Villa Mandarine

Comentarios destacados

• manuelCKS

  10 junio 2016
  Precioso hotel en medio de Rabat

  Antigua finca de naranjos reconvertida en hotel cuenta con todos los medios para disfrutar de un lugar idílico en medio de la ciudad. Buenas Habitaciones, la mayoría con salida directa al jardín con pequeñas terrazas. Cuenta con un magnífico patio interior, habitación de billar, piscina exterior climatizada a 27ºC, spa, excelente cocina y buen desayuno buffet en terraza exterior. Gran servicio y muy atento. Muy buena estancia

  

• 34rosarior

  03 mayo 2017
  Muy recomendable

  Es una villa convertida en un hotel boutique. Esta muy bonito el lugar, decorado muy bien, con espacios muy acogedores, un salón de juegos, jardines. Es restaurante muy rico, con buena comida y muy buen servicio. Las habitaciones muy grandes, cómodas. Tiene SPA. Esta en una zona residencial de Rabath, donde están algunas embajadas, entre ellas la de Mexico.

  

• Fzegers

  18 septiembre 2017
  Excelente opción

  Acogedor y muy bueno para relajarse. Ideal para pasar un par de días de descanso. Lejos del centro de la ciudad, por lo que es difícil salir del hotel por tu cuenta. Hay restaurante dentro del hotel, muy bueno y no tan caro. Hay una rica piscina, y un jardín precioso para recorrer.

  

• Tito80

  21 septiembre 2017
  estupendo

  situado en un antiguo naranjal en el barrio de las embajadas, es un hotel fenomenal para pasar unos dias descansando. Las instalaciones muy cuidadas,era la casa de la familia propietaria,con gusto exquisito, mobiliario exclusivo, muy comodo. El trato del personal excelente, destacando los chicos de la recepcion por su amabilidad e iniciativa para resolver cualquier detalle , lo mismo que el maitre del restaurante, encantador y servicial, en general todo el personal. Esta lejos de los sitios turisticos y hay que desplazarse en taxi o en coche, pero merece la pena. Muy recomendable

  

• RosaManiche

  30 octubre 2018
  Hermoso jardín

  Este hotel está rodeado de un hermoso y gran jardín con muchas especies de flores. Tiene múltiples lugares que rápidamente te trasladan a un Marruecos antiguo y elegante. El hotel fue la casa de algún personaje acaudalado y mantiene todo el estilo. El comedor muestra la influencia de decoración y arquitectura Art Deco. Cenamos en el restaurant, muy bien atendido con comida tradicional y opciones más internacionales. Es un lugar muy tranquilo que queda algo retirado de la ciudad.