¿Pensabas que era París? La historia, y en este caso medieval, nos depara más de una sorpresa, como esta en la que una pequeña localidad, en lo alto de un promontorio cerca de la Costa Azul, tiene derecho legítimo a reclamar la denominación de “capital del perfume”. Los orígenes de la ciudad de Grasse, en Francia, se remontan nada menos que al siglo VII, siendo en tiempos una de las ciudades más importantes de la zona. Es posible que, al principio, la ciudad tomara impulso gracias al comercio de las pieles, pero el destino le guardaba convertirse en uno de los referentes internacionales más importantes en el mundo de la alta perfumería.
No es difícil sentir ese vínculo íntimo e histórico entre la ciudad de Grasse y la perfumería, sobre todo cuando comenzamos a caminar por sus callejuelas empedradas y descubrimos que están repletas de perfumerías de toda clase y condición. Por supuesto que encontraremos los perfumes más famosos de las firmas internacionales, pero… ¿de verdad has ido a Grasse para comprar un perfume de firma?
Debes saber que Grasse está ubicada en una zona de enorme proliferación floral, sobre todo de jazmines, rosas y nardos, y que aquí vas a encontrar perfumes muy singulares, confeccionados con flores autóctonas y “recetas” que se remontan a siglos atrás. Abre la mente, y la nariz, y curiosea en busca de perfumes que solo encontrarás en esta ciudad cuyo vínculo con el mundo de las fragancias no ha sido construido por la publicidad.
Pocos lugares son tan idóneos como Grasse para descubrir todos los secretos del mundo del perfume, así que prepárate para disfrutar de la visita a un par de sitios de lo más recomendables. En primer lugar, la Villa-museo Fragonard, que no solo es una de las perfumerías más importantes de Grasse, sino también el nombre comercial que más encontrarás a lo largo de tu visita a la ciudad.
De hecho, si visitas otras ciudades de la Costa Azul, no te costará encontrar muchos de sus productos, como los jabones, bajo la forma de amenities en multitud de hoteles.
La visita a la perfumería Fragonard te permitirá descubrir los procesos de confección de sus principales esencias, sus artesanías históricas e incluso gran parte del imaginario artístico que ha acompañado a sus productos durante siglos, empezando por los frascos e incluyendo hasta el etiquetado de sus perfumes. Y sí, al final del recorrido descubrirás una espectacular tienda-perfumería que es toda una golosina visual donde no serás capaz de resistirte a la tentación de llevarte alguna de sus esencias más emblemáticas.
Otro de los lugares más interesantes de la ciudad es el Museo Internacional de la Perfumería, cuyos pasillos y espacios dan cuenta de esta especial relación entre la ciudad y el comercio de las esencias. ¿Conoces las tres etapas de confección de un perfume? Descúbrelas aquí, junto a una gran colección de frascos, etiquetas, herramientas de destilación, etc. Por cierto, no te pierdas la visita al invernadero donde tendrás ocasión de cerrar los ojos y dejarte embaucar por las esencias más intensas de las flores de la Provenza.
Si quieres ambientarte antes de tu visita y, además, proporcionarte un referente visual con el que imaginarte caminando por las calles de Grasse, puedes ver el film alemán “El perfume”, dirigido por Tom Tykwer en el año 2006. La cinta, que contó con Grasse entre sus localizaciones de rodaje, recoge el predominio que la ciudad ostentaba en tiempos medievales en materia de perfumería, hasta el punto de contar con los mejores perfumeros y la más alta reputación. Y también nos habla, ¿por qué no decirlo?, del reverso oscuro de las mejores esencias, pues ya sabemos, como decía Eugenio Trías, que lo siniestro es condición y límite… ¡de lo bello!
Pero no todo es perfumería en Grasse. Como decíamos, la ciudad tiene un pasado medieval cuya huella se ve y se respira tan solo paseando por sus calles, y eso es justo lo que te animamos a hacer. En tu camino encontrarás toda clase de callejuelas empedradas, fuentes, soportales… la sintaxis medieval de una arquitectura que, como por arte de magia, nos devuelve al siglo VII, y que nos permitirá disfrutar del mejor estilo románico de la zona.
No dejes de acercarte a conocer la Catedral de Notre-Dame du Puy, una construcción que data del siglo XI y que es uno de los grandes atractivos arquitectónicos de la ciudad; o el antiguo casino Belle Époque.
La única molestia de visitar una ciudad construida sobre un enclave natural tan espectacular es la cantidad de rampas, escaleras y desniveles que encontrarás constantemente al avanzar por sus callejuelas.
El intríngulis de su trazado tiene sabor ancestral, nos hace sentir el viaje en el tiempo, pero también puede ser toda una prueba para las piernas, de modo que no dejes de aprovechar las ