One Shot Recoletos 04

  • Hotel
  • 4 Estrellas

Calle Salustiano Olózaga 4, 28001 Madrid

Valoraciones

4.0 sobre 5

Basado en 710 comentarios

  • Ubicación

    4.5 sobre 5
  • Calidad/Precio

    4.0 sobre 5
  • Habitaciones

    4.0 sobre 5
  • Limpieza

    4.5 sobre 5
  • Servicios

    4.0 sobre 5
  • Calidad del sueño

    4.0 sobre 5

Descripción

Ubicación del establecimiento Si te hospedas en One Shot Recoletos 04, disfrutarás de una céntrica ubicación en Madrid, a 7 min a pie de Gran Vía y a 11 min de Museo del Prado. Además, este hotel se encuentra a 2 km de WiZink Center y a 3,3 km de ...

Disponibilidad

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Descripción general

Ubicación del establecimiento
Si te hospedas en One Shot Recoletos 04, disfrutarás de una céntrica ubicación en Madrid, a 7 min a pie de Gran Vía y a 11 min de Museo del Prado. Además, este hotel se encuentra a 2 km de WiZink Center y a 3,3 km de Puerta del Sol.

Habitaciones
Te sentirás como en tu propia casa en cualquiera de las 60 habitaciones con minibar y televisión de pantalla plana. Mantén el contacto con los tuyos gracias a la la conexión wifi gratis. El cuarto de baño está provisto de artículos de higiene personal gratuitos y secadores de pelo. Entre las comodidades, se incluyen teléfono y caja fuerte, además de un servicio de limpieza disponible todos los días.

Servicios
Aprovecha los prácticos servicios que se te ofrecen, como conexión a Internet wifi gratis o servicios de conserjería.

Para comer
Aprovecha el servicio de habitaciones con horario limitado de este hotel.

Servicios de negocios y otros
Tendrás periódicos gratuitos en el vestíbulo, tintorería y un servicio de recepción las 24 horas a tu disposición.

Datos de Interés
Las distancias se expresan en números redondos.

Calle de Alcalá: 0,2 km
Puerta de Alcalá: 0,2 km
Paseo del Prado: 0,3 km
Plaza de Cibeles: 0,3 km
Paseo de la Castellana: 0,3 km
Plaza de Colón: 0,5 km
Museo Arqueológico Nacional: 0,6 km
Gran Vía: 0,6 km
Centro cultural Círculo de Bellas Artes: 0,6 km
Museo Thyssen-Bornemisza: 0,7 km
Fuente de Neptuno: 0,8 km
Museo del Prado: 0,9 km
Congreso de los Diputados: 1 km
Casino Gran Vía: 1 km
Casino de Madrid: 1 km

El aeropuerto más práctico para llegar a One Shot Recoletos 04 se encuentra en Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas (MAD): 14,3 km

Información adicional

Check-in

Desde15:00h

Check-out

Hasta11:00h

Servicios

  • Accesibilidad

    • Adaptado para personas con discapacidad
  • Acceso a internet

    • Wifi gratis
  • Aparcamiento

    • Parking concertado de pago en las proximidades
  • Complementos habitación

    • Recepción 24 horas
  • Generales

    • Guardaequipajes
  • Servicios

    • Ascensor
    • Atención en varios idiomas
    • Caja fuerte en recepción
    • Información turística
    • Servicio de conserjería
    • Servicio de lavandería
    • Servicios de tintorería

Opiniones del hotel

4.0 sobre 5

Basado en 710 comentarios

  • Ubicación

    4.5 sobre 5
  • Calidad/Precio

    4.0 sobre 5
  • Habitaciones

    4.0 sobre 5
  • Limpieza

    4.5 sobre 5
  • Servicios

    4.0 sobre 5
  • Calidad del sueño

    4.0 sobre 5

Comentarios destacados

  • albitabg

    Muy bueno

    Un hotel muy bonito, limpio y original. Tiene muy buena localización en el centro de Madrid. Los empleados que pude conocer muy amables y atentos. Buena relación calidad-Precio. Mi pareja y yo volveremos.

    5.0 sobre 5
  • CarlosAndreu

    Excelente ubicación, demasiado impersonal

    Habitación: 306 Fecha de entrada: 16/12/2020 Tarifa: 66,00 (SA) Entre la Puerta de Alcalá y el Paseo de Recoletos, rodeado de señoriales edificios y cafés modernos. Una fachada clásica en ladrillos rojizos y grandes bloque de granito blanco enmarcando las ventanas, balcones de rejas y contraventanas de madera, mimetizan totalmente el establecimiento con el entorno. La calle resulta tranquila y frente a la puerta hay una zona reservada para facilitar la descarga de equipajes, taxis... Dos altos maceteros metálicos rematados por sendas esculturas en forma de cabezas redondeadas enmarcan la típica puerta de paso de carruajes de la zona. Si no fuera por las esculturas, el hotel pasaría desapercibido. Pasadas estas paredes grises, techos altos, suelos de baldosas antiguas con el sabor del Madrid de antaño. Alfombras gruesas, y unas puertas de cristal correderas nos dejan en un mínimo recibidor de suelo irregular ocupado por una enorme silla de enea y una escultura de una vaca con cuernos de ciervo. A la izquierda unas bonitas escaleras nos suben a una mínima recepción. De frente, por un intrincado pasillo llegaríamos al ascensor. Subimos por la escalera, que tiene una bonita barandilla metálica en el lado izquierdo. De frente, un mostrador contundente de forma irregular con un puesto de trabajo. Protegido por un metacrilato que nos separa del todo de la joven recepcionista que inicia un tedioso proceso de registro. Recoge nuestro DNI y nuestra tarjeta de crédito y después de tomar todos los datos, los mete en un aparato para desinfectarlos. Por fin nos da, en el mismo aparato desinfectador la llave de la habitación. Nos explica que por el covid los servicios del hotel se han reducido al mínimo así como las amenidades ofrecidas en la habitación. Que en unos instantes recibiremos un email con diversas opciones para solicitar algún producto más de aseo, productos para el minibar y la clave del wifi. Este es gratuito pero el proceso de conexión resulta complicado por no hablar de la contraseña que hay que introducir de nuevo cada vez que nos desconectamos. A la izquierda del mostrador hay unas butacas en rojo para esperar a algún huésped junto a un bonito balcón, aunque el espacio es reducido. Sin volver a bajar, salimos hacia la derecha por un pasillo en el que ya hay habitaciones. Allí tomamos el ascensor de puertas metálicas correderas. Su interior es excepcionalmente grande. Un gran espejo al fondo y paredes negras en el resto. Un dispensador de gel. Suelo de madera con baldosas de las antiguas. El interior de la cabina tiene dos puertas: por una se entra y por la otra se sale, directamente a un pasillo de habitaciones, sin recibidor. Suelo de madera con una larga, bonita y tupida alfombra en tonos escoceses para amortiguar el sonido. Unos discretos carteles oscuros con números metálicos nos indican el camino a seguir hacia la habitación. Atravesamos la vieja y preciosa escalera del edificio original, con una madera de caoba muy brillante y una barandilla de forja, y unos amplios ventanales que dan a un patio interior pintado con extraños dibujos de caras, ojos, manos desde arriba hasta abajo. Los pasillos de las habitaciones hacen varios requiebros. Paredes de color gris, techos altos y puertas en blanco con grandes números al lado indicando la habitación. La habitación se abre por contacto con la llave entregada, que es de color rojo fuerte con el logo de la cadena. Dentro, suelo de madera antigua muy bonita y cuidada. Paredes pintadas en gris. El espacio no es muy grande. Primero un pasillo. A la derecha, una larga cortina gris y un visillo cubren dos ventanas a un oscuro patio, con cristales opacos. Tras las ventanas, un espejo de cuerpo entero y el display del aire acondicionado, algo complicado con demasiados botones pero que funciona bastante bien y con escaso sonido. En el lado izquierdo de ese pasillo de entrada además de la rendija para activar la luz, encontramos un armario pequeño, sin puerta, con un colgador con 6 perchas normales y la caja fuerte que es el único espacio sobre el que dejar la maleta. Encima, un punto de luz. El espacio de la habitación no es grande. Dos camas, estrechas, vestidas con suaves edredones nórdicos blanquísimos y tres almohadas en cada uno con distinta dureza y tamaño. Resultan cómodas aunque justas de anchura para los que somos grandes. Aparecen empotradas contra un cabecero de capitoné en piel azul muy claro. A cada lado sendas mesillas de madera negra de forma piramidal. Sobre ellas, enchufes para los aparatos electrónicos y curiosos interruptores de los que simplemente hay que apretar en el centro. Por encima, y enfocando a la cama sendos potentes flexos de luz direccionables para la lectura. A los pies de la cama hay una mesa de madera con patas de metal y un armario en cuyo interior hay un minibar vacío, que hace demasiado ruido por la noche. Sobre la mesa se ofrece un sobrecito de gominolas y un brick de agua mineral. Además en la pared hay un enchufe disponible, y sobre él un enorme televisor de plasma. La silla de trabajo, de madera negra, resulta algo incómoda y baja de respaldo. A su lado hay una butaca roja En un rincón hay una butaca color burdeos también incómoda. A la izquierda de la cama encontramos una lámina enmarcada con la foto de un edificio en construcción y a continuación una estrecha ventana practicable y de aluminio moderno muy consistente. Las vistas a un oscuro patio interior al que se asoman otras habitaciones y baños teniendo todas las paredes pintadas con motivos vegetales. Visillos y foscurits, tanto en esta ventana, como en las otras no pueden evitar que la escasa luz de los patios interiores se cuele también en la habitación. El hotel resulta tranquilo. No se escucha nada del exterior, al ser habitaciones interiores. La insonorización interior podría ser mejorable porque se oyen las puertas de las habitaciones cercanas, pasos, movimientos.... Todo el techo de la habitación está rodeado de una moldura de escayola que tiene remetida una tira de luz led, que ofrece al especio una calidez especial. A la derecha de la habitación encontramos el baño, sin puerta. Es pequeño de tamaño y está divido en tres partes. En el centro, sobre suelo de baldosas grises y blancas y paredes alicatadas en mármol blanco hasta media altura, encontramos una encimera de silestone blanco apoyada sobre unas patas metálicas negras. Encima un lavabo exento con un gran grifo moderno al que le falta algo de caudal, dos vasos de plástico negros y una bandeja con un bote de gel, otro de champú y otro de aconcidionador envasados para la cadena con unos mensajes divertidos y una jabonera negra con una pastilla de jabón . Encima hay un generoso espejo y a cada lado sendos apliques de luz. En la pared derecha un espejo de aumento y un secador de pelo potente. A la derecha, tras una puerta de cristal opaco encontramos el inodoro. El habitáculo tiene una ventana grande a un patio interior que puede cubrirse con un estor desde el techo. También hay una papelera metálica. En el lado izquierdo y simétrico hay una bestial cabina de ducha con un remate de teléfono y una enorme alcachofa en el techo de la que cae agua a raudales. Presión, caudal y temperaturas son formidables. Colgando del lavabo se ofrece el juego de toallas, blancas, mullidas, haciendo tiras con el logo de la cadena: dos de lavabo, dos de baño, enormes, y un albornoz con zapatillas de felpa negras. Ambos espacios están iluminados con una tira de luz retranqueada en una moldura generando una agradable sensación. Por la mañana en la recepción de nuevo hemos de dar todos los datos para la emisión de la factura y seguir el mismo procedimiento de desinfección de la tarjeta de crédito. Todo algo largo y tedioso. Al menos nos preguntan si todo ha estado bien y si el descanso ha sido correcto. Calidad/precio: 9 Servicio: 7 Ambiente: 8 Habitación: 8 Baño: 9 Estado de conservación: 9 Desayuno:

