Kibbutz Ein Gedi

Comentarios destacados

• miriam d

  25 febrero 2013
  Comodidad sin lujos en un ambiente unico

  Voy desde hace casi una decada de forma periodica al kibbutz hotel de Ein Gedi. Es un hotel atipico, ya que las habitaciones son casitas situadas en medio de un maravilloso jardin tropical. Las mas antiguas, mas baratas, ofrecen una amplia habitacion doble agradablemente decorada y amueblada con sencillez, un cuarto de bano con ducha, un pequeno porche donde poder sentarse y un pequeno espacio exterior para secar los banadores y toallas; estas habitaciones dan directamente al jardin, por lo que no tienen vistas especiales. Las habitaciones nuevas estan situadas en unas construcciones de dos plantas frente al valle Arugot, son mas amplias aun, estan amuebladas con mayor lujo y probablemente cuenten con bano entero en el cuarto de bano; estas habitaciones tienen magnificas vistas al desierto que circunda el kibbutz. Por tanto, la mayor ventaja de las habitaciones modernas son las vistas - que se pueden admirar en todo caso desde el jardin - y su mayor inconveniente es el precio. Todas las habitaciones cuentan con aire acondicionado, frigorifico y cafetera electrica. Se puede tomar solo la habitacion con desayuno, media pension o pension completa. El restaurante funciona en regimen de autoservicio, por lo que no hay limite en la cantidad; la variedad de alimentos ofrecidos es inmensa, de excelente calidad y sabrosos, si bien la cocina es sencilla, tipicamente israeli, no una cocina europea o asiatica sofisticada. Hay agua, jugos de frutas y bebidas calientes gratuitas en todas las comidas; por el contrario, hay que pagar las bebidas alcoholicas, pero el hotel permite llevar comida y bebidas de casa a las habitaciones, no al propio comedor. Ademas de las habitaciones, el hotel tiene un edificio de recepcion donde ocasionalmente hay conciertos, un edificio de restaurante, una gran piscina de agua dulce donde se puede nadar en cualquier epoca, un edificio de spa para tratamientos, un pequeno zoo y un jardin de cactus. En el precio de la habitacion esta incluido el uso de un autobus que transporta a determinadas horas a los clientes desde el hotel hasta un centro termal situado a unos 6 Km., cerca del Mar Muerto; la entrada a este centro tambien esta incluida en el precio de la habitacion, lo que permite banarse en las piscinas interiores de aguas sulfurosas muy calientes, hacerlo en la piscina exterior de agua dulce, usar las sillas y tumbonas, asi como el barro del Mar Muerto y tambien el trenecito que lleva hasta la orilla. No estan incluidos los tratamientos que se pueden tomar tanto en el propio hotel como en el centro termal. Para emplear una toalla, hay que dejar un deposito de 10 shekels, que devuelven al entregar la toalla usada. El hotel ofrece actividades variadas a precio reducido para sus clientes, entre las que es de destacar la visita guiada todos los sabados a la Reserva Natural de Ein Gedi con transporte en un autobus especial incluido. Se puede acceder al hotel con facilidad en transporte publico desde la Estacion de Autobuses de Jerusalen, en 1.30 h. Tambien se puede ir en autobus desde el hotel hasta la Reserva Natural de Ein Gedi y hasta el Parque Nacional de Masada de domingo a viernes a mediodia, no durante el shabat judio. Por lo tanto, durante el fin de semana es necesario contar con transporte propio si se desea visitar Masada. En mi caso, siempre he recibido un servicio excelente en la Recepcion, habiendo observado que SI prestan ayuda con carritos electricos a los clientes que la necesitan para transportar su equipaje; de hecho, los clientes ancianos o invalidos tambien son transportados en cochecitos electricos al restaurante u otras zonas del kibbutz alejadas de sus habitaciones. Tambien he recibido siempre un servicio correcto en el centro termal y en la piscina del hotel. El servicio del restaurante lo llevan a cabo jovenes del kibbutz, no camareros profesionales, por lo que si bien son muy amables, no siempre trabajan a la perfeccion: en especial, suelen precipitarse a retirar los platos de la mesa en cuanto el cliente se levanta, a tomar mas pan, por ejemplo, incluso si aun no se ha terminado de comer. En el kibbutz residen varios latinoamericanos que trabajan para los clientes, por lo que las personas que no hablen hebreo ni ingles no tendran ningun problema de comunicacion. Excelente hotel si desea tener un alojamiento comodo pero sencillo en un ambiente natural e historico unico. Si quiere algo mas lujoso y sofisticado, mas alejado del medio ambiente, es preferible que se dirija a alguno de los hoteles de Ein Boqek o Newe Zohar en el sur del Mar Muerto.

  

• llibert s

  29 marzo 2016
  Paraiso

  Estas en medio del desierto, en medio de un jardin botánico y con unas vistas espectaculares. Es la tercera vez que visitamos este hotel. En recepcion te dan los tickets para ir al sea of spa en el mar muerto a pocos kilometros, el shuttle bus sale cada hora de la recepcion es muchisimo mejor que uasr el sinergy spa dentro del hotel.

  

• Reina Susana N

  05 junio 2017
  Muy singular

  Este hotel se encuentra dentro de un Kibutz (granja colectiva) es como entrar en un jardìn dentro del desierto. Una parquizaciòn increible con vistas al desierto donde se pueden ver ciervos. Los senderos al comedor al que se puede acceder caminando o con los vehiculos del hotel, poseen una vegetaciòn exuberante. Las habitaciones son muy amplias excelente cama con cafetera elèctrica y nespresso con sus capsulas de cortesìa, agua de cortesìa y amenities varios. El baño grande y completo. Posee piscina al aire libre en un gran jardìn y Spa. El desayuno buffet muycompleto se podria decir espectacular igual la cena en el restaurante. El hotel cuenta con playa privada y un complejo con piscinas termales de aguas negras sulfurosas, una piscina al aire libre y restaurante. Para llegar al mar un tractor con un carro lleva a la playa que cuenta con sombrillas y reposeras. Un sueño

  

• 79jesusf

  03 enero 2018
  Es buena opción para visitar el Mar Muerto si buscas algo especial

  Es un hotel kibutz. Quiere decir que el servicio y el entorno es informal y muy poco profesional. Las habitaciones son sencillas pero no falta nada. El comedor es muy kibutz, a veces te puede parecer un comedor militar o de hoy scouts. Comida abundante y de calidad regular. Vamos para quitar el hambre y poco más. Eso sí el entorno es magnífico, situado en un oasis en pleno desierto de Judea, lleno de magníficos árboles y plantas. La mejor opción si quieres una experiencia israelita y buscas huir de los resorts de la zona. Te ofrecen entradas gratuitas para el spa comunitario junto a la playa donde está la zona de playa, la posibilidad de untarte de barro del mar y una piscina de agua sulfurosa un poco venida a menos.

  

• anaaafu

  06 mayo 2019
  Sin mas y caro

  El sitio esta limpio y correcto eso si no para pagar alrededor de 250 euros. La ducha se nos atasco y pretendian que la limpiasemos nosotros, luego rectificaron. El personal es muy antipatico. El buffet de 27 euros bueno. Por la noche tuvimos en nuestro porche una especie de castores/ ratas toda la noche entre nuestras toallas secando. Erocks dicen son