Panorama

Comentarios destacados

• Radiomoet

  25 febrero 2013
  Como en casa

  Nos alojamos en este hotel una semana de esquí y la verdad es que fue una estancia genial. El hotel está muy bien comunicado, a 100 metros de la parada del esquí bus y a 200 del teleférico que sube a las pistas. Desde las habitaciones, todas con terraza, se tienen unas fabulosas vistas del valle y las montañas, aunque no se ven las estaciones cercanas. Tiene una amplia sala para dejar los esquíes, con entrada independiente (sin tener que subir escaleras) y con perchas para las botas calefactadas, junto a una pequeña zona de spa. La gente que atiende es muy agradable y nos hicieron sentir muy cómodos. Estaban bastante pendientes de tus necesidades en general. Las instalaciones, aunque algo viejas, están muy bien. Tienen una zona de bar de fumadores, con televisión común, dardos, ping pong y billar, donde se juntan, por la noche, los parroquianos del lugar, ya que en el pueblo no hay mucho más donde ir. Es un ambiente muy curioso. La gobernanta siempre va vestida de tirolesa típica, lo cual ayuda también a fomentar la peculiaridad del ambiente. Tienen wifi gratuíto por horas (hay que estar pidiendo la clave) y un ordenador metido dentro de una cabina a modo de mini ciber-café junto al lobby. La decoración es tradicional tirolesa, en madera y piedra, animales disecados y cuadros de flores y plantas. La calefacción, perfecta. El restaurante, cómodo y coqueto, está muy bien atendido. Los desayunos son abundantes y variados, con bastante fruta, varios tipos de pan, embutidos, quesos, fiambres, huevos, bacon, yogures, cereales... Tienen, en la zona de buffet, una zona de productos ecológicos que nos gustó mucho también. Las cenas estaban compuestas por una ensalada (buffet), sopa, dos primeros a elegir y dos segundos a elegir, postre y dos bebidas... Normalmente, la elección consistía entre un plato tirolés típico u otro más "normal". En general, nos pareció muy rico todo... y, sí, engordamos pese al esquí... Las habitaciones, correctas, no muy grandes ni muy pequeñas, con un baño nuevo y muy limpio, y la terraza (corrida, compartida por todas las habitaciones de la planta) con un par de butacas para ver la puesta de sol mientras se toma uno la cerveza que se ha podido comprar en el supermercado que hay justo debajo del hotel, hacen que la estancia en el Panorama sea de lo más agradable.

  

• 377dawidk

  22 diciembre 2019
  Skiing in December

  Stunning view from the window. 2 minutes walking from Finkenberg ski lift, very conviniet. Hotel is quite old, rooms are little bit rusty but comfortable. Hosts and food are amaizing. If you are looking for hotel to sleep in and ski all day it is a good choice, comparing price to service quality.