Art Hotel Rachmaninov

Comentarios destacados

• Edgardo1959

  27 junio 2018
  Muy buen hotel

  Hermoso hotel de diseño, bien ambientado como vintage , excelente recepción, todas las recepcionistas tienen calidez excelente inglés y voluntad de ayudar en cada pregunta , realmente una excelente opción, cerca del metro y de importantes lugares de interés . Su único defecto es que tienes que subir dos pisos por escalera con las valijas. De otra manera lo calificaría como excelente !! Recomiendo !!

  

• monicai180

  20 julio 2018
  Excelente ubicacion

  Muy bonito hotel, decorado estilo vintage y con una excelente ubicación lo que te permite pasear a todas horas Fuimos en Mundial y aun así toda la atención fue excelente El único tema fue subir las maletas varios pisos pero lo vale Disfrutamos

  

• Higginsss

  19 octubre 2018
  Encantador y céntrico hotel

  Hotel pequeñito y muy bohemio. Repleto de obras de arte y antigüedades. Es como alojarse en un museo, el único pequeño inconveniente es que hay que subir 2 pisos sin ascensor. Super céntrico, a 3 minutos a pie de la catedral de Kazan. Personal muy amable y con un perfecto inglés.

  

• Americas99

  27 octubre 2019
  Encantador, un pequeño museo

  Es un hermoso hotelito situado céntricamente, al lado de la catedral de Kazan. La decoración es encantadora, tanto en la habitación como los pasillos y el comedor. Tienen pinturas y fotos muy bonitas. La habitación que teníamos era con dos cuartos y dos camas, muy grande y con dos baños. Todo muy bien decorado, con mucho gusto. Las chicas de la recepción son muy simpáticas y atentas. El desayuno esta bien, tiene todo lo necesario. Para visitar la ciudad, es un lugar fantástico, se puede hacer todo a pie. El único punto negativo es que esta en un segundo piso sin ascensor. Para nosotros no fue un inconveniente.

  

• Ai_Ma_San

  25 febrero 2020
  Solo se salva la ubicación

  Hotel centralísimo a pocos minutos a pie del Hermitage y justo detrás de la Catedral de Nuestra Señora de Kazan, es decir, está ubicado en una posición envidiable. Y se paga exageradamente, desde nuestro punto de vista aprovechan desproporcionadamente de la posición. Queda en la segunda planta (sin ascensor) de un edificio de época. SIN ascensor y SIN botones, así que hay que subirse en completa autonomía el equipaje hasta el segundo piso. El portón de entrada se abre con mucha dificultad, así que para entrar hay que tirar muy fuerte. A tener en cuenta la primera vez que se llega al hotel, pues no disponiendo de interfono, estuvimos esperando en la puerta 20 minutos hasta que salió un vecino y nos dejó entrar. El personal de recepción tiene buen nivel de inglés, pero no son lo que se dice exactamente hospitalarias. Apartamento cuádruple enorme con ambiente único para la habitación de matrimonio y la cocina, completado por un baño con plato de ducha algo estrecho. Además dispone de una segunda habitación doble (con dos camas individuales) con baño, ambos aseos son ciegos y bastante angustos. Todo limpio, pero la huella del tiempo hace mella, sobre todo en el parquet. Lo artístico del lugar no supimos entenderlo, se nos hizo un amasijo sin ton ni son de cosas que podrían pasar por obras de arte, pero que no tienen hilo conductor alguno. El desayuno, servido en una graciosa y diminuta sala, es muy pobre y con poca variedad, les cuesta reponer (o directamente no lo hacen) los productos que se van terminando a lo largo de la mañana. No volveríamos en una próxima visita a la ciudad