Jelsomino Boutique Hotel

Comentarios destacados

• 440michaelv

  29 agosto 2017
  inexpensive nice hotel

  nice accomodation, wi-fi worked perfectly and staff was friendly and helpful. Breakfast was good, concerning the low price. bus-stations are in close proximity to bring you almost everywhere in Astana for just 90 TG (25 cent)

  

• AHP84

  16 septiembre 2017
  Buen hotel aunque algo alejado del centro

  Buen hotel, con habitaciones comodas amplias y limpias. UBICACION - 6 - Probablemente es lo peor del hotel, se encuentra algo retirado del centro, pero los taxis son muy baratos y por 2 eur (800 KZT) te acercan al centro sin problemas TRATO - 10 - Personal muy atento y agradable, tanto la chica de recepcion como el camarero. DESCANSO - 10 - Cama grande y comoda, habitacion silenciosa y limpia. INSTALACIONES - 10 - Hotel moderno en su interior limpio y con una decoracion agradable. Si vuelvo, probablemente buscaria algo mas centrico.

  

• soheil9931

  15 agosto 2018
  Jelsomino Boutique Hotel

  Jelsomino Hotel located in Astana city in Kazakhstan. Here have categories of the rooms and all of them very beautiful and equipped . All the staff educated and very friendly with smiley face and very strong manager, help to you to have very happy moment. I have an experience to stay here and I suggest to you, if come to the Astana city, be sure to experience this hotel that have the prettiest days and memories .

  

• alexander-busse

  01 enero 2019
  how could i have expected more for about 30 USD?

  friendly but not very motivated staff. there is only hot or cold water, anything in between is a matter of how skilled you are on finetuning the water tap. at about 01:00 am some delivery guy knocked on my door, woke me up and found out that he was in the wrong hotel. tried to fall asleep but there was a latent noise like water rippling, that prevented me from falling asleep again. i adressed that to the reception but they said they cannot do anything. room temperature was at about 28 °C when i entered. poor soundproofing demonstrated that the people in tve neighbouring room had more fun than i did. slow but stable wifi

  

• TheBigSingermorning

  29 mayo 2019
  ESTO NO ES UN HOTEL: ES UN DESASTRE CONTINUO.

