Ancora

Comentarios destacados

• L0sMadriles

  14 agosto 2019
  Hotel familiar bien atendido

  Se trata de un hotel pequeño de unas 30 habitaciónes, gestionado de manera familiar, donde cuidan los detalles, y están pendientes,( sobre todo la propietaria), de satisfacer tus necesidades. Buena situación a 10 minutos en coche de Sanxenxo y Combarro, y unos 20 de Pontevedra. Se aparca fácilmente, buen desayuno, bonita terraza en la azotea, y servicio de bar-cafetería todo el día que te puede venir bien en alguna ocasión. A destacar la atención y amabilidad de la propietaria, así como de la chica que atiende el desayuno, y de Estela que es un encanto de persona.

  

• María N

  18 agosto 2019
  Buen hotel

  Un buen hotel para su categoría aunque la habitación triple no es adecuada para tres adultos. La cama supletoria muy incómoda. El resto bien, el desayuno bastante bueno. Lo mejor la limpieza de habitaciones e instalaciones comunes.

  

• Joy G

  15 septiembre 2019
  Queremos volver

  Un hotel de 3 estrellas increíble. De los mejores que he estado. Desde la habitación se puede ver el mar y ver el mar desde que te levantas hasta que te acuestas no te precio. Estuvimos dos tardes/noches en el chill out y unas vistas sensacionales. El jacuzzi puedes estar hasta las 23 y el agua está para unos buenos baños. Todo muy limpio y un olor muy suave. Quereros repetir. Muchas gracias!!!!

  

• DiegoSC93

  05 agosto 2020
  Genial

  Me he alojado 3 noches. El trato inmejorable desde nuestra llegada, terraza genial con jacuzi y buenas vistas, cenamos dos veces en la terraza viendo la puesta de sol: comida casera, rica y barata. Lo mejor los desayunos (especialmente los bollinos de pan). Gimnasio completo. Todo limpio.

  

• nesaka

  28 agosto 2020
  Cero respeto por el descanso

  Gracias a Dios nos alojamos sólo una noche. Por teléfono nos dijeron que nos ponían en una habitación con vistas al mar porque estaban llenos y nos cobraron 95. Al llegar, la habitación no estaba reformada como las fotos de la web y el baño será de los años 60, viejo y con signos muy visibles de falta de limpieza (estando encima en plena pandemia). La habitación tiene las paredes de papel y estando pegada al ascensor, por lo que temblaba el techo de la habitación cada vez que alguien lo utilizaba. Pero sin duda, lo peor fue el poco respeto que mostró el señor recepcionista que estuvo durante la noche (y son la propia familia quienes lo gestionan y viven también en el hotel). Ese señor se pasó toda la noche abriendo y cerrando la puerta con pestillos o candados que hacían mucho ruido y charlando por teléfono y con los clientes a las 02,03 y 04 de la madrugada a grito pelado, pareciendo aquello más un turno de la construcción que un hotel para descansar. Vamos que fue un TIMO TOTAL Y ABSOLUTO!! Y encima no pegué ojo en toda la noche.