Circuitos por República Checa

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Praga es sin duda, una de las ciudades más bonitas de Europa. Ciudades medievales, leyendas, tradiciones... La ciudad de Praga, con su porte monumental, histórico y majestuoso, oculta una vida moderna y palpitante que merece la pena descubrir. Camina, siente, escucha lo que quiere contarte en cada esquina. Cada detalle hará que te enamores un poco más de ella y de su faceta cosmopolita y romántica, capaz de contentar a viajeros llegados de todo el mundo. 

La mejor forma de conocer su esencia es a través de rutas temáticas dedicadas a la música, las leyendas, la cerveza, el cine o el arte. Recorre Praga en un tranvía histórico o en uno de diseño. Disfruta de las increíbles vistas de la capital desde un barco navegando por el Moldava. Déjate embelesar con los espectáculos de ópera o ballet en el Teatro Nacional.

Descubre la belleza de la ciudad a vista de pájaro desde una de sus numerosas torres. Y no olvides vivir la noche praguense en uno de sus clubs de jazz o rock tras saborear la gastronomía checa, ya sea tradicional o de autor.

Descubre Karlovy Vary, una famosa estación termal, así como Holasovice y Cesky Kumlov, que destaca por sus pintorescas plazas y sus puentes viejos de madera. Recorrerás el valle del río Moldava e irás a Hluboka, donde visitarás su castillo, antes de llegar a Ceske Budejovice, una de las ciudades medievales y bohemias más bonitas. En Trebon encontrarás una pintoresca ciudad en la llanura. Un viaje para ver fortalezas medievales, verdes bosques y por supuesto, degustar su cerveza.

Pilsen le debe su fama internacional a la cerveza, ya que su nombre ha sido empleado para bautizar a las cervezas rubias tipo pilsner que se elaboran hoy día en todo el mundo. Sin embargo, también es una ciudad repleta de monumentos industriales, culturales y judíos. Visita la fábrica de cerveza Pilsner Urquell, los interiores funcionalistas de Adolf Loos, conoce la tradición checa de las marionetas en el Museo de Marionetas y disfruta de una representación de ballet o de ópera en el Teatro Tyl.

Kutná Hora. Tan bella y cercana a Praga que es una visita obligada. Seduce por muchos motivos, entre ellos, su casco histórico, con la iglesia de Santa Bárbara y la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, ambas protegidas por la Unesco. Además, esta ciudad alberga lugares tan curiosos como la antigua mina de plata que proveía de mineral a la Corte Italiana (la Casa de la Moneda) y el Osario de Sedlec que tiene más de 40.000 esqueletos humanos colocados de forma artística. Tampoco dejes de conocer el Museo Checo de la Plata, situado en una mina, donde aprenderás, provisto de una linterna, un casco y un blusón de minero, cómo se extraía el mineral.