Alcala Apart

Comentarios destacados

• gustavob302

  28 febrero 2018
  Gratamente sorprendido

  La verdad, sabia al tipo de hotel que llegaba, pero las excelentes fotos, no le hacen justicia, la habitacion que me toco era realmente inmensa, la vista, preciosa, si bien es un barrio con edificios, casi no molestan para ver parte de la hermosa cuidad de La Paz. Desayuno inmejorable, salvo el domingo que es el franco del cordial mozo, (que es reemplazado por una apatica usuaria de celular, que parece solo esta para que no se roben las cucharas). La atencion en recepción es muy buena, salvo la dell Sr Jesus, que realmente es inmejorable. Espero mantengan el edificio y los servicios de la misma manera. Y cuando vuelva a La Paz, volvere al Alcala

  

• juliro27

  10 junio 2018
  Nos sentimos en casa!!

  Apart muy bueno para nuestro gusto: frente a una Plaza (España), cercano a otros espacios verdes (El Montículo); cercano a estación teleférico Linea Amarilla; con lugares de aprovisionamiento y comidas muy cercanos; habitación cómoda, amplia y luminosa.Adecuado desayuno y excelente atención del personal en el que se destaca Jesús. Entiendo que renovarán el sommier de la habitación que nos asignaron y les sugerimos que el sel servicio sea EXCELENTE, agregar algunos utensilios de cocina. RECOMENDABLE!

  

• Osvaldo M

  11 junio 2018
  Excelente departamento.

  Llegamos muy tarde pero nos atendieron de 10 y nos recomendaron para ir a comer.Muy buenas instalaciones,las camas comodas y cocina buen equipada. Desayuno abundante y muy variado. Pudimos llevar él mismo al depto ya que los niños se levantaron más tarde. Muy cerca de todo,zona muy segura y tranquila.

  

• IbrahimM2287

  20 febrero 2019
  Buen servicio

  Estuvimos en La Paz y nos gusto el servicio y la ubicación. Soy egipcio la gente de la recepción amable buena limpieza Lo que me gusto su cercanía al teleférico. Es súper recomendable hotel.y los precisos no son caros. Lo recomiendo para todos esa hotel . Te van a gustar

  

• RovingAl

  09 julio 2019
  UN HOTEL DE ALTURA Y PUNTO.

  Pasé unas cuatro semanas viviendo en ese hotel y era una experiencia sumamente grata. Es un hotel elegante con un toque romántico y hasta colonial. Los muebles son rusticales del estilo de épocas pasadas. Aparecen algo desgastados pero bien cuidados. Eso le daba al departamento un cierto ambiente que para mi sirvió muy acogedor (a mi no me gustan los hoteles modernos). Mi departamento era generosamente amplío e incluía dos dormitorios, salón y cocina con un área total de unos ciento y pico metros cuadrados. En el departamiento que yo ocupaba (201), el segundo dormitorio daba al tragalúz. No sé si es necesariamente una desventaja, pero bueno, mejor saberlo. La única gota de vinagre fue que debido a la densidad del barrio el sol casi no entraba en mi departamento siendo bloqueado por los edificios colindantes. Supongo en los pisos de arriba no es un tema. Mi departamento tenía amplios armarios y un baño equipado con una tina jacuzzi. Dado el clima frío de La Paz me pareció un artefacto algo exótico y de poca utilidad, pero bueno, otra vez, los gustos individuales no se discuten. En todo caso, tanto en la noches como por las mañanas la ducha producía agua muy caliente y de debida presión, que no es siempre el caso en La Paz. A propósito, las toallas de baño son puro lujo. Se ofrece un desayuno amplio y variado que no deja nada por desear, apoyado por una buena máquina de cafe atendida con mucha habilidad por el ilustre Chef de Bufét Sergio. La limpieza de los departamentos es ejemplar, hay servicio de limpieza diario que incluye un cambio de todo. Un toque de estilo. Mi admiración va a la venerable Yismondi que mantenía mi departamento en un estado impecable. Una cosa que me encantó sin límites fue una selección de almohadas, cinco en total, que cubrían todo el espectro de preferencias. Típicamente tengo mucho descontento con almohadas, pero aquí, ofrecieron una gama de soluciones perfectas. La cocina incorpora una estufa eléctrica, nevera, microondas moderna y todo tipo de utensilios. En lo que toca a la ubicación del hotel, es otra vez una questión de preferencias pero para mi era perfecta. Un supermercado, un sastre con servicio de planchado para trajes, un patio de comida, un sinnúmero de establecimientos de índole gastronómica, en su mayoría sencillos pero con una oferta variada, riquísima y de precios económicos. Una estación del teleférico a cinco minutos caminando. Los recepcionistas, Ánguelo y Carla, son absolutamente ejemplares en el cumplimiento de sus responsibilidades y en su actitud amigable pero respetuosa. ¿Qué más puede uno desear de un hotel? Correcto. Nada