Hotel Villa Carlotta

Comentarios destacados

• martyryan

  31 julio 2007
  Decepcionados

  Nuestra estancia no fue tan idílica como la habíamos imaginado a partir de las fotos. El hotel es bonito, pero no nos pareció acogedor, ni tranquilo ni creemos que responda a un estándar de cuatro estrellas. La habitación no era grande, pero tenía una cama king size y era cómoda. El baño era pequeño y tenía un aire demasiado "clínico", sin luz natural y con unos acabados muy torpes. En cuanto a la limpieza, teníamos la impresión que no limpiaban a fondo el baño cada día. El bufé de desayuno no era muy variado pero sí muy apetitoso. A destacar las mermeladas inglesas, las confituras locales y la repostería. El personal del hotel era "estirado", característica que nos sorprendió mucho porque teníamos una impresión muy grata de los sicilianos, siempre acogedores, después de dos semanas viajando por Sicilia y habiéndonos alojádo en otros hoteles de la isla. La piscina resultó ser lo más decepcionante: es pequeña y el agua no está limpia porque la depuradora no estaba en función (suponemos que para evitar el ruido), de manera que lo habitual por la tarde era encontrar pequeños insectos flotando. La parte peor, sin embargo, era que el hotel forma parte de un complejo para bodas, banquetes y otras celebraciones y cada noche ocupaban la zona de la piscina para organizar el bufé o el baile. Estuvimos cinco noches alojados y en tres de ellas nos costó dormir (un día llamamos a recepción a la una de la madrugada porque teníamos la impresión de que el speaker de la boda se nos había colado en el dormitorio). Eso sin contar que, si estabas por la tarde tumbado bajo un parasol, la tranquilidad se veía interrumpida por las constantes idas y venidas del personal montando las mesas y organizando el espectáculo de turno.

  

• pildan

  04 septiembre 2008
  muy bien

  El hotel esta muy bien, aunque con un estilo demasiado minimalista, tanto el interior del hotel como en los jardines. Alrededor de 25 habitaciones. Esta en la otra punta de Ragusa Ibla(ciudad vieja), y las casas de alrededor no le hacen justicia, parece un barrio de pobres. La habitacion era bastante pequeña, pero es que la cama era inmensa. El personal me resulto serio y educado, pero a la vez eran amables. La zona de la piscina me gusto mucho. Del restaurante no puedo opinar, pero con posterioridad a mi estancia encontre en una revista italiana, que han ganado algunos premios de gastronomia, asi que me arrepiento de no haber cenado alguna noche alli..aunque es el mismo lugar donde sirven por la mañana los desayunos., que son basicos pero estan bien.

  

• MauricioARG

  15 diciembre 2011
  Nivel de excelencia!!

  Perfecta combinación de una estructura antigua con una reforma edilicia muy criteriosa y gusto refinado. Excelente atención y cordialidad. Desayuno espléndido! Muy recomendable

  

• silviacW2750TI

  30 agosto 2014
  Lugar fantástico

  El Hotel es sensacional, con habitaciones modernas, piscina fantástica, precioso jardín. El desayuno era muy generoso y delicioso. Lo único malo es el ruido de los extractores que comienza a las 9 de la mañana y se oye más en las habitaciones del final del pasillo, la 109 y la 110, que dan directamente a la máquina. El. wifi tampoco llega a las habitaciones del final del pasillo.También es un poco molesta la luz que entra por la mañana ya que las cortinas no cierran bien. Los alrededores del hotel son bastante cutres, justo detrás del jardín hay un vertedero camuflado por setos. Además está muy lejos del centro histórico.

  

• DavidFOSH

  09 noviembre 2019
  Stylish but in the suburbs

  We stayed here for the last night of our Secret Sicily tour. It must have been the end of season as there didn't seem to be any other residents. Our large, very quiet and dark bedroom (112) was on the ground floor and overlooked the expansive pool. It was very clean, but lacked atmosphere, as did the restaurant. Our tasty group dinner was swiftly served and the wine waiter did a good job. However there didn't seem to be a bar which meant pre- and post dinner drinks meant a lack of conviviality. Next morning my wife and I went for a short stroll around the neighbourhood which comprised nice housing an a stunningly modern church, but it seemed an odd location for such an aspirational hotel property.