Matelote

Comentarios destacados

• cvm141

  06 junio 2017
  Un recepcionista que no puede comunicarse en francés ...en Bélgica.

  Nada que objetar en relación a la céntrica ubicación del hotel o a la habitación: limpia y agradable. Por lo demás, la relación calidad-precio fue correcta. El problema estuvo donde menos lo esperábamos. Llegamos al hotel pasadas las 22:00 hs tras viaje por carretera, dificultades de acceso a la ubicación del hotel (centro de Amberes) debido a la celebración de la fiesta local y dificultades también (por el mismo motivo) para encontrar parking libre. Al llegar a la puerta del hotel, advertimos que dicha puerta estaba cerrada y que, en su interior, no había nadie a quien acudir para que nos atendiera. (¿? ¡!). Primera sorpresa. Habíamos hecho la reserva por internet, en carretera y no reparamos en que, al parecer, se trata de una práctica que está extendiéndose en algunos hoteles: a partir de una determinada hora, se cierran las puertas y nadie en recepción. Tras algunos minutos de desconcierto advertimos que en la puerta del hotel había indicaciones en un idioma que ignorábamos (presumiblemente en flamenco) con un número de teléfono. Llamamos al número en cuestión y nos atiende un chico hablando precisamente ese idioma: el flamenco. Le hablo en francés, no por falta de cortesía sino -insisto- porque ignoro el flamenco. Cuando estoy precisándole las circunstancias en que nos hallábamos me interrumpe, en inglés, para decirme que no entiende el francés (???). Segunda sorpresa. Me quedo estupefacto unos segundos, más segundos estupefacto en los que llego a preguntarme dónde estoy. No doy crédito. Estoy, decididamente, en Bélgica, donde el francés es idioma co-oficial que deben aprender valones y flamencos desde pequeños en el colegio, al menos. Y estoy hablando con el servicio de urgencia de un hotel ubicado en una ciudad que recibe a personas de distintas nacionalidades; un hotel que ha cerrado sus puertas y que no tiene físicamente a nadie que atienda a quien ya tiene una reserva y ha pagado la habitación. Con un inglés deficiente (el mío y el del recepcionista) conseguí, tras cerca de 20 minutos al teléfono, encontrar el modo de acceder al hotel y a la habitación. Todo sea dicho: a la mañana siguiente nos atendió una chica muy amable que nos pidió disculpas por lo ocurrido la noche anterior. He visto y he vivido cosas raras en Bélgica. Ésta es una de ellas.

  

• Monit_70

  11 septiembre 2017
  Hotel con encanto,buena ubicación y buena atención

  El hotel tiene una muy buena ubicación ,cerca de todo para hacerlo caminando.Las habitaciones (nos dieron un upgrade en ambas habitaciones sin haberlo pedido,fué todo un detalle) son sumamente amplias así como el baño,y con una muy bonita decoración así como todo el hotel. El desayuno estuvo bien,sencillo pero bien. Lo único en contra es un poco de calor en las habitaciones (el aire es de los portátiles al menos el nuestro),pero nada no superable.No tiene ascensor,no fué un problema para nosotros,pero puede serlo para gente mayor o si llevas mucho equipaje.Fué una muy buena experiencia,repetiremos de volver a Amberes.

  

• jazeker

  24 enero 2018
  fue dificil llegar.

  Saliendo de la hermosa estacion de Amberes, no habia muchos taxis, casi todos los conductores poco amables y algo agresivos, no querian llevar por que era dificil de ubicarlo,al final nos llevo un taxi que nos dejo a 70 mts del hotel, no hubiese habido problema, salvo que nevava, El hotel normal, no hay ascensor y tiene unas pequeñas escaleras en caracol. Baño amplio, con dos duchas, cama comoda, desayuno muy simple. Lo mejor fue el trato del perosnal. y la carcanis del Grotte mark.

  

• Pepita C

  15 abril 2018
  Nada del otro mundo

  La verdad es que no fue dificil llegar al hotel, solo esta a unos 20 caminando desde la estación de tren y es bastante derecho. Esta en el centro historico con todos los puntos de interes cerca y gran variedad de restaurantes y bares. Las recepcionistas fueron amables en todo momento y nos dejaron dejar las valijas en el hotel para poder ir a recorrer. Nos hospedamos en la habitación 8 y el acceso es bastante complicado con valijas. Hay que subir una escalera caracol estrecha y no es algo agradable, por suerte teniamos valijas chiquitas. La chica se ofrecio a ayudar pero era mas pequeña que yo asi que me parecio un abuso. Quizas estaria bueno que haya un hombre que lo suba o que hagan otro acceso porque no es comoda esa escalera en ningun momento. El tamaño de la habitacion y cama eran comodos pero el baño todo lo contrario. Parece un placard. La ducha y el lavatorio esta detras de una puerta corrediza y el inodoro en otro, todo es muy estrecho y encerrado. La puerta de donde esta la ducha se traba y no desliza, por lo que no se puede cerrar por completo. La ducha es de 1mt x 1mt y los azulejos estan pintados, pero se les sale la pintura, asi que si dejan jabon o algo por el estilo resulta bastante desagradable. Lo que se rescata del hotel es la atención, la ubicación, el diseño simpatico de la recepcion y el tamaño de la habitacion.

  

• sumpyta

  25 marzo 2019
  Cerca de la catedral y calle muy tranquila.

  La chica de recepción muy amable y simpática. Nos indicio muchos sitios interesante que visitar. Habitación limpia y bonita. Zona tranquila cerca de la catedral. Cafe, te, fruta y pastas gratis Lo malo: Segundo sin ascensor. No es un problema. Habitación algo pequeña pero bien organizada. La ubicación es buena y podría repetir sin problemas. En el patio de luces hay palomas y hacen algo de ruido por el día. Por la noche silencio.