Westland

Comentarios destacados

• Jaime d

  03 enero 2015
  Una buena opción y bien situado

  Mi viaje fue en familia el chek-in fue bueno Y atento por parte de la recepcionista. Al llegar pronto nos guardaron las maletas en recepción. El hotel está bien situado con el bus 94 estas en picadilly circus en 15 min y tienes la estación de metro Queensway a 2 min andando del hotel. Es hotel cumple lo que ofrece es un poco antiguo,necesita reformarse pero el precio es en relación a ello,hablando de londres. Nuestra habitación era lo suficientemente espaciosa y la cama era grande.Hay una recepcionista española,Sara. Es encantadora y nos ha asesorado estupendamente (gracias Sara).

  

• Estherruiz88

  16 febrero 2015
  Muy viejo y ruidoso

  Reservamos habitación para tres. Muy grande y espaciosa y camas muy cómodas. Llegamos a las 13.45 y no nos querían dar la habitación hasta las 14h q era la hora del check in, a pesar de q les dijimos que teníamos prisa porque teníamos una reserva para comer. Lo peor fue que a las 14.20 todavía estaban limpiando la habitación y al final nos tuvimos q ir sin ir primero a la habitación. Nos toco una habitación en el 5 piso en la cual se oía constantemente el ascensor, un ascensor antiguo que cada vez que lo picaban se oía un golpe que hasta durmiendo te despertabas y te sobresaltabas. El dasayuno no es en el propio hotel, es una cafetería cercana q no esta mal, pero cara, como todo el Londres.

  

• Joel_123Vic

  28 marzo 2015
  SITUACION EXCELENTE PERO HOTEL MUY VIEJO

  Hotel con una buena ubicación pero muy viejo, la relación precio calidad es un robo, pagamos 430 libras por tres noches y la habitación que nos han asignado es vieja, la cama incomoda y el baño pierde agua, al querer ducharnos casi no sale agua. No lo recomiendo.

  

• Eduardo Jose B

  13 mayo 2015
  Muy buena opcion

  Es un hotel con buena relación precio-producto. La habitación es suficientemente ampla, baño completo y equipado. El placard es pequeño para poder colgar comodamente la ropa de dos personas pero la habitación que nos proporcionaron contaba con cajoneras que cubrieron esa deficiencia. La ubicación, sobre una avenida , cercana a Hyde Park y al barrio de Notting Hill. Muy buena predisposición y atención del personal

  

• CARACHORI

  18 mayo 2015
  La peor experiencia

  Gracias a este hotel, Luck Fortune, con acceso desde Westland hotel, nuestra escapada a Londres ha sido de todo menos maravillosa. Llegamos el 7 de Mayo a las 11 de la mañana, sabiendo que nuestra habitación familiar superior con baño privado estaría disponible a partir de las 15h, dejamos las maletas en la recepción del hotel y aprovechamos para disfrutar de Hyde park y comer algo. En la recepción nos atendió una chica joven lituana que parecía muy agradable hasta que comenzaron los problemas... Tuvimos que abonar en efectivo, porque no aceptaban tarjetas, la estancia completa antes de hacer el check in, algo que nos extrañó un poco pero que con la emoción del momento no nos preocupó demasiado. Digo la emoción porque por internet habíamos visto las fotos de la habitación, reservada cuatro meses antes, y estabamos entusiasmadas (luego nos dimos cuenta que las fotos no se corresponden con la realidad) Una vez abonado y firmado los papeles de la habitación 138, nos comunica la recepcionista que la habitación que habíamos reservado no estaba disponible por una avería, y que nos tendríamos que conformar con dos habitaciones separadas con baño propio, la habitación 144 y 145... nuestra cara fue un poema... después de intentar entender cuál era el problema y escuchar una y otra vez que era lo que había y que no era su problema, nos tuvimos que conformar (al pareer las recepcionistas cambian cada mes y la anterior no había informado de la avería de la habitación 138) Subimos a la habitación 144 y estaba todo bien, subimos a la habitación 145 y a parte de tener un fuerte olor a podrido nauseabundo que intentaban disimular con un ambientador, no funcionaba la luz, saltaban los plomos todo el rato. Bajamos para hablar con la recepcionista nuevamente y comentarle lo que pasaba, diciéndonos que nos vayamos a dar una vuelta que cuando regresemos estará solucionado. Cual es nuestra sosrpresa que al regresar al hotel nos dice la chica que el chico que iba a encargarse de arreglar lo de la luz ha estado muy ocupado y que no puede venir, que tenemos que pasar la noche a oscuras. Por supuesto nos negamos en rotundo. Después de un rato discutiendo, apareció un chico español que a veces trabaja allí, y verificó que en la habitación 145 era imposible estar, acordando por tanto que esa noche la pasaríamos en las habitaciones 144 (la asignada desde el principio) y 150 (habitación con cama doble, baño compartido y planta distinta) y que al día siguiente nos pondrían en una habitación familiar que ya estaba reservada a dos parejas y que reubicarían en otras habitaciones. Pues la sorpresa, o no, fue que al día siguiente no hubo cambio tampoco, todo esto con maletas arrriba y abajo con cada cambio, que la solución definitiva era la habitación 144 y la 142 con dos camas, baño privado y en otra planta. En todo momento la única razón, si se puede llamar así, que nos daba la recepcionista de todas las molestias era que no era su problema y que su jefa se encontraba fuera de Londres. Cuando por fin pensabamos que ibamos a disfrutar de la ciudad, sin más percances, nos avisa la amiga que se hospeda en la habitación 144 que las 06:30h le ha despertado un ruido de unas bolsas de plástico que tenía encima de la mesita, y que ha descubierto que era un ratón. Resignadas porque ya no podíamos buscar otro alojamiento, seguimos con nuestro planing. La tercera noche, decidimos cenar en la habitación 142 para evitar posibles visitas nocturnas, pero no sirvió de mucho y que mientras cenábamos tranquilamente otro roedor se paseó por la habitación. Al día siguiente, la chica de la recepción nos informa que ha hablado con su jefa y que nos van a hacer un descuento cuando hagamos el check out por todas las molestias. Y llegó el gran día, ese en el que por fin no tendríamos que volver a ese desafortunado hotel. Hacemos el check out y para termiar de colmar el vaso, el maravilloso descuento después de todas las aventuras son 20 libras (entre tres personas) 20 libras.... no sabíamos si llorar o reir... Decidimos reirnos y pagarnos el desayuno con el super descuento, pero lejos de todas realidad al intentar pagar en el Starbucks nos informa el chico que el billete está en desuso desde hace algunos años y que no es válido, que el único sitio donde se puede cambiar es en el Bank of England, así que como alma que lleva el diablo regresamos al hotel para que nos cambien el billete y con todo y con eso tuvimos que aguantar que la querida recepcionista se riera en nuestra cara. Espero y deseo que para evitar malas experiencias a futuros visitantes de Londres, tengan en cuenta la nuestra, no esperábamos nigún lujo del hotel pero tampoco todo esto.