Hotel de Piedra

  • Hotel
  • 5 Estrellas

Calle de la Corregidora No. 67, Bernal QRO. El Puerto, Bernal

Valoraciones

4.0 sobre 5

Basado en 44 comentarios

  • Ubicación

    4.5 sobre 5
  • Calidad/Precio

    3.5 sobre 5
  • Habitaciones

    5.0 sobre 5
  • Limpieza

    4.5 sobre 5
  • Servicios

    4.0 sobre 5
  • Calidad del sueño

    4.0 sobre 5

Descripción

Establecimiento situado en Bernal

Disponibilidad

¿Cuándo quieres alojarte en Hotel de Piedra?

Descripción general

Establecimiento situado en Bernal

Información adicional

Check-in

Desde15:00h

Check-out

Hasta11:00h

Opiniones del hotel

4.0 sobre 5

Basado en 44 comentarios

  • Ubicación

    4.5 sobre 5
  • Calidad/Precio

    3.5 sobre 5
  • Habitaciones

    5.0 sobre 5
  • Limpieza

    4.5 sobre 5
  • Servicios

    4.0 sobre 5
  • Calidad del sueño

    4.0 sobre 5

Comentarios destacados

  • gusanor

    Pésimo servicio

    Desde que llegamos nadie te recibe. Solo tienen 4 lugares de estacionamiento. En la recepción y restaurante muy mala atención. La cena fue un desastre no había nada de la carta y con el pésimo servicio tenía que levantarme de la mesa para pedir directamente en la cocina. Quisieron poner una regadera sofisticada y no sirve para nada. La habitación muy ruidosa. Los baños de la alberca asquerosos. Afortunadamente solo fue una noche y para el desayuno mejor nos fuimos a otro hotel en el centro. Cero protocolos para COVID. El personal sin cubrebocas.

    1.0 sobre 5
  • Mike_MIFR

    Espectacular

    Las instalaciones de ensueño, y el personal muy amable! Desayune, Comi y Cene en el lugar y les puedo recomendar las enchiladas verdes! Me hospede en Camino Celestial, sin duda quiero volver a quedarme ahi

    5.0 sobre 5
  • bohoslavsky

    Jamás te confíes de la armonía.

    Estoy furioso, es la 1:30 de la mañana y no puedo dormir pese al hermoso lugar y la habitación con camas cómodas; ¿La causa? Permiten reuniones escandalosas en la zona del comedor pese a que lo rodean habitaciones; la nuestra está Justo arriba de la cocina y del mencionado comedor, es la más cara, una habitación familiar donde estoy con mi esposa y 3 hijos, el nombre de la suite recibe el jocoso nombre de Armonía. Ya van dos veces que llamo a recepción para que los callen y en lugar de mandarlos a sus habitaciones y pedirles que respeten, sólo los han movido un poco más lejos y se siguen escuchando las risas y voces alcoholizadas de una reunión que de entrada no debería existir al estar en pandemia. Ya es la 1:45 y sigue el ruido; hoy por cierto a las 7:00 nos despertaron golpes fuertes en la cocina, como golpes de madera contra el piso, reclamé y nadie lo aceptó pero prometieron que mañana no habrá ruido, bueno, al rato. En verdad que exijo un reembolso parcial, algo que jamás había pedido, en verdad que no es de Dios; además presumen en sus redes sociales que tienen protocolos para prevenir COVID, lo cual es grotescamente falso y remitiéndome a lo que ofrecen les refuto: 1.- jamás nos tomaron la temperatura al llegar, 2.- no existe el arco sanitizador que presumen, 3.- las cocineras eluden el uso de cubrebocas, solo se lo colocaron cuando les tomé una fotografía mientras con sus manos sin guantes embolsaban los cubiertos en bolsas sin mantener el protocolo sanitario adecuado, 4.- la recepcionista de las 8 de la mañana del día Viernes 6 de Noviembre no usó tapabocas, 5.- no le solicitan a los huéspedes usar cubrebocas en áreas comunes. Por otro lado, eliminaron mis comentarios al respecto en Instagram, eso es muy bajo y engañan al cliente. Desconozco si Miguel Feregrino conozca de esto, pero sinceramente le digo: tiene un gran hotel donde descuidan una inmensa cantidad de detalles. Son las 2 y las personas de la reunión se están burlando afuera de mi habitación diciendo a carcajadas: no vayan a despertarlos. Pero volviendo al tema de los detalles: focos fundidos, rotos, lámparas para iluminar que no tienen baterías, solo 1 papel higiénico para 5 personas, el servibar no sirve, no había shampoo en la habitación, pedimos a recepción café y jamás llegó, bajé a preguntar y jamás le dijeron a nadie de cocina, finalmente los subieron pero tuve que bajar por azúcar, la pasta al pesto realmente es para con crema y poblano, el club sándwich es un sándwich que me recuerda los que había en la terminal de camiones de Matehuala en 1985, una rebanada de jamón, una de queso amarillo y mucha mayonesa; el agua caliente disponible es insuficiente para una habitación de dos pisos donde caben 6, además que solo ponen toallas para 3; las habitaciones no cuentan con calefacción y hay 4 grados; solo cuentan con estacionamiento para 4 autos y tuve que dejar el nuestro en la calle. Son las 2:20 y por fin hay silencio, intentaré dormir y que mañana a las 7 no me despierten de nuevo los golpes en la cocina. Estoy acostumbrado a pagar por tranquilidad y $8,000 por la experiencia es un robo pese a que el lugar lo vale, pero esos detalles me reventaron mi esquema de descanso. Hay muchos de los mencionados detalles que podría uno tolerar, pero el coraje que pase por su reunión nocturna y el acelere del corazón y arritmia que me dió aún no se me pasa, por eso escribo esto, para desahogarme y tranquilizarme. Mi familia merecía una experiencia diferente por lo menos a la hora del descanso; pero al personal le faltó capacidad y sensatez desde el punto de vista de hospitalidad y de protocolos sanitarios para poner orden, prevenir y evitar molestias. He estado en hoteles donde simplemente hay reglas para huéspedes y ponen límites para la tolerancia, aquí no es el caso. Anuncian alberca y jacuzzi como atractivo pero están sin servicio y sucios, dicen que por los protocolos pero en otros lugares se organizan con horarios por huesped bajo reserva. Resumen: si te quedas aquí no comas aquí, pide las habitaciones más alejadas que tengan y no tires tu dinero en la habitación Armonía pues terminarás hospedado en una habitación donde tu familia sencillamente no podrá descansar. Pd. Toño es lo más rescatable, es sumamente atento, valioso y servicial, pero aquí se requiere un manager con mano firme, que conozca de hotelería, que realmente capacite al personal, que ponga orden en la cocina, que no se atreva a ofrecer servicios que realmente no dan (como ofrecer pizzas que realmente y pese a contar con el horno no hacen ni previa reservación) y que cuide al máximo los detalles para que este hotel se convierta en aquello que tanto presume y que lamentablemente, aún teniendo un gran potencial, carece. Actualización de la mañana: el personal habla a volumen alto desde temprano y oh sorpresa, no hay ni una gota de agua caliente... sin más que decir.

    1.0 sobre 5
  • c_sarm404

    Pésimo servicio al huésped

    El hotel se encuentra ubicado en un lugar privilegiado. Pero, para ser un hotel boutique carece de servicios indispensables para mayor comodidad de los huéspedes (el aire acondicionado no funciona, deberían considerarlo para las temperaturas de Bernal; no hay secador de pelo, plancha ni cafetera, las tuberías hacen ruido, se traba el automático del domo, ventanas y domo sucios, controles de tv y cable presentaban mal funcionamiento) y además de esto, la atención de la recepción es mala, el único amable y preocupado por ofrecer una buena atención a los huéspedes es Juan, al resto parece sólo importarle el turismo extranjero. Los invito a mejorar su atención al cliente y los puntos antes mencionados, ya que visitando el pueblo pudimos observar mejores opciones y no es justo que se engañe al cliente con su publicidad de que están cerca de La Peña cuando en general el hotel carece de servicios indispensables para ser considerado un hotel boutique.

    2.0 sobre 5
  • TRexsa

    Lo único rescatable: Juan y la arquitectura del lugar

    La arquitectura del lugar es muy bonita, más sin embargo, urge que capaciten en hotelería al personal (a excepción de Juan, quien es sumamente servicial en todo momento). Realicé mi reservación con dos semanas y media de anticipación, recibí un correo electrónico donde mencionaban que estaba pendiente la confirmación de la habitación, pasaron los días y jamás me confirmaron nada. El día de mi llegada al hotel, me envían un WhatsApp solicitando que realice una transferencia del 50% del costo de la habitación, de no hacerlo a cierta hora liberarían mi reserva para alguien más, ¿cómo es posible que hagan esos avisos cuando los huéspedes vamos en camino al hotel?. Pagué el 50% solicitado y tardaron horas para confirmar la recepción de la transferencia para de esta manera asegurar mi reserva. Llegando al hotel se observa que es una completa locura, no hay quién te reciba, la recepcionista estaba en la cocina y se nota molesta para recibirnos, nadie aplica un protocolo de ingreso por COVID-19 y además entre el personal se quejan de los huéspedes sin importarles que uno los esté escuchando. Es importante mencionar que la comida del hotel no es buena. La pasta al pesto parece ser crema de chile poblano, y del club sándwich lo único rescatable podrían ser las papas. Ahora bien, la habitación no cuenta con cafetera, secador de pelo y plancha, de esto claro que tenía conocimiento... Pero que la persona encargada de entregarlos llegue a las 9:00 o 9:30?... Además de que no sirve el aire acondicionado y el mecanismo del domo se traba. Para ser un hotel boutique y por el precio que uno paga, seria bastante bueno que mejoren estos detalles ya que al hacerlo podrían ser una excelente opción para los turistas.

    2.0 sobre 5