Y es que, su gastronomía está basada en la amplia oferta de sabrosos pescados provenientes de su bahía (caballa, rape, pulpo o sardina entre otros), sin olvidarnos de las tradicionales cocas, tanto dulces como saladas, que se elaboran a diario y harán las delicias de los más golosos.

Este pequeño rincón costero cuenta con una amplia variedad de festividades a lo largo del año, entre las que destacan las Fallas en marzo, las hogueras de San Juan en junio, la Virgen del Carmen en julio o la festividad de Moros y Cristianos en octubre, entre otras.