Hotel Cumbres San Pedro de Atacama

Comentarios destacados

• O8518IIceciliac

  12 enero 2021
  Vacaciones

  Excelente para desconectarse. Buena infraestructura, habitaciones amplias. Servicio de minibus al pueblo comodo y responsable. Todo el personal muy amable (destaco a Freddy, Luis y Silvana). Recomendable

  

• joseyangie

  23 enero 2021
  Excelente atención y una experiencia genial

  Fuimos a descansar y cumplimos nuestro objetivo, el personal es muy bueno siempre atento a lo que uno necesita, Fredy, Félix y Silvana cómo garzones muy buenos y Gonzalo en recepción siempre dispuesto ayudarte, instalaciones seguras y con un aforo que nadie se molesta y muchos espacio para caminar y descansar. Se agradece que todo el personal con una sonrisa y dispuestos a saber si estas bien o necesitas algo, se nota que invirtieron para que sea una excelente experiencia, solo recomendaría mejorar la aplicación de la Apps de pedidos de comida creo que hay oportunidades de mejora.

  

• satshaw

  17 febrero 2021
  Excelente descanso

  Mi objetivo era descansar y se logró, queda un poco alejado del pueblo lo que permite un pleno descanso, las áreas de la piscina son muy lindas y se reserva por la pandemia por una hora exclusivo para la habitación, lo que la verdad lo hace muy agradable. El restaurante a mi gusto muy rico para cenar, la atención de Mauricio y Luis destacable. También en recepción Gonzalo y Arturo un 7, muy buena disposición siempre ayudar y dar soluciones. Tiene transporte gratuito al pueblo que se puede solicitar a la hora que uno necesita ir ida y vuelta. El imo, y ya al quinto día odias el huevo revuelto, además recomiendo tomar el desayuno en la terraza y no pedirlo a la habitación, ya que, en nuestro caso demoró demasiado desde que lo pedimos y teníamos programado un tour.

  

• Pedro N

  18 febrero 2021
  No es malo pero está a un paso de la decadencia

  Elegimos el Hotel Cumbres por su clasificación, fotos, piscinas y jacuzzis. Fuimos por 3 días, de 9 a 12 de febrero de 2021. Efectivamente al llegar tuvimos una primera buena impresión, aunque ni siquiera hayan ofrecido llevar las maletas, obligándome a trasladarlas hasta la habitación en el camino de ripio. El hotel tiene un proyecto arquitectónico interesante y bonita decoración, sin embargo, con un par de horas ya nos fuimos dando cuenta de una seguidilla de detalles. Reservamos un jacuzzi para la tarde y al llegar, los jets de hidromasajes no estaban operativos. Solicité a recepción que los prendieran pero la respuesta fue: no funcionan. Intenté comunicarme con Victor Huerta, el supuesto gerente del hotel, ya que antes del check-in me llegó un correo firmado por él dando las bienvenidas y para mi sorpresa: ya no es el gerente del hotel. Pregunté por el nuevo gerente para enviarle un mail consultando del hidromasaje y me dieron el contacto de la jefa de operaciones, quien me respondió al día siguiente diciendo que los hidromasajes no funcionan y no les llaman Jacuzzi, lo que es raro, dado que las mismas plaquitas dicen "Jacuzzi" y personal de recepción también les llaman así. Intenté pasar por alto estos primeros detalles. Pero todos los días frecuentamos la zona de piscinas y ya no eran meros detalles. Las tablas de madera del deck de piscina están en mal estado, algunas sueltas. La temperatura del "jacuzzi" era buena, pero falta mantención, pintura y mejor limpieza de las instalaciones. La cena, ok, aceptable, aunque en el mismo pueblo de San Pedro hay mejores sándwichs. El desayuno del primer día estuvo bien, pero ya al segundo día nos aburrimos porque servían exactamente lo mismo. No había más variedad, todo lo contrario, al tercer día ya habían menos opciones de frutas y dulces. Otro punto muy desagradable, cada vez que llegábamos o salíamos de la habitación había olor a alcantarillado, se sentía fuerte aún utilizando mascarillas. Otra mala sorpresa, ya no sirven botellas de agua mineral durante la estadía. El desague de la ducha externa de la habitación está ubicado en el extremo contrario de la pendiente del piso, haciendo que el agua se acumule justo en la puerta. El hotel es muy amplio pero los caminos a las habitaciones deberían ser hechos en piedra, no en ripio, ya que no ofrecen trasladarse en los carritos de golf. En el check out solicitamos que fueran a buscar las maletas, prontamente atendieron el pedido, pero las dejaron en recepción. Después de pagar ya "no nos conocíamos". Para rematar la estadía, incluyeron propina no autorizada a la cuenta. En resumen, los funcionarios en general son simpáticos y buena onda, no obstante, falta gestión de servicio y lo más importante: falta mantención, tanto a áreas comunes como a las habitaciones. Hay ampolletas quemadas, las piletas decorativas estaban secas y vacías, faltaba decoración a la habitación, reposeras o sillas en las terrazas y con un buen manejo rutinario de aseo a las instalaciones, seguramente no habría sarro en las griferias ni polvo bajo la cama. Han tenido varios meses de baja ocupación durante la pandemia para realizar labores de mantención, reparos y riguroso aseo, sin embargo, es evidente que no están aprovechando este tiempo. Es un hotel con un buen proyecto y que trató, en su minuto de estreno, de entregar un buen estándar de hotelería por sus grandes y buenas camas, buena ropa de cama, buena calidad de toallas y batas, pero lo bueno se debe mantener en todo sentido, si no empezamos a hablar de decadencia.

  

• 649valev

  22 febrero 2021
  Bendita experiencia

  Muy bueno el Hotel. Quedé encantada. Mi viaje fue solitario y con varios objetivos entre ellos descansar, relajarme, terapiarme, rodearme de naturaleza y conexión espiritual, los que logré contundentemente gracias a que está relativamente alejado del pueblo y tiene grandes espacios para recorrer y encontrarse con la tierra. La habitación muy cómoda, privada y con la maravilla de tener una ducha semiabierta. El Personal muy amable, agradezco especialmente a Freddy, Felix y Luis con quienes tuve mayor interacción. La cocina maravillosa, disfruté plenamente y como niña cada uno de los platos que probé, gracias también por la disposición y amabilidad del chef Sergio por compartir sus conocimientos con el maravilloso acompañamiento de habas y realmente fue una experiencia muy sensorial y donde sentí que era realizada con mucha pasión y cariño. Espero volver pronto!