Villa Cipriani

Comentarios destacados

• Conchita R

  04 agosto 2014
  Hotel exquisito en un lugar recóndito

  Hemos pasado 3 días en este hotel, en un viaje por carretera desde Verona hacia Venecia, pero perdiéndonos por los caminos. La idea era estar cerca de la localidad donde nació Antonio Canova, Possagno, en la zona de los Dolomitas, y luego ir bajando a nuestro ritmo (bastante lento porque siempre encontramos una excusa para quedarnos en un lugar intermedio) hacia Venecia, pasando por las villas palladianas del Véneto. En resumen: casi no llegamos a Venecia. Habíamos leído sobre Asolo, y nos apetecía un lugar un poco tranquilo, dado que en Julio toda esa zona de Italia está plagada de turistas. Pero parecía que al separarnos un poco de las ciudades más importantes -sobre todo, por favor, salir de Verona...- estábamos consiguiendo un poco de tranquilidad. Entonces decidimos ir a Asolo por lo que habíamos leído y porque nos recordaba a "Los Asolani" del Cardenal Bembo.. y en italiano hay una expresión que se traduciría como "asolarse" (estar en un lugar tranquilo... por Asolo)... Así que allí fuimos. Vimos que había un hotel que había sido la villa donde había vivido el poeta inglés Robert Browning y nos decidimos... Así que, si durante el viaje nos quedábamos una noche en un lugar inesperado porque nos había encantado, esta vez nos quedamos 3 noches... La tranquilidad del lugar, los paseos que pudimos dar por la zona, la belleza de los alrededores... la misma villa, que es un lugar exquisito. Todo eso aparte, hoy en día es un hotel de lujo, con pocas habitaciones, y quizás un poquito decadente (sobre todo la decoración de las habitaciones: los materiales son nobles, pero las telas, muebles, etc. aunque dicen que son antigüedades yo no diría tanto... sí que es verdad que tienen años, pero éso es otro cantar), pero con un gran encanto. El servicio es de primera, elegante y lo más efectivo que se puede pedir (se adelantan a todo). Dormitorios amplios, y camas fantásticas (colchones, almohadas y ropa blanca); baños muy correctos (muy a la italiana en plan "bien-de-toda-la-vida"). Pero lo mejor son el jardín, los alrededores... las vistas. Lo siento, no me dio tiempo a utilizar la piscina (aunque algunos de nuestros amigos si que lo hicieron y vinieron encantados...) porque los paseos por los alrededores y al pueblo, cuando no estábamos desayunando, comiendo o cenando, nos tomaron todo el tiempo. Tengo que decir que las cenas en la terraza/jardín del hotel fueron exquisitas, y no sólo por la cocina (cocina véneta de primera: todas las pastas, la carne... las verduras increíbles... y los postres originales y deliciosos), sino por el ambiente, el servicio y la preparación de las mesas (también destaco los desayunos que han sido de primera, el café es.... sin palabras... )... todo simple pero elegantísimo. Sin ninguna modernidad, pero realmente exquisito. No me extraña que Browning no se moviera de esta villa. Nosotros hubiéramos deseado hacer lo mismo, pero espero volver muy pronto y pasar unos días con más calma. Un par de consejos: muchos turistas de lujo (elegantes y también muchos nuevos-ricos), y aún así magnífico. Merece la pena quedarse en este hotel y hacer excursiones a los alrededores: Possagno, Vicenza, Padua, Villa Barbaro, Villa Emo, etc. etc. etc. Ah, hay también golf cerca del pueblo, y en el hotel tienen servicio de Spa... que no pude utilizar esta vez.

  

• victoriadeandres

  16 noviembre 2018
  Una joya dentro de otra joya

  Este hotel lleva la exquisitez por bandera. Es un Villa del Norte de Italia con la magnífica arquitectura que las caracteriza .En ella todo es exquisito con un derroche de buen gusto. Es la tercera vez que voy, y habrá una cuarta y más....... La primera vez ocupé una habitación doble fantástica, en esta ocasión he estado en una suite diseñada en tonos rojos oscuros de una gran belleza, muy espaciosa, con una cama enorme y muy cómoda, es la primera vez que no he echado de menos mis almohadas. Desde las grandes ventanas se disfruta de una maravillosa vista al precioso y cuidado jardín con una magnífica piscina y al comienzo de los pre Alpes italianos. Su restaurante estupendo. Comienza con un desayuno muy variado y abundante tanto en productos salados como tartas y dulces caseros, servidos en un encantador y precioso comedor. Comidas y cenas con una estupenda carta donde da igual lo que elijas porque todo está buenísimo. Cierra con broche de oro el perfectamente elegido elemento humano, todos grandes profesionales que con un encanto especial te ayudan y aconsejan en todo lo que necesites. Muchas gracias a todos por vuestro cariñoso trato y cordialidad. Como he dicho una joya perfectamente diseñada por sus propietarios, ubicada dentro de otra joya que es Asolo, de visita obligada si te encuentras en esta región .

  

• Kit_1078

  27 agosto 2020
  Beautiful location and pleasant, attentive but discrete staff

  Spent a wonderful few days here in August. The staff were wonderful, the garden and pool divine and the room spotless. Everyone dealt really well with Covid and we felt throughout we were safe and in safe hands. The only thing that we weren't happy about was the charge to park the car in the hotel garage, which was actually more than it cost to hire the car

  

• Franziska_xxx

  21 agosto 2020
  Great location, pool and garden but bad service

  What we lieber liked:Great location with wonderful view from the pool in the garden, comfortable pool chairs, hotel in walking distance from the charming old city of Asolo What wi did not like: Very sorry to say but the service was totally bad (chaotic and hectic organisation of the breakfast, no introduction at the checkin, very unfriendly checkout, reception staff not helpful). Extra charge of EUR 24 per day for garage parking ridiculously high and the car was even parked outside not in the garage. Shower in the bathroom overfloated regulary. Prices at the pool restaurant way too high for quality. German TV channels don't work.

  

• Carla P

  13 octubre 2019
  Beautiful Views

  The location, staff, beautiful hotel and surrounding grounds are wonderful. We had a car and the parking was very convenient. We had a terrace room and the views were amazing! We ate dinner both nights in their restaurant and truly enjoyed the food, the wine and the kind attentive staff. We were helped with a wine tour and given help with the surrounding sites to visit. We highly recommend and will return ourselves in the future.