    4.0 sobre 5
  • carmengV1139GP

    Finde en Madrid

    Perfecta ubicación en el centro de Madrid. Esta cerca de la puerta de Alcalá y del retiro!! La habitación muy limpia y el personal muy amable.lo que más me gustó fue la decoración, muy original. Lo recomendaría sin duda.

    5.0 sobre 5
  • annaromerogarcia

    Muy bien

    Justo al lado de la Puerta de Alcalá, cerca de la calle Serrano y de Chueca. El sitio es inmejorable para salir a pasear y conocer Madrid. El personal ha sido muy atento, el trato casi personalizado. No tienen plazas de aparcamiento pero tienen un convenio con un párking que está justo en la puerta de Alcalá (a 2min andando) y te hacen un descuento de un par de euros por día que pases en el hotel. No es mucho, pero se agradece. Las habitaciones son muy cómodas y más espaciosas de lo que aparentan las fotos, aunque la habitación interior no tiene mucho espacio de armario (si vais a quedaros más de tres días, eso hay que tenerlo en cuenta). La ducha tiene mucha presión y el agua caliente sale MUY caliente en nada de tiempo, hay que vigilar para no quemarse. Mi única pega han sido las almohadas: eran buenas pero demasiado abultadas para mí. No pregunté si podían cambiármelas porque sólo estuve una noche en el hotel. Mi marido durmió de maravilla. Una estancia muy recomendable.

    5.0 sobre 5
  • David F

    Excelente experiencia

    Hotel de la cadena One shot situado a 3 minutos de la Plaza de la Independencia y la Puerta de Alcalá. El arte se aprecia en cada estancia del Hotel, la atención al cliente a la hora de realizar el check-in es impecable y las habitaciones son amplia y cómodas.

    5.0 sobre 5