  La experencia hotelera en Kazajastan no había buena (Hotel Ambassador en Almaty) y nada hacía presagiar que todavía sería mucho peor en este 4 estrellas de la nueva capital kazaja. Como llegaríamos en un vuelo tardío (21.40) desde Almaty, advertimos por escrito al hotel de tal circunstancia, acusándonos recibo de ello e informándonos (hasta 3 veces) que "estaban ansiosos de que llegásemos". Cuando el taxi estaba (según mi GPS) a 300 m. del hotel empecé a preocuparme: calles a oscuras, sin asfaltar, llenas de baches enormes y con un aspecto de lo más truculento (elegimos este hotel por su magníficos comentarios en TA, las fotos, un precio muy bueno y por estar en la "ciudad vieja", ya que la "nueva" es muy destartalada y poco acogedora: grandísimas avenidas-autopistas, grandes distancias....). Pasadas las once de la noche nos recibe una señorita con un inglés limitado que se empeña en que le abonemos por adelantado las 3 noches reservadas. Le explico que lo habitual en todo el mundo (excepto USA, claro) es pagar en el check-out y que en todo caso queremos ver primero la habitación asignada. Tras subir una empinada escalera (otro hotel sin ascensor...y es un 4 estrellas¡¡) nos abre la puerta de un cuarto (al fondo de un larguísimo pasillo enmoquetado) en el que era obvio que no había sido hecho (y eso que nos estaban esperando "con los brazos abiertos"). La chica se disculpa y no se lo explica, porque insiste en que esta habitación estaba reservada a nosotros. Solo nos queda pensar que "alguien" la ha utilizado clandestinamente (incluida la ducha y el baño, las toallas, los jaboncillos, el minibar...) por lo que nos quedamos con la misma cara de póker que ella (el hotel no tiene más de 20 habitaciones, por lo que se hace dificil entender que al personal de recepción se le "haya pasado" esta irregularidad). En todo caso yo le recuerdo que tenemos reservada una "junior suite" y que esta habitación parece inferior. Dice que no dispone de otra esta noche (hacía 2 meses que sabían de nuestra llegada), así que se va, nos deja allí parados con cara de episodio kafkiano y a los 10 minutos aparece con una señora de la limpieza que se pone a repasar el dormitorio. Cambia las sábanas pero no hace amago de limpiar el baño. Ante nuestra insistencia se limita a cambiar las toallas y reponer amenities y !! a pasar trozos de papel higiénico por el inodoro y las superficies del lavabo ¡¡. Conseguimos que al menos utilizara una bayeta para limpiar el baño medio en condiciones (nada de aspiradora para la moqueta marrón oscura de varios centímetros que inunda toda la estancia). No estamos nada convencidos de quedarnos en una habitación, primero, de categoría inferior a la reservada, y segundo, con una limpieza tan deficiente (teníamos por delante 3 noches). Después de tanto trajín y dada mi insistencia en que nos diera la "junior suite" reservada, la recepcionista, siendo ya medianoche, accede a llamar al encargado, el cual le dice que nos pase a una suite de mayor rango por igual precio. Nos parece bien, pero cuando llegamos a la misma (esta vez la cama no está desecha por "imprevistos eróticos" de última hora) vemos que, aunque es más grande que la otra, sigue estando igual de sucia (moqueta que no ha visto una aspiradora desde que la instalaron, sofá repleto de dudosas manchas, sábanas rotas...). A la vista de la hora (casi la una de la madrugada), decidimos quedarnos (aunque las sábanas tenían varios agujeros, al menos se veían limpias, por lo que fueron las que tuvimos las 3 noches). Realmente la suite era un compendio de mugre acumulada (cortinas sucias, armarios sin limpiar en mucho tiempo, bañera con restos de tipo tipo...-menos mal que no pensábamos utilizarla-). Teniamos una salita con sofa y una tv plana solo con canales rusos, más un mueble con minibar, calentador de líquidos y agua de cortesía. El dormitorio tenía una cama de 2 x 2 con las sábanas rotas que hemos dicho, almohadas discretas y colchón de dureza media, dos sillones y una mesita, otra tv de nuevo solo con emisiones en ruso, mesillas y lámparitas. Nur Sultán tiene una media de 10ºC a primeros de mayo (por las noches puede helar), pero estos días alcanzamos los 28ºC lo que nos produjo un nuevo problema: teníamos aire acondicionado individual (desconectado), pero la calefacción era general... ¡¡y estuvo puesta todo el tiempo !!, de modo que solo nos quedaba dormir con las ventanas entreabiertas para no fallecer como pollos asados; ello provocó un sueño de mala calidad porque enfrente del hotel hay unas pistas deportivas que se utilizan hasta las tantas de la madrugada, con sus gritos y sus ruidos. El baño principal bien (la suite tenía otro de cortesía, sin ducha, a la entrada), con un pequeño jacuzzi (que no usamos) y una amplia ducha de mampara (algo peligroso el escalón al salir) con buena agua. Buena encimera y lavabo con amenities de cierta calidad (secador de pelo, espejo de aumentos, 2 albornoces que, a la vista de la higiene del hotel ni se nos ocurrió utilizar...) y toallas blancas "mixtas" (unas buenas y otras viejas y algo desilachadas). Wifi gratis y bueno. Del pago por adelantado no se volvió a hablar hasta la noche previa a nuestra tempranera salida para Moscú. Al día siguiente bajamos a desayunar y nos encontramos con una pequeña salita (no muy cómoda) con