Alexander Museum Palace

Comentarios destacados

• Blalv

  18 agosto 2013
  Buena relación calidad-precio

  El hotel es justo como aparece en las fotos de su web.Las zonas comunes están decoradas con obras de arte y cada habitación es diferente y está decorada por un artista distinto. Nosotros estuvimos en la 306,"La luna de Alicio", agradable aunque un poco pequeña para tres personas, como era nuestro caso.En ocasiones ha sido un poco ruidosa. La piscina es muy pequeña y con pocas tumbonas y sin sombrillas, pero tampoco había demasiada gente ocupándolas. La playa es buena y privada ,como en toda Italia. En el precio del hotel no está incluido el uso de las sombrillas y tumbonas de la playa, así que si se quiere hacer uso de ellas hay que pagar 25 euros por día.Si se reservan varios días el precio disminuye. Esto debería estar incluido. Está situado al final del paseo marítimo , pero se puede ir dando un paseo hasta el centro de la ciudad o tomar un autobús gratuito que para muy cerca del hotel.Hay servicio diurno y nocturno. El paseo no tiene nada de particular. Es el típico paseo lleno de hoteles. Hay un carril bici que lo recorre y siempre está lleno de gente, así que no hay problema si se quiere regresar tarde andando. El desayuno es bueno , variado y abundante. Alrededor del hotel no hay ningún sitio donde comer,por lo que hicimos las comidas allí y las cenas en el pueblo. La cocina es muy buena, aunque poco variada, y los precios son similares a los de los restaurantes de la zona. El wi-fi es gratuito, pero no funciona demasiado bien. Hay que pedir una contraseña cada 24 horas y va bastante lento. El personal es muy amable y profesional.

  

• Judit Y

  27 enero 2016
  Gran hotel

  Fue toda una experiencia, cada habitación es totalmente diferente e increíble. El staff del hotel así como la ubicación impecables. El único fallo es que la piscina estuvo cerrada los dos días de nuestra estancia por un evento privado.

  

• FranG737

  06 octubre 2016
  Cuestionable

  A primera vista, parece un hotel original, moderno y diferente a lo que otros ofrecen. Pero sin embargo, solo resulta ser una "máscara" de presentación, ya que creo que el hotel no está a la altura de lo que quieren ofrecer, ni tampoco a la altura de un hotel de 4 estrellas. He estado en hoteles de 3 estrellas que ofrecen un mejor servicio y que están mejor cuidados. En el check-in, en recepción, habían tenido un problema a la hora de imprimir la factura, y me dieron una en la que aparecían datos de otros clientes. Llego a la habitación, habían 3 camas, (yo tenía una individual), era bonita y con muy buenas vistas a la playa. Pero había un problema, estaba sucia!!! las papeleras con basura, y las camas sin hacer. Llamo a recepción para informar que ha debido de haber un error, y me dicen: "Sí, es posible". A pesar de las molestias, me cambian de habitación, pero el cambio no fue bueno. Me dieron una habitación peor. Habían algunas luces que no funcionaban, y el aire acondicionado hacía un ruido continuo insoportable. El mando de la Tv tampoco tenía pilas. En mi opinión, cuando el hotel comete un error de este tipo, tienen que compensar al cliente por el error que han hecho y compensar de algún modo, dando por lo menos una habitación de la misma calidad y asegurándose de que todo está bien. Sólo hubo unas disculpas por su parte. El hotel, pese a que quieren impresionar con las obras de arte, no está cuidado. En la sala de desayuno se podía apreciar la suciedad. Y los cristales que dan a la piscina y al mar,... no se veía nada!! estaban sucios, eso se ha de limpiar más a menudo! Si no se puede mantener unas instalaciones así, quizas sea más conveniente poner otras cosas y otros diseños o ventanas. Tener algo bonito pero sucio, es como no tener nada. A la hora del desayuno, no fueron puntuales. El personal parecía poco amable, muy serio, y daba la impresión de que le molestase de que uno fuese a desayunar pronto. En conclusión, bastante decepcionado, y con pocas ganas de volver. No lo recomiendo.

  

• Luis E

  20 septiembre 2018
  No lo recomendaría

  El hotel, que se publicita como un museo, tiene cada habitación decorada de modo diferente, según algún artista moderno. Y lo mismo las zonas comunes. Más que bonito me pareció agobiante. El restaurante del hotel tenía un bufé los sábados que estaba muy bien.

  

• Colm K

  23 septiembre 2020
  Pompous and invasive owners. Otherwise very pleasent.

  I'm struggling to give this hotel a 'very good' rating but it warrants no less as the food is downright excellent and compensates greatly for the negative aspects. The hotel is on the seaside. One passes through the pool area, down a few steps and you are right on the beach. The owning couple (in their 70's) are downright arrogant and presumptuous. My initial experience was upon check-in when the "lady" of the house instructed the receptionist to tell me that we could not view another room as they would then have to 'sanitize' given the Covid guidelines. I consequently simply peeped into the alternative room and went back downstairs and said we'd take the room they had first offered. In less than 15 mins later, I showed the receptionist a picture I took of the cracked WC seat that was in our room and wanted to ask him to ask his boss to review their "sanitizing" as it had not apparently been very thorough in our room. I let it go and, to be fair, they sent their maintenance guy to change the seat the next day. The first evening, my wife and I had been guided to a lovely big round table and were enjoying our first course when the "lady", her husband (very obviously a lover of contemporary art) and son/daughter/grandchildren all arrived at the next table. The owner, proceeded to query in a loud voice his grandchildren about their school etc etc. The children's father was very polite and did his best to tone things down but the owners managed to spoil my dinner which was, purely from a culinary point of view, excellent. The next morning I asked the waiter to move us to the other extreme angle of the dining room to be a long way from the thoughtless owners. That worked until a couple of evenings later, the owner decided to use the dining room/pool area to host a weeding party. The hotel guests were regaled to the basement area. Given the excellent food quality, that would not have been a problem but dammit the 'lover of art' had invited a local group of about thirty-thirty-five people and we had to spend the first half of our meal in the company of loudspeakers and the second half, again listening to 'his lordship' welcome his chosen private guests into the space which had been allocated to his PAYING hotel guests for their PAID dinner. The rooms are cleverly 'arty'. in need now of a redecoration and inter-room sound-proofing as one hears one's neighbor snore. Keep the cook :-)