Belvedere

Comentarios destacados

• RoMadrid

  12 septiembre 2009
  Perfecto

  Cumplió perfectamente las expectativas. La zona es impresionante y el hotel está muy bien situado.

  

• Adrian_l80

  31 octubre 2013
  Hermoso hotel en un lugar increíble

  Me alojé 5 noches a mediados de septiembre. Al llegar al hermoso pueblo de Wengen en el tren que parte de Lauterbrunnen, había personal del hotel esperándome con un pequeño carro a motor que me llevó a mí y a mi pesada maleta hacia el hotel. La distancia entre el hotel y la estación de trenes será un unos 400 metros, fácil de caminar, salvo el día del arribo y la partida con las maletas, por lo que es fundamental avisar al hotel antes de llagar para que los pasen a buscar. Si no avisaron con anticipación, en la estación de trenes hay un teléfono para llamar de forma gratuita a todos los hoteles del pueblo. Como el pueblo es peatonal, cada hotel cuenta con pequeños móviles abiertos para trasladar maletas y pasajeros. El hotel me encantó y el personal es muy amable. Es el típico hotel alpino estilo siglo XIX que uno ve en las películas. Estilo antiguo pero muy cuidado. Me alojé en una habitación single con vista al Jungfrau. En el último piso del hotel, por lo que el techo de madera la hacía de cuentos. El balcón daba al frente del hotel y la vista cortaba la respiración, ya que al estar tan alto, tenía una de las mejores vistas del hotel. La habitación me sorprendió con una amplia cama doble (esperaba la cama single típica de Europa), caja de seguridad digital, TV satelital (que incluso pasaba TVE) pero sin minibar. WiFi gratuito solo en las áreas comunes, y para tener en la habitación se puede comprar un abono de Swisscom por 15CHF, que vale la pena si uno se aloja por varios días. El baño muy amplio. Los salones comunes del hotel muy acogedores, y el desayuno muy completo. El precio, excelente, sobre todo mucho más barato que hoteles más básicos y sin vista en Lauterbrunnen. Vale la pena subir un poco más y alojarse en Wengen. Lauterbrunnen es muy bello, pero Wengen en perfecto. La zona es sencillamente hermosa, y recomiendo sin dudar la visita a Jungfraujoch.

  

• 11Dario

  10 julio 2014
  Excelente y con hermosas vistas

  A pesar de que la decoración es un poco retro, todo esta sumamente cuidado, limpio y en orden. El baño muy bien, así como las instalaciones están muy bien mantenidas. La ubicación es excelente y las vistas que hay son impresionantes a los pies del Jungfrau. Desde Wengen se puede subir al Jungfrau con el tren cremallera. Para llegar a Wengen es necesario coger el tren desde Lauterbrünnen (no hay otra opción). Vale realmente la pena, volvería sin pensarlo dos veces.

  

• Ender604

  27 agosto 2018
  Sonrisas sin lagrimas

  Sitio idílico no vistas para quitar el aliento, aunque hay que tener claro que su emplazamiento puede ser limitante en algunos casos (en otros es una ventaja o al menos una experiencia de los más placentera). Permite alejarse del bullicio de Interlaken y disfrutar aún más del entorno. Personal fantástico, con una sonrisa en todo momento, dispuestos a agradar e incluso sorprender. Mención especial para Carlos, el Maître del restaurante. Desayuno más que correcto y el menú que ofrecen una opción muy interesante. Nuestra habitación era amplia, con un baño muy completo. Todo impoluto. Sin duda volvería.

  

• colinsQ1967CQ

  31 diciembre 2020
  Traditional swiss ski hotel with exceptionally friendly staff, piano bar, log fire and family christmas tree.

  A perfect christmas ski vacation in a fairytale snowy mountain landscape in stark contrast to the COVID crisis engulfing the outside world. We were picked up by the hotel electric mini bus at Wengen train station before a warm greeting by the management and staff. Our spacious traditional hotel room had a snow covered balcony overlooking the Jungfrau mountain and Lauterbrunnen valley. A couple of black squirrel's scampering up and down the fir trees nearby were close enough to touch. The magnificent winter panorama was animated by changes in cloud, sunlight, fog and snow storms. The restaurant breakfast buffet service with full eggs and bacon along with christmas turkey dinner and italian wine at our table with a view was first class. Apres ski was a pleasure, relaxing and soaking up the christmas atmosphere in the wood panelled bar with an enthusiastic live piano player, christmas tree and log fire together with handmade negroni cocktails served by the superb staff.