una mínima línea de buffé y una barra con un camarero. El buffé era de lo peor que hemos visto en cualquier hotel (y estábamos en un 4 estrellas): 2 panqueques fríos, huevos duros, unos trozos de fruta (plátano, manzana...) totalmente "oxidados" por lo negros, una bandeja con pepino y tomate, el típico friambre de baja calidad, 3 tarrinas de mantequilla (sin mermelada), huevos revueltos y salchichas. El único dulce eran unas madalenas de lo más simple. Un tostador, pero sin pan de molde y dos dispensadores de cereales. Nada de zumos o yogures. Pero lo bueno llega cuando viendo una cafetera italiana expréss, le preguntamos al camarero si puede hacer café "de verdad": Nos dice que si, y se pone a ello. Coloca 2 tazas y vierte un par de dedos de café en cada una, y cuando parecía que nos lo iba a servir, las lleva a un samovar para.... ¡¡ llenarlas de agua caliente !! ¿De dónde han salido estos hosteleros kazajos?. Desayuno = otro desastre. Pero no todo acaba aquí (¡ ojalá !). Al día siguiente decidimos quedarnos hasta tarde en la ciudad para ver ésta totalmente iluminada (no entro a valorar si tanto colorín es o no hortera) Cuando llegamos pasadas las 10 de la noche, subimos a la suite y nos la encontramos (como casi todas en Asia Central) SIN HACER (hay una foto, pero con la hora española). Nueva indignación, nueva cara de sorpresa de la recepcionista y nueva señora de la limpieza que nos hace la cama y nos cambia las toallas. Poco más. Al día siguiente me bajo yo "mi desayuno" (he comprado croissants, zumo, batidos, etc...) por lo que no "gasto" nada de lo que allí hay (que es lo mismo del día anterior). Y dado que al día siguiente hemos de ir al aeropuerto a eso de las 04:30 (volamos a las 7 a Moscú), antes de salir por la mañana, decimos en recepción que dados los muchos prejuicios que nos ha ocasionado, hablen con el encargado por ver de ajustar o rebajar el total de la factura. Se queda la señorita con el encargo y nos dice que a la vuelta, su sustituta de tarde-noche tendrá la respuesta. Volvemos con la idea de acostarnos antes de las 9 de la noche y le recordamos a la recepcionista que nos despierte a las 03:30 y nos tenga preparado un taxi. Ahora si que pedimos la cuenta para no tener mañana tan temprano problema alguno. Le recuerdo lo hablado con su compañera de día, y no me termina de entender (inglés muy flojo). Por lo visto nadie ha hablado con el encargado, es decir, "han pasado" de nosotros. Me vuelvo a indignar y le pido que lo llame ahora mismo (no son ni las 7 de la tarde) y que en una hora bajaré a pagar. Pasa el tiempo y cuando bajo me vuelve a poner delante la cantidad total de la reserva y ... ¡¡ 2 llaveros !! de fabricación china. Exploto por tanta desidia y encima por querer engatusarnos con semejantes baratijas (aunque mi inglés si me lo permite, mi educación no me deja expresar por donde puede guardarse el encargado los llaverines). No queriendo perder más tiempo le digo que está bien, que le pago el total de la reserva, pero que quiero una factura del hotel (en estos paises no es habitual que te den factura alguna). La chica no se aclara con "eso de la factura". Después de casi media hora esperando me ofrece un papel timbrado del hotel donde pone mi nombre y la cantidad a pagar. Le digo que deben figurar las fechas de alojamiento, así como el precio de cada noche por separado y el tipo de habitación. No hay manera. Esta joven debe haber estudiado en....¿Papúa?. Al final, siendo más de las 9 de la noche y viendo comprometido el necesario sueño para levantarnos mañana a las 3, le pido que me deje el teclado (en ruso) y en 2 minutos le pongo los datos precisos, imprime la factura, la sella y le pago con tarjeta. Asunto resuelto. De nuevo hemos de abrir las ventanas para dormir (?) porque la calefacción sigue encendida (y los jugadores de baloncesto dando voces afuera). como no me fio un pelo de esta gente, ponemos todos los despertadores a las 3 y media y nos acostamos. A las 04.15 ya estamos abajo listos con el equipaje. Le recuerdo que tiene que llamarnos a un taxi para el aeropuerto. Dice que si. Salgo a esperar afuera (hace calor) y entonces me doy cuenta de la realidad de este "hotel". Justo al lado hay un karaoke y una sala de juegos. A las 4 y pico, los mercedres y bmw tuneados se agolpan en la puerta del hotel y las "señoritas de compañía" (ligerísimas de ropa y tremendamente maquilladas) suben y bajan de estos coches y entran y salen del hotel, con una habitualidad que me desconcierta. A las 04.45 le digo a la recepcionista que donde está el taxi, que tenía que haber llegado hace rato. Y sorprendida y con una mirada que parece decir "este tío es tonto, ¿o qué?" casi me grita que lleva en la puerta 10 minutos esperando. No merece la pena contestarle que no estamos allí para tomar el fresco o ver meretrices, sino esperando un taxi que no ha avisado de su llegada. En resumen: un hotel cuyas habitaciones se alquilan por horas o "servicios"; que no se ha limpiado a fondo desde hace años, que sirve unos desayunos impresentables, con personal tan poco amable como profesional, y en una zona que podría confundirse con la Cañada Real de Madrid, no es un lugar al que vayamos a volver nunca, ni que recomendamos para nada. Queda pendiente presentar la oportuna queja a las autoridades de turismo de Kazajastán.