La Fanega II

Comentarios destacados

• GilbyR

  27 marzo 2016
  Amplia, pero no funciona nada!

  Fuimos un grupo de 8 personas con 3 niños pequeños. En cuanto a amplitud la casa está muy bien. Las habitaciones son grandes con camas cómodas, el salón es amplio con una gran mesa para comer, una sala de estar en la segunda planta por si se quiere crear diferentes ambientes, y una zona exterior con barbacoa y mesa grande para comer. El trato recibido fue agradable, nos acompañaron hasta la casa y nos llamaron durante la estancia para preguntar si necesitábamos algo. Hay algunos detalles muy buenos, como alguna cuna portátil, una trona para los niños pequeños, o un jacuzzi doble en una de las habitaciones. El problema está en otros detalles, como que el frigorífico no se puede regular y congela la comida, el lavavajillas no lava bien, el microondas no funciona del todo bien y la vitrocerámica tiene alguno de los fuegos que no enciende. En relación al menaje de la casa es escaso, no hay suficientes para dos comidas seguidas. La calefacción de la casa es mediante suelo radiante pero no se puede manejar al gusto, en algunos momentos pasamos frío y en otros demasiado calor.

  

• Lu L

  25 abril 2016
  Amplia , pero muchos peros

  Fuimos dos matrimonios con tres niños y escogimos en un principio EL CELEMÍN, porque para una noche nos parecía mejor aunque tuviera un baño menos. Mientras estábamos en el coche de camino hacia allí nos avisan de que saltan los automáticos y que no nos pueden poner en ésa casa porque no estaban saltando los automáticos constantemente; así pues nos daban la otra casa, La Fanega I, que era 70 más cara, y se salía de nuestro presupuesto, pero como ya estábamos de camino, pues nada. Al llegar a la casa muy bien porque estaba calentita y funcionaba la calefacción perfectamente.. Pero al ir empezando a tocar las cosas, vemos que el grifo de la cocina estaba totalmente descolgado, que faltaban toallas grandes y había poca leña. Eramos siete personas y había siete vasos. Pero salvo eso, muy bien, había de todo, hasta pastillas para encender la chimenea. A media tarde sentados en el sofá y tan a gusto enfrente de la lumbre, con un tormentón de primavera, notamos que nos empieza a caer agua en la cabeza... ¡goteras!, no fue una exageración, pero los barreños que pusimos se llenaron un dedito. Menos mal que dejó de llover. Después al ir a ducharnos, nos dimos cuenta de que en el baño de abajo, cuando te duchabas arriba, caía agua también abajo!, ¡más goteras!. La limpieza de la casa... regular... movimos un sofá porque rodó una pelota debajo, y madre mía lo que salió debajo de ése sofá. Y las duchas... regulín la limpieza... se notaba en las esquinas que le faltaba mucho que frotar. Eso sí, la barbacoa y la chimenea sin cenizas!, muy bien. No puedo decir que el trato fue malo porque Cristina y su compañero nos trataron de maravilla y con una amabilidad mayúscula, en seguida vinieron a ver las goteras, a traernos más vasos y más toallas, y debo decir que nosotros reservamos la noche antes de entrar, pero entiendo que si tienes una casa preparada para que entre la gente es porque está en perfectas condiciones de alquiler. Y la verdad es que fue un chasco que tuviéramos que coger la cara cuando nuestra intención era coger la barata. Debo decir que el jardín una maravilla, césped, barbacoa, sombra, sillas y mesa fuera, muy agradable, puedes dejar el coche dentro de la parcela, bajo llave. También escaleras muy peligrosas para niños pequeños, nosotros estuvimos con el alma en vilo todo el tiempo.

  

• 348lurdes

  10 abril 2017
  El sitio maravilloso la atención pésima no lo siguiente.

  Es la segunda vez que vamos, porque realmente la casa es una maravilla. El problema viene con los propietarios. La primera vez estuvimos para firmar más de una hora, porque la persona encargada se tomó con una calma tremenda el meter los datos. Fijaos la atención que tienen que me dió una bajada de tensión y en medio del pasillo delante de la encargada, yo tumbada y con las piernas hacia arriba para que se me pasara, ni si quiera me ofreció un azucarillo. La segunda vez nos han dejado sin calefacción, después de llamar dos veces a la señora y que esta nos ofreciera mantas y nos dijera que iba a tardar en caldearse, cosa que comprendemos, era la una de la mañana y estabamos tiritando de frio, uno de nuestros compañeros mandó una mensaje a las 4 de la mañana diciendo que eso no se caldeaba ni queriendo. ATENCIÓN a las contestaciones de la mujer: si no me lo decís no puedo hacer nada (señora la hemos llamado dos veces y la hemos mandado un mensaje) "es que la casa entiende que si está abierta la piscina no se pone la calefacción" hombre en abril, si me das a elegir en ávila prefiero la calefacción. "Es que la calefacción tarda en saltar puedo poneros radiadores si acaso" a lo que contestamos mujer si nos pones la calefacción no hace falta que te molestes y traigas radiadores. En resumen que cualquier problema que hubiera había sido nuestra culpa. En cuanto al lavaplatos, esta vez funcionaba, pero me encontré las típicas pajitas de cubata cuando fui a ponerle y a parte estaba desmontado, los carriles no funcionan y si hey suerte no sale la espuma. Moraleja el lugar el maravilloso, precioso y super agradable, pero no vamos a volver por la estupidez humana.

