Casa Museo Palazzo Valenti Gonzaga

Comentarios destacados

• 573alfredos

  14 agosto 2015
  Una experiencia única

  No todos los días se puede dormir en un palacio ricamente decorado y ésta ha sido la ocasión perfecta. Las habitaciones ocupan los espacios de la capilla y de la sala del triunfo del Tiempo sobre la Fama. Estatuas, yeserías con roleos vegetales, paredes y techos pintados con figuras alegóricas... Una razón de peso para alojarse en Mantua. El trato por parte de los propietarios es exquisito.

  

• OlgaC

  01 septiembre 2015
  Dormir al fresco

  Reservamos por dos noches en este increible hotel la suite Capilla del Cardenal, el solo hecho de despertarse viendo esos frescos en el techo coronado con angelitos es algo que no olvidaremos. Apreciamos mucho la visita con explicaciones a toda la casa museo. El hecho de estar en un museo no restaba de comodidades el alojamiento, la cama fue muy cómoda, el aire acondicionado perfecto, así como la conexión wifi y la máquina nespresso. El amplio baño disponía de ducha y una singular bañera con patas.

  

• Patoesquivel

  18 octubre 2015
  Excelente !!!...sauper recomendable !!!

  Una experiencia sumamente agradable en todos los sentidos......algo totalmente fuera de lo común que sorprende desde el ingreso al edificio propiamente y posteriormente a una habitación de amplísimas dimensiones con todo el confort necesario para sentirse súper cómodo....todo ello sumado a la muy bien ubicado que complementada con la muy grata atención de Rocco y Cristina y su personal, hacen del Palazzo Valenti Gonzaga una elección sumamente recomendable.-

  

• juan c

  03 julio 2017
  dormir en un museo

  Me resulta muy difícil escribir una opinión sobre este ¿hotel?, ¿o es un museo?. En realidad las dos cosas. La ciudad es pequeña (y muy bonita)y el Hotel está bien situado, se accede fácil con vehículo propio, fuera de zona ZTL, y ofrecen (pagando) además parking propio. El personal encantador, muy especialmente Cristina (creo que este era el nombre), que nos atendió muy amable y profesionalmente en nuestro (y el suyo) propio idioma. La entrada al edificio, que se comparte con un banco (están en todas partes), ya resulta apabullante, pero es sólo el principio. Traspasada la puerta del Hotel y llegados a la recepción el asombro continúa, pero es máximo al pasar la habitación. O mejor dicho, al menos en nuestro caso, salones con camas, muy cómodas por cierto. Mejor que vean las fotos que otros clientes han colgado porque resulta muy difícil de describir. Y nos consideramos viajeros veteranos y que han visitado muchos y buenos hoteles en España y otros muchos países...Pero nunca habíamos pasado una noche en un lugar semejante. Algo sublime y parecido a dormir en un rincón del palacio Ufizzi, del Prado o del Louvre. Por otra parte excelente baño, bien disimulado (y es difícil) en el entorno, e impecable desayuno servido en la habitación. Nos sentimos como debían sentirse antaño los duques Valenti Gonzaga. Enhorabuena a dueños y empleados. Una noche aquí vale lo que cuesta. No se puede pedir más.... O sí, volver algún día..

  

• CRTravelinggirl

  17 marzo 2018
  ¡El arte puede ser también romántica!

  Hice la reservación de la suite con jacuzzi para un fin de semana romántico con mi esposo. Cuando llegamos fuimos recibidos con mucha amabilidad, la señorita nos mostró en un mapa las principales atracciones de la ciudad, nos dio consejos sobre dónde cenar e incluso nos explicó la historia de nuestra suite, que había sido la cámara nupcial de uno de los marqueses Valenti Gonzaga. Esto le añadió un toque especial a nuestra estadía, que pasamos bajo el fresco con forma de corazón del techo de nuestra suite, volviéndola aún más romántica de lo que había previsto.