Sant Salvador

Comentarios destacados

• tasquitadelpuerto

  30 mayo 2019
  Relax relax

  Hemos pasado una noche muy tranquila es este hotel ... vale la pena si quieres desconectar , el personal estupendo ,el sitio lo más ... lástima que solo estuvimos una noche , por lo demás excelente ... totalmente recomendable calidad/precio

  

• Daniel G

  20 julio 2019
  El monasterio de los ruidos

  Fuimos a este lugar, con la idea de descansar, pues en un monasterio, lo que prevalece es el silencio y la tranquilidad. Más allá de solo aparentarlo, disfrutamos cada noche con espectáculos nocturnos de mallorquines moteros, chirriando ruedas y haciendo botellón día tras día. Llamando a la policía no se solucionaba pues el siguiente día, teníamos la misma historia. Pedí expresamente una habitación con cama de matrimonio y wifi para trabajar. Me encuentro con una habitación digna de un monje del s.XV, con dos camas, dos colchones delgados como dos folios y almohadas rellenas de aire, lo que no agradecía precisamente nuestros problemas de espalda. Olvídate de tener aire acondicionado en la habitación. Disfruta del fresco aire nocturno, acompañado de tubos de escape de motoristas, mosquitos, abejas, todo bicho con mala hostia de la noche, pues las mosquiteras debían de ser un invento más moderno que este monasterio y no llegaron. Tampoco tienes tele, sino una habitación para TODO el hostal con una tele para que disfrutéis ver Ana Rosa en compañía. Eso no es lo peor, el gallo te despierta a las 6:00 y la puerta del hostal coincide con la del bar. Esa puerta se abre y cierra de un modo no muy agradable a esas horas (portazos) de 8:00-10:00 más o menos. Súmale que las paredes también son de papel, y si, señoras limpiadoras y regentes de este hotel, se os oye gritar en mallorquín cuando ustedes mismos habéis puesto un cartel que pone: se ruega silencio. Si no os importa todo esto, buscáis unas vacaciones austeras de espíritu y tampoco os importa subir una montaña donde está ubicado el monasterio de 15min de curvas de rally, entonces te encantará. Si no tienes desayuno incluido el café son 2. No tienen menú al mediodía (típico de Mallorca: hamburguesas y pizzas), solo a la noche. Si tú planteamiento es irte de vacaciones a Mallorca en un sitio tranquilo, no lo recomiendo. Nos vamos a casa con un dolor de espalda y cuello y una mala hostia que estaba con mejor humor trabajando antes de irme.

  

• Yoib

  20 julio 2019
  El monasterio de los horrores

  Decidimos hospedarnos en el monasterio buscando un sitio tranquilo, lejos del bullicio de los niños de los hoteles y de los guiris borrachos haciendo balconin.. Tras 15 min de una subida llena de curvas, donde es peligroso cuando te cruzas con otro coche porque pasan muy justos y no se ve nada con tanta curva. Llegamos a la recepción y no había nadie, una clienta nos indicó que la recepción era en el bar. Nos hicieron pagar el impuesto turístico que fueron unos 30 en efectivo. Llegamos sobre las 12.30h y nos dijeron que la habitación todavía no estaba hecha, que teníamos que esperar una media hora más. Pedimos una cama de matrimonio y nos pusieron en una doble. Pedimos expresamente una habitación silenciosa y nos pusieron al lado de la cocina... El colchón parece una máquina de tortura del siglo XV, de lo incómodo que era, todos los días nos levantamos con dolor de espalda. La almohada es como papel de fumar... El lavabo tiene un grifo de cocina y cada vez que te vas a lavar te duchas entero, porque salpica todo. La ducha tiene una cortinilla mugrienta por los bordes de abajo, sospecho que son hongos, no sé cuántos siglos hace que no se cambia.. Olvidense de TV, hay una sala común con una TV para compartir entre todos. Por supuesto no hay aire acondicionado, por la noche hace fresquito porque está en un sitio muy alto, pero si abres la ventana te comen los mosquitos, pues no hay mosquiteras. Así que tienes que elegir entre pasar calor o ser comido. Las paredes son de papel, asi que tengo que escuchar el agradable sonido que hace hace el de la habitación de al lado cuando escupe cada mañana. A esto hay que sumarle que por las noches es un punto de reunión de los jovenzuelos de la zona que suben a hacer botellón al monasterio y de rally con las motos (tuvimos que estar llamando a la policía cada noche porque no paraban). A las 6 de la mañana un pobre gallo que parecía estar en las últimas se ponía a cantar y a partir de aquí imposible dormir. Oyes absolutamente TODO, la gente que entra y sale de las habitaciones, los portazos de la gente que va a desayunar ( la habitación coincidía con la puerta de la cafetería), y el personal dando voces hasta las 11 que tocan a la puerta para limpiar. Recordar cerrar la puerta con llave porque si no se te meten en la habitación sin llamar. Así que eso de salir por las noches y quedarte a dormir hasta tarde..aquí es imposible. El hotel no ofrece menú de comidas, solo desayunos( que deja bastante que desear) y cenas, muy caro para lo que es. Cómo nosotros no teníamos el desyuno incluido porque no nos hacía gracia, nos indicaron que había una terraza solo para clientes con vistas al mar, eso sí, tienes que ir antes de que salga el sol porque no hay sombrillas y te abrasas. Creo que hacen negocio de cualquier cosa..las vistas son muy bonitas, pero no siempre vale con eso.. Una gran decepción y un gran dolor de espalda.

  

• adrianovv

  07 agosto 2019
  Monasterio + curvas = Hostal

  Si después de un Road Trip de 6 días recorriendo toda la Sierra de la Tramuntana con curvas dignas de un scalextric, barrancos temerarios y vistas espectaculares como Sa Calobra, Cabo Formentor, afrontábamos la llegada al Petit Hostal Hostageria Sant Salvador con ganas de descansar y desconectar en nuestros dos ultimo días de viaje. Cual fue nuestra sorpresa cuando el GPS nos marca 5 kilómetros y 15 minutos de tiempo de llegada. Avistamos en lo alto de una colina un antiguo monasterio. Una vez recorrimos las curvas hacia el santuario santo descubrimos que el hostal es un antiguo monasterio reformado y reconvertido en hotel. Aderezado con crucifijos, ermitas, vírgenes, santos y con unas vistas espectaculares nos dispusimos a cenar. El primer punto negativo es que la cafetería/restaurante tiene horario guiri. Cierra a las 10.30 de la mañana y a la 22.30 de la noche. Toda la comida es congelada y carísima. Las habitaciones son anodinas, blancas y sin ninguna decoración igual que los pasillos. Dos camas, un baño y todo muy limpio. Limpian las habitaciones todos los días. En resumen, si quieres quedarte en un monasterio y vivir la sensación de conducir por curvas de rallye mientras subes o bajas la montaña, este es tu sitio. Si por el contrario quieres un hostal cerca de todo y de buen acceso, busca otra opción!

  

• Olalla B

  11 septiembre 2020
  Vistas espectaculares

  Habitaciones austeras pero con lo necesario para estar cómodo. Solo te dan un jabón podrían tener gel y champú. Las vistas son espectaculares, es un lugar idoneo para desconectar un par de días. Eso sí, está en un alto por lo que para llegar tardas 10min subiendo por carretera de curvas. A evitar totalmente la cómida del bar, es incomestible...