  

• rafapadilla93

  23 mayo 2018
  Sabor agridulce

  No se ni por donde empezar, a si que empezaré por lo bueno... La casa esta bien, esta apartada por lo que el ruido no es mucho problema, tiene piscina a si que te puedes dar un baño y encima no tiene horario a si que genial. La piscina se comparte con la otra casa a si que esta bien para conocer a gente. La zona esta chula y puedes dar una vuelta por el campo. Hay barbacoa y cuando fuimos hacia todavia un poco de frio, hay mantas y radiadores electricos por toda la casa. Ahora vamos con lo malo, al llegar tienes que firmar un papel donde te explican unas cuantas cosas (la letra pequeña) en donde dice que si no dejas limpia la casa te cobran 2 horas de limpieza a 20 cada una, por lo que al final son 40. Para cobrar ese dineral por limpiar la casa tenia bastante suciedad, telarañas, polvo,arena.... Ni se te ocurra mirar debajo de camas o de los sofás. Entiendo que es una casa de campo y que haya una telaraña en el techo a dos metros de altura bueno, pero debajo de la encimera, en la mesa... En fin. Hay que tirar la basura cuando te vas que no pasa nada pero hay que saberlo. Lo que más nos molestó fue que al llegar te enteras que la parte de SPA donde tienen una sauna y un jacuzzi es de pago, ya que en ningun sitio lo pone (ni en AIRBNB ni en la pagina avilarural ni aqui). Además alllegar nos comentó que nos olvidaramos del SPA porque habia que avisar con tres días y nosotros ibamos a estar dos. Hay barbacoa pero no hay ni unas pinzas o algun utensilio para coger la comida. La casa hace mucho ruido...da la sensacion de que la segunda planta no estaba y han puesto vigas y suelo de madera por lo que no te levantes al baño a media noche porque todos se enteran (enserio tiembla toda la casa). Si tu o tus amigos/familia/lo que sea te/se pone/n cariñosos por la noche creeme que te vas o se van a enterar de todo. La piscina no es climatizada (vaya eso si lo pone pero lo del SPA no...) y el agua está fria. La piscina esta cubierta por lo que hace calor dentro de la sala pero el agua no se calienta. La depuradora se enciende sola cada 4 horas pero el agua transparente, lo que se dice transparente no estaba. En resumen, hay mas cosas malas que buenas y da la sensacion de que han hecho alguna reforma y quieren rentabilizarlo a costa de la limpieza, de un trato un poco cuestionable, etc...

  

• 713beaf

  09 septiembre 2018
  Menudo finde...

  Nada más llegar a la casa nos dicen que tenemos que irnos a Velayos (un pueblo cercano) para hacer el check in y para recoger las llaves cuando en ninguno momento nos informaron de ello. Cuando llegamos a la casa la chica que nos estaba enseñando las instalaciones nos llevó a la piscina y lo primero que vimos fue una cucaracha correteando por allí. La casa estaba llena de telas de araña, con falta de limpieza. Cuando subimos a las habitaciones nos dimos cuenta de que solo había una toalla para cada uno y que las mantas que nos habían dejado en los armarios por si teníamos frío estaban sucias. En los baños solo había un rollo de papel higiénico casi terminado y uno nuevo. Los dos baños tienen un grifo que pierde agua, se han tirado goteando todo el fin de semana. Fuimos a preparar la cena y cuál fue nuestra sorpresa que todos los vasos, platos, sartenes... estaban sucísimos y no podíamos fregarlos porque no había ni un estropajo ni nada para poder hacerlo. El sábado llovió y cuando nos quisimos dar cuenta teníamos el sofá encharcado porque había dos súper goteras. Comenzó a enfriarse la casa y como íbamos con bebés intentamos poner un poco los radiadores y fue imposible, ninguno funcionaba y los enchufes que estaban con los radiadores tampoco, para poder cargar los móviles teníamos que turnarnos los enchufes.