Doubletree by Hilton Hotel and Spa

Comentarios destacados

• Luis H

  17 marzo 2014
  Descubriendo Wales

  Hotel con encanto situado en un lugar tranquilo y que permite un acceso a poder conocer toda la belleza de las ciudades de su entorno Liverpool, Chester, Wrexham y moverse a ver los castillos de Wales. Un hotel muy recomendable

  

• Federico G

  07 diciembre 2015
  Gran Hotel

  El hotel cuenta con magnificas instalaciones y el personal es atento. El aparcamiento es amplio y desde el hotel se accede razonablemente bien a Chester. Dispones de la posibilidad de utilizar instalaciones deportivas muy completas, con un asesoramiento profesional.

  

• Eng_CFD

  16 febrero 2017
  Deja mucho que desear

  La habitacion es pequeña para abrir la valija hay que bloquear el paso a un lado de la cama. El humor del personal del desayuno es malo y los de la cena tienen tantas ganas de irse a su casa que no llevan mucho en apunte, si queres postre, anda a buscarte la carta solo. Ni una botella de agua a pagar en la habitacion. La conexión a internet gratuita es buena y el gym tb!

  

• playermen

  27 mayo 2017
  Buena opcion

  Habitaciones amplias, desayuno potente, aparcamiento gratuito, buena zona comun jardin amplio donde te puedes relajar, los muros te dan una tranquilidad para poder relajarte, gimnasio amplio muy concurrido

  

• rodriguezcfj

  30 julio 2018
  Una pena

  Y es que el hotel ha contado siempre con muy buena prensa. Yo estuve alojado aquí hace ya tiempo y la verdad es que no fue tan mala la experiencia. Vamos por partes. Está alejado del centro y hay que venir en taxi o con sistema de locomoción propio. Cuenta con parking abierto al aire libre. No hay barreras arquitectónicas para personas con movilidad reducida. El jardín y el hotel están bien cuidados y es un muy buen punto ya que le da un aire muy inglés al hotel. La entrada al hotel es sin embargo curiosa. Antes tenían una entrada libre muy amplia. Ahora hay en el centro unos enormes parterres que limitan tanto el espacio como la visión. El mostrador de recepción está nada más pasar la puerta. Para mi gusto tiene muy poca distancia a la puerta y está en una zona de paso entre las habitaciones de la parte de la derecha del hotel y el resto de las instalaciones. Esto contrasta especialmente con la enorme sala en la que se ubica. Siguen dando una galleta de chocolate excelente nada más llegar. Las habitaciones son espaciosas, tienen detalles como una tarjeta adicional ya puesta que te permitirá tener enchufado el aire acondicionado o la electricidad en caso de que dejes la habitación (pero no es una llave). Tiene enchufes de sobra, bien situados incluso en las mesillas. La cama perfecta, tanto colchones como almohadas. Televisión empotrada en la pared y wifi gratuita. Ducha (no bañera en mi habitación), pero no tiene minibar (yo no lo he necesitado, y no hay disponible ni una botella de agua mineral). El gimnasio y el spa sigue siendo de lo mejor del hotel. Muy frecuentado por los locales y gente que va específicamente al spa. Conserva su recepción amplia y unos vestuarios cómodos, espaciosos y limpios. No vas pisando charcos de agua, ni se ven toallas o cualquier otra cosa fuera de su sitio. El spa merece la pena. El desayuno del hotel está a la altura de su categoría. Hay mucha variedad de fruta, zumos, pan, bollería y parte caliente con todo lo necesario para un contundente English Breakfast de libro. Lo que falla estrepitosamente es el tema de las comida y cenas. Si no quieres moverte del hotel hay pocas posibilidades, entre ellas el bar-restaurante del hotel. Existe otro restaurante en el hotel, el Marco Pierre White Steakhouse Bar & Grill Chester que no lo he probado tras ver en su propia página de Tripadvisor que puede ser una lotería. A lo que voy es al propio bar-restaurante en el Garden Room, otro elemento que deja mucho que desear y hace que no me haya merecido la pena. Voy sólo, mesa para uno, parece sencillo. La primera es que no, en el bar directamente no sirven comida, hay que pasar a ser atendidos por la gente de la zona de restaurante aunque ocupes una mesa en el bar. El bar en sí mismo es una zona bastante estrecha y en el restaurante a pesar de que la zona es amplia, hay mesas de 4 muy estrechas e incómodas, especialmente aquellas que tienen los asientos corridos fijos. El restaurante está casi lleno, un 80% de su capacidad. 6 personas atendiendo las mesas y otras 2 en el bar. Espero 10 minutos a que me den atiendan para darme mesa. Me sientan al lado de la cristalera. Una luz radiante pero tengo el chorro del aire (que refrigera el cristal y la zona) dándome encima. Me dejan una carta. 20 minutos más tarde, uno de los encargados se da cuenta de mi desesperación (no han venido ni a pedir las bebidas). Lo tengo claro, fish and chips (13 GBP) y una pinta de cerveza. En 2 minutos tengo la comida y la cerveza tarda otros 10. Pescado rebozado con patatas fritas, puré de guisantes de guarnición y salsa tártara casera. El rebozado estaba crudo por dentro y flácido por fuera. Eso del crujiente no estaba. El puré de guisantes frío, que ni siquiera del tiempo. Las patatas más cocidas que fritas, y el punto del pescado un poco bastante hecho, aunque no muy seco. Tras dejar la mitad del plato tardaron otros 25 minutos en tarer un plato de queso, 3 trozos con uvas, galletas y el chutney (9 GBP). Pedí una copa grande de Malbec. Y por todo ello firmé un recibo de 42 GBP y llevo dándome compañía a mí mismo casi una hora y tres cuartos.