Finca Saroga

Comentarios destacados

• Fabiola G

  27 agosto 2016
  No es tal como la venden

  Esta muy bien como finca para celebraciones pero no como finca rústica para tener clientes. No vi la limpiadora en tres días, no hay servicio al cliente de ninguna especie a menos que el jardinero este y resuelva lo que haya... De noche se queda sola la finca sin nadie visible por lo que pueda suceder ya que está lejos de la carretera principal y no todos llevan auto. Mala señalización para encontrarla ya que solo dispone de un cartelito y no muy visible casi que no llegamos y dimos muchas vueltas asta que ya cansados de preguntar nos guiaron. El aparcamiento está bien lo único que en invierno eso es puro barro... Y al caer la noche salen batallones de mosquitos. Lo único bueno es que la habitación es grande y me gusto mucho los muebles acorde con lo rústico por lo demás deja mucho que desear. Cuentan con wifi pero si estás al lado por qué no llega a la terraza y mucho menos a las habitaciones y no hay televisión ni en lo que tienen como recepción

  

• PELUKI

  27 octubre 2016
  Correcto pero mejorable

  Estuvimos un fin de semana, el entorno es muy agradable pero a las habitaciones a pesar de que son amplias, les faltan detalles, tienen poca luz en el salón y poco acogedora El precio es muy razonable pero con unos cuantos detalles podría ser unn sitio con mucho encanto. El desayuno pésimo, zumo de bote, cafe de maquina y muy artificial, si prepararán un desayuno más sabroso y natural y el comedor que está en un porche desanjelado, estuviese mejor montado podría ser una experiencia muy agradable. El sitio es muy recomendable para el precio que tiene pero no lo recordaras como un lugar especial

  

• 259reneh

  13 noviembre 2016
  Recomendable pero algo falto de detalles

  Fin de semana, estaba lleno aunque muy tranquilo. A la habitación, muy amplia, le faltan detalles como un secador de pelo... teníamos una pequeña cocina pero no mesa... el televisor (nosotros no lo echamos en falta) y un servicio de habitaciones que, por lo menos, hiciese las camas. El desayuno bastante correcto: café americano, zumo embotellado, bollería variada, embutidos, tostadas y pan fresco de varios tipos, muy buena atención del servicio. Mención especial al encargado del huerto y de los animales y su trato con nuestra nena.

  

• Riitta K

  16 febrero 2017
  Fin de semana en Los Realejos

  Alojamiento rural con relación calidad- precio adecuada. La habitación que nos tocó era de las más pequeñas. Nos gustó el ambiente y la decoración rústica, suelo y falso techo de madera, camas grandes, sábanas y colchas de calidad. Sin grandes lujos pero muy agradable y adequado.

  

• iv6788

  03 enero 2017
  Sitio realmente bonito, pero le falta profesionalidad

  Nos alojamos en la Finca Saroga una noche solo, con un cofre de experiencias. Según llegamos, no había nadie más que el personal de limpieza, que llamó por teléfono al encargado y que nos hizo el check-in, pese a que habíamos hablado por teléfono y habíamos dado una hora estimada de llegada (que cumplimos). El problema es que al personal de limpieza los encontramos de casualidad limpiando una habitación, si no hubiéramos estado dando vueltas hasta encontrar algo. Tuvimos que esperar un tiempo a poder entrar en la habitación porque aún no había sido limpiada. La habitación, al igual que el resto de la casa es preciosa. Es rústica, cuidada y silenciosa. La finca está en un saliente de la autopista, y a nosotros no nos costó mucho encontrarla. Eso sí, la "carretera" para entrar a la finca da un poco de susto al comienzo por lo empinada y estrecha que es. Está por tanto en lo alto, y a nosotros, que pasara la autopista por debajo no nos afectó en nada (incluso es una ventaja porque facilita moverse). Las vistas desde la finca son al Teide por un lado y al mar por el otro, por lo que estar allí es realmente impresionante, y es la razón por la que le he dado tan alta puntuación. El problema de este hotel es sin duda el servicio. La mañana que pasamos allí, al ir a ducharme, no había agua caliente, y ante la imposibilidad de encontrar a nadie que ayudara, tuve que aguantar agua gélida a principios de Marzo. Más tarde, vimos al gerente y se lo comenté, a lo que me contestó con absoluta desidia que "se le habría olvidado encender el calentador". Efectivamente, fuimos al calentador y estaba apagado. Tuvo la bondad de encenderlo, para fortuna del resto de hospedados. El desayuno fue un momento absurdo. Fuimos a preguntar por el desayuno y nos señalan un edificio entero, pero nadie se dignó a llevarnos a él. Después de dar vueltas por el edificio (bastante grande) encontramos el desayuno. Entiendo que para ellos es una obviedad dónde está el desayuno, pero para alguien que no ha visto esa finca jamás, no es algo tan fácil. También tuvimos problemas con la cafetera, que al final, hicimos funcionar. Realmente una visita a un sitio tan bonito es para tomarse las cosas con calma... pero tener a gente buscando el café no es lo que voy buscando en mis vacaciones. No hay nada de mapas o información de la zona, ni nadie a quien preguntar. En el check-out nadie nos atendió o nos preguntó qué tal nos había parecido la estancia... Realmente es una pena, porque el sitio está cuidado, limpio, digno de pasar días estupendos allí, pero la desidia de la gerencia (que no del personal de limpieza que fueron extremadamente amables en el check-in) no es normal. Puedo entender que quieran pasar inadvertidos al huésped, pero cosas como no tener agua caliente y ni siquiera pedir perdón quitan valor a la experiencia. En mi próxima visita a Tenerife no creo que vuelva a este sitio, salvo que hayan cambiado de manos.