Jardín las Hayas

Comentarios destacados

• Francisco V

  11 agosto 2018
  Ideal para familias y parejas

  Muy buena la estancia. Ideal para descansar y próxima a senderos para caminar. La dueña es un encanto, Doña Efigenia te tratará con mucho cariño. Las instalaciones muy limpias, y por la noche verás muchas estrellas.

  

• ValentineB08

  23 octubre 2018
  El único problema: El personal

  Buscando el hotel, nos dimos cuenta que el Check in se hacía en la entrada del restaurante donde habíamos ido el día anterior a comer, y que nos dejó un mal sabor de boca. Cuando entre para hacer el check-in, las dos camareras estaban el la cocina mirándome y nadie vino a verme o hablarme. Cuando les hablé para decirle que tenía una reserva, casi se pelearon para no ir a atenderme. Cuando una de las chicas se decidió hablarme, me pidió la documentación y se fue sin decir nada. Volvió, 15 minutos después haber esperado en la entrada del restaurante , en medio de la gente. Nos dio las llaves y un señor nos enseñó donde estaba la habitación. La camarera/recepcionista no sonrió ni una vez y por lo que se ve, no sabe hacer frases, solo habla con palabras sueltas La documentación, son 45. No tengo queja de la habitación, aunque era un poco vieja, era limpia y corresponde a las fotos y al precio que hemos pagado. No volvería a ese sitio solo por la falta de amabilidad del personal.

  

• samuelm720

  20 noviembre 2018
  Un lugar bonito en medio de la montaña

  Nosotros nos alojamos en una pequeña cabaña la bodega con todas las comodidades. Una pequeña cocina, aire acondicionado, neverita. Lo dueños son muy amables y nos ayudaron a buscar un coche de alquiler que nos llevaron a la puerta del hotel. Comimos el menú típico gomero en el restaurante. Es un menú cerrado que está buenísimo, aunque para ser sólo verdura nos pareció un poco caro para que no incluya al menos una bebida.

  

• sorayaarrocha

  05 agosto 2020
  Si buscas tranquilidad para descansar, una cabaña de las hayas es la mejor opción

  Nosotros nos quedamos en una de las cabañas de las hayas y fue la mejor opción descansamos y era muy tranquila la zona aunque teniamos otras cabañas alredor pero no se oia nada,estaba muy bien equipada y limpia. Las zonas comunes estaban tambien limpias, Volveriamos a coger esta opción. El colchón es muy comodo,la vajilla nueva, y las toallas tambien en muy buen estado, la ducha es un poco pequeña. Muy buen atendimiento de la persona que nos guió hasta la cabaña.

  

• GuillaumeTable

  22 septiembre 2020
  Una lástima

  Es una verdadera lástima que teniendo unas instalaciones como las que tienen en un enclave maravilloso, contraten a personal arisco, antipático y que no hablan ni una palabra de español e inglés. Nos recibió una señorita de raza asiática, nada sociable ni agradable la cual, nada más llegar, lo primero que nos pidió fue el DNI y el dinero de la reserva, antes de nada hay que cobrar. Después nos dice que viene un compañero suyo para llevarnos a la habitación. Llega un chico, también asiático que, mediante señas nos guía el camino. Vamos en coche, aparcamos y nos llega a la habitación, nos suelta allí y se va. Le pregunto alguna cosa, me dice que no habla español, le pregunto que si habla inglés, me responde que sí, le hablo en inglés y no tenía ni idea. No nos recibieron, no nos facilitaron la llegada, no nos explicaron nada, ni la zona, ni los servicios, ni actividades... en fin, NADA. Tampoco nos explicaron que servían desayunos y comidas en el restaurante de Doña Efigenia, por cierto lo único que puedo recomendar de este lugar, pero sólo para comer, el desayuno es un despropósito en el que te traen pan sin tostar porque no le has dicho que quieres la tostada tostada, así que la traen cruda. Tuvimos que pedir por favor que nos cambiaran las toallas porque nos alojamos una semana y no tenían intención de hacerlo. Después de estar en zonas de playa y hacer rutas de senderismo, lo normal es que al ducharte ensucies algo y, aunque la chica de la limpieza fue muy agradable y nos echó una mano, la normativa del alojamiento deja mucho que desear. Además, nos dejaron DOS SOBRES de gel para 7 días. En fin, un despropósito. En cuanto al aparcamiento que publican tener, es más bien un tetris en el que tienes que buscarte la vida cuando llegas después de cenar. Aparcar en medio de la cuneta de mala manera es la única opción que queda. También quiero comentar que la cama de nuestra habitación estaba rota, la primera noche tuve que dormir medio doblado porque se rompió y allí a las 19:00 desaparece todo el mundo, por lo que si tienes cualquier problema te tienes que buscar la vida. También nos tocaron "vecinos" ruidosos pero claro, si no hay nadie, ¿quién se ocupa de que se respeten las normas de convivencia en el alojamiento? Lo único reseñable de estos apartamentos es la comida que dan en el restaurante. Totalmente vegetariano, rico, abundante y a buen precio. Por todo lo demas, lo que decía al principio, una lástima.