Las Truchas

Comentarios destacados

• aargorn4

  19 agosto 2020
  Deja mucho que desear.

  Un establecimiento que se quedó anticuado hace muchos años y le hace falta una buena reforma.Ventanas viejas que casi no se pueden cerrar , armarios que dan pena ,el baño es muy estrecho y la ducha el sumidero huele. Limpieza muy justa y más en tiempos de Covid. El uso de mascarillas por parte de los empleados y responsables dentro del recinto ,en fin, se la ponían rápido cuando se encontraban algún clientes.Una de las tardes de los días que estuvimos allí hasta nos cruzamos con un empleado que nos atendió en la comida por la planta de las habitaciones en camiseta y calzoncillos. El desayuno cosas bien y cosas muy mal, las buenas , plato de pavo y queso, bizcochos que estaba rico, pan tostado y tomate natural triturado para el pan.Lo peor el zumo que era de bote y que pasaba de mesa en mesa y la jarra con la leche caliente también (esto nos pasó el primer día con empleado al segundo día la camarera te servía el zumo que querías y la leche). Y para rematar el día de la salida que terminamos de desayunar a las 9.30 ,queríamos hacer el check out y largarnos ,nos tocó esperar hasta las 10 porque según decían no empezaban a trabajar en recepción hasta esa hora, pero el horario que ponían tanto en las habitaciones como en recepción era a partir de las 9 si querías salir antes tenías hacer el check out el día anterior, pero lo más cachondo es que la unica camarera que servía los desayunos también cogia el teléfono de recepción que lo llevaba encima.Y para colmo a las 10 llega la persona de la recepción con más chulería que otra cosa y la explicación que nos da es que para dos salidas que había ese día que para que iban a ir antes. Lo mejor la cercanía Monasterio de Piedra . Para todo lo demás .....yo me buscaría otro sitio.

  

• nerea G

  19 agosto 2020
  Quizás fue algo bueno hace muchos muchos años

  Fue una decepción. Reserve tras revisar la web, la habitación familiar era estupenda y pedí reservarla para 3 personas. Al llegar tenia asignada una habitación triple fea y con un olor terrible. Pregunte en recepción por el olor, que dependía del viento me dijo y que si esperaba quizás se fuera. Solicite cambio de habitación a la familiar solicitada y vista en la web.Me dijo que era para 4 personas, le pedí que me la enseñara porque desconfiaba de que existiera, no se animo a hacerlo. En el pasillo vi otra que me gusto y no olía, no me la podía dar porque era para cuatro, pero no era la familiar de la web tampoco. Me quede con la 208: ventanas viejas que se abrían con dificultad, persiana que pesaba y crujía, baño con cortina y muebles viejos y destartalados (no vintage) en la habitación, toallas con manchas. Las escalaras estrechas que no permitían mantener la distancia de seguridad entre los que subían y bajaban y no había circuito establecido, los menús escasos, al igual que el personal, que no respetaba el protocolo de limpieza por Covid porque no había suficiente. Aun así mantenían la atención de calidad y servían estupendamente. Todo el entorno requiere reforma también, el empedrado suelto del aparcamiento, el mobiliario de la piscina no recibía un lavadito desde hace unos años. Las cortinas del comedor horrorosas y los cristales completamente sucios. Algo bueno: los colchones, la piscina con poca gente y el personal que no fuera el de la recepción (recuerdos a su amiga Tere señora, que me hizo esperar un rato mientras trajinaban para que se colara en la piscina a pesar de tener el aforo completo) y supongo la encargada del comedor que gritaba como una loca por la reclamación u opinión negativa que había presentado un cliente. Ya me pitan los oídos señorita, que poca vergüenza y que nula profesionalidad. Que una persona entre 500 clientes se quejara debería hacerle pensar al que pone la queja que esta equivocado decía. Eso es atención al cliente. Lo mismo que decirle a los profesionales encantadores de la limpieza que echen ambientador en la habitación que huele mal por hay una clienta que se ha quejado, que pena que yo estaba delante. Que poca clase! Fue caro para lo que ofrecía y la comida corriente y los platos escasos. Ofrecían opciones sin gluten Pense que este tipo de establecimientos ya no existirían en el 2020.

  

• javier k

  05 diciembre 2020
  Excelente trato

  Excelente trato y buena calidad. Un oasis en estos momentos de pandemia. Es una suerte ver que siguen aguantando negocios familiares en 3stosnduros tiempos. El servicio muy atento y buena comida casera.

  

• U4570HOcarlosm

  06 febrero 2021
  Sólo Rte

  Carta sin precios escrita a bolígrafo Calidad comida pasable, si aciertas a saber lo disponible. ( Comprensible en estos tiempos tan complicados). Servicio no parece muy profesional; y mucho menos para cobrar 60 por 1 Tosta de Escalibada, "Rebanadas de pan con aceite y ajo, plato colmado de croquetas caseras(?). Segundos: 1 Rabo de toro y 1 Bistec (?). Postres: 1 Naranja y Tarta De Chocolate. No tomamos café. Agua 1,5 Plástico y 2 Cocacola de Lata. No creo que sea la misma dirección que hace unos años nos atendieron con un servicio de muy alta calidad, detalles de muy alta profesionalidad, calidad platos y cuentas muy acorde con esto último. No admiten pago con tarjeta, y la cuenta es un papel escrito a mano .??

  

• spotter1951

  20 febrero 2021
  Peor imposible

  Hecha una reserva, con la conformidad del restaurante incluso en detalles sobre la ubicación de la mesa, a la hora exacta llegamos y no hay mesa disponible y dicen que según llega la gente ocupa las mesas y las reservas no importan. Al menos tres grupos de personas, todas ellas con reserva confirmada, se quedan con la misma explicación. Por otro lado llama la atención que hoy en dia, que se puede pagar una barra de pan con tarjeta de crédito, no las admitan en ese pseudo-restaurante. Lamentable y patético establecimiento.