Casa Das Penhas Douradas

Comentarios destacados

• VincentFreeman

  27 noviembre 2012
  Excelente

  Precioso entorno y muy bonito Hotel , un lugar especial.Cocina del mas alto nivel y personal encantador y muy diligente,perfecto.Como no se puede tener todo quizas un emplazamiento en el que la parte final de la carretera es un poco tortuosa pero se olvida a los 5 minutos de ser mimado por un personal impecable.Zona muy adecuada para caminar, Kayaks , bicicletas,etc Buena piscina y zona spa. En resumen de lo mejor para el relax pero con actividades alternativas y posibles excursiones cercanas a las villas de la Serra da Estrela. Destacable el excelente servicio y lo bonito que es el design Hotel.

  

• vanessamjr13

  19 mayo 2014
  Un sitio especial para desconectar y relajarse

  Este hotel ha sido todo un descubrimiento. La decoración, los detalles, la atención del personal, la comida, todo excelente y muy cuidado. Disfrutamos del programa romántico, con una noche de alojamiento+ masaje+cena gourmet con un descuento del 10% y sólo puedo decir que mereció la pena cada . El entorno es precioso y perfecto para apartarse del stress y disfrutar de la calma y la belleza del paisaje. Sólo reservamos una noche y nos costó marcharnos, mi recomendación es quedarse varias noches y dado que está en un sitio remoto, reservar las cenas para evitar desplazamientos por una carretera poco apetecible... Esperamos volver pronto

  

• 780joseg780

  24 marzo 2016
  Perfecta estancia de vacaciones con amigos y niños

  Pasamos 4 días en Semana Santa en este hotel, y aprovechamos para dar paseos por el monte e ir a la estación de ski cercana. El hotel es perfecto: la atención, decoración, silencio, comida, spa y los masajes. Fuimos con amigos, con lo que tuvimos un total de 5 niños, y tenían un servicio de guardería mientras cenábamos. Repetiremos.

  

• akitalaeli

  07 abril 2017
  Lugar de ensueño.

  Repetimos por segunda vez (estuvimos hace un año y medio) porque tenía la necesidad de desestresarme allí. La acogida fue maravillosa: te recogen las maletas y te las llevan a la habitación mientras te enseñan el hotel. El personal es sumamente amable y atento; tienen muchos detalles como recogerte la habitación mientras cenas o dejarte trufas y bombones en la cama. Las cenas son exquisitas (es un menú preestablecido de 38 sin bebidas), no me resultan caras pero porque la calidad hay que pagarla. Una de las noches no quise carne y el chef vino en persona para gestionar conmigo qué quería tomar (gracias!). La cena consistía en un cóctel (una noche Oporto y otro un GinTonic) con una tapa; después pasábamos al comedor y había un entrante frío, una sopa o crema de verduras y el plato principal que era carne o pescado. El postre era muy elaborado y exquisito; por último, café o té. Además, había una mesa con quesos y mucha fruta fresca. Otro dato importante es que te ponen merienda deliciosa, al igual que el destino. Nos regalaron un masaje de manos de 5min, mientras manteníamos una agradable charla con la terapeuta. El spa es agradable. Es dificultoso llegar allí, ya que la carretera es estrecha y con curvas, pero merece la pena. Suele hacer unos 5-6 grados menos que en el pueblo (Manteigas). Te ofrecen la posibilidad de visitar la fábrica de burel, un tejido que abunda en el hotel. Nos gustó mucho.

  

• 617Leopold_Corner

  02 diciembre 2017
  TOCANDO EL CIELO

  No es de extrañar que cueste tanto hacer los últimos kilómetros. Lo excepcional y sorprendente es lo que cuesta deshacerlos. Que pena tan grande! La sensación de relax, paz y confort solo son comparables a la magia de las vistas accesibles e invasoras desde cualquier lugar del hotel. Ubicado a 1500 metros de altura permite disfrutar de multitud de senderos aptos para cualquier persona. Estuvimos tres noches y no movimos el coche para nada, excepto en el trágico momento que hubo que volver a la realidad. El cóctel previo a la cena junto a la chimenea, la multitud de combinaciones posibles para cenar en un ambiente, los razonables precios del comedor, la excepcional amabilidad del personal, las cuidadisimas instalaciones, el buffet libre de la tarde con una variedad similar a la del desayuno para reponer fuerzas tras las caminatas, la moderna decoración de diseño y aire portugués, el silencio general (las habitaciones son tumbas), las zonas exteriores con variadas opciones para disfrutar de las vistas sin ser molestado, la selección de vinos... TODO fue perfecto en el sentido mas absoluto de la palabra. Muy, muy, pero que muy lejos de la mayoría de los *****. Un verdadero placer para los sentidos y ejemplo de servicio, buen gusto, instalaciones y proximidad con la naturaleza.