Hotel Dei Pini

Comentarios destacados

• JIA2803

  06 noviembre 2018
  Una estancia corta y con instalaciones suficientes. No para más noches

  Un poco apartado de la ciudad. No hay en los alrededores servicios que puedas disfrutar. La comida justa y con poca variedad asi como el desayuno. Necesita una renovación más profunda para poder decir que es 4 estrellas.

  

• Jennifer F

  20 agosto 2019
  Decepcionante

  Te lo venden como un hotel de 4 estrellas con vistas al mar.. la unica foto real la de la piscina. Cuando llegue se me callo el alma a los pies y buscamos otro alojamiento que de verda fuera de 4 estrellas

  

• Judith U

  01 septiembre 2019
  Correcto pero justito

  El hotel es antiguo. Lo mejor la piscina, es perfecta, pero lo demás no. No corresponde a un 4 estrellas español. El desayuno de mala calidad. Se oye todo de una habitación a la otra, hasta los ronquidos del vecino. Y las habitaciones son muy pequeñas.

  

• Ricardo M

  28 septiembre 2019
  Hotel nefasto, le sobran tres o más de las cuatro estrellas.

  Ni una pensión tiene habitaciones tan cutres, dan las habitaciones sin hacer. Duchas paleolíticas, trato infame al cliente. No lo recomiendo, cuidado, está en el circuito de Sicilia de varias agencias...

  

• YoliGlutenFree

  06 octubre 2019
  Hotel viejo, sucio... deprimentes habitaciones... desayuno malo. Mala educación

  Este hotel se nutre de circuitos en los que no tienes opción a elegir. La habitación que nos tocó en suerte no se aproximaba ni siquiera a la de un hostal. A otros compañeros del circuito les tocaron habitaciones en las que no habían cambiado ni las toallas... La situación era tan deprimente que para animarnos, un grupito fuimos visitando las habitaciones que nos habían tocado en suerte a ver cuál era la peor de todas. En mi caso también se me ocurrió pedir una manta y apareció una muchacha de recepción con una colcha. Le dije que aquello era una colcha y hablándome a gritos en italiano sin poder comprender qué me decía. Le pedí que me hablara en inglés y me ordenó que la siguiera. Bajamos hasta la recepción, allí, mi pareja y yo quedamos perplejos al ver cómo se ponía a dar gritos al chico que estaba aquella noche también en ella... no podíamos entender el porqué de aquello. Entonces el chico se fue y nos trajo amablemente una manta azul, más bien sucia, pero al fin y al cabo una manta. La situación era surrealista, pues ella en lo que él cogía la manta, salió del cuarto con una pelota de tenis... Aún hoy, no he podido averiguar para qué quería dicha pelota. La cena estuvo amenizada por un chico simpático que cantaba y tocaba los teclados... El comedor antiguo, en un sótano... deprimente. A la mañana siguiente el desayuno era tan malo, que la mayoría del grupo no tomó ni café... ni huevos... por ejemplo. A mí sí me dieron un pan sin gluten que tomé con agua, mermelada y nocilla. En fin, mejor abstenerse de ir a este hotel. Lo único que debe valer es la piscina, pero no vivimos en agua. Por cierto el hotel está entre una gasolinera y un pino... uno, en medio de la nada.