Hotel Potsdamer Hof

Comentarios destacados

• EVAFS

  26 agosto 2015
  Cerca de casi todo.

  Es más una pensión que un hotel,para empezar.Las habitaciones no hay ni una sola tranquila mucho tráfico y las ventanas tendrán unos 50 años,no digo más. Si es cierto que es un hotel llevado por rusos y se nota,hablan alemán y ruso.Así que la clientela la gran mayoría de esa nacionalidad.Es un hotel sin pretensiones y cuidado tienes que ir atento a los portales que si no te lo pasas, no tiene mucho letrero, IMPORTANTE llegar antes dels 18:00 o te quedas en la calle....así de claro que lo vimos con nuestros ojos...pobre chavala todavía me acuerdo...buen desayuno,muy muy completo...y estabe limpio,(no va a ser todo malo).

  

• LlSbB

  14 julio 2016
  Hostal más que hotel

  Habitaciones espartanas. El baño básico. Eso sí, muy limpio. Hay que estar atento a la llegada, que te lo puedes pasar. Y sobre todo, son estrictos con la hora del check-in, más allá de las 6 de la tarde, olvídate. Desayuno completo, variado y muy rico

  

• mariaviajera27

  19 julio 2017
  Linda habitación, buena ubicación, rico desayuno.

  Un hotel con habitación cómoda, con secador de pelo, y muchos utensilios de limpieza. Es amplia, linda y, alfombrada. Nos recibieron en un last check in sin ningún problema. El desayuno exquisito. La atención muy buena de su personal. Céntrico a pocos minutos de potsdamer platz y branderburgo.

  

• Maria T

  27 diciembre 2017
  Hotel sencillo acorde a su precio

  Cerca del centro y muy económico. Encontre una oferta solo por 30 la noche y desayuno incluido. El personal es bastante antipatico, pero está bien si buscas una estancia barata, cerca del centro y sin muchas comodidades.

  

• ManuJ31

  13 diciembre 2018
  No se te ocurra ir

  El hotel (bueno mejor sería llamarlo pensión),aunque tiene baño dentro de la habitación y es lo único que podría decir bueno de él. Las habitaciones dobles son enanas, no puedes poner la maleta en el suelo y tampoco en los armarios entra. Los colchones super finos y dormir allí es complicado, nosotros tuvimos que solicitar el cambio de habitación porque no habíamos podido pegar ojo. Pero lo peor de todos son los empleados, la mayoría no habla inglés ( por lo que la comunicación es nula) y la única que habla inglés es tan antipática que no te darán ganas de preguntar nada. Tiene un desayuno básico pero no está mal, pero en general el alojamiento es un auténtico truño, ojalá hubiera leido una opinión así y no hubiera ido. Está a unos 15 minutos andando a Postdamer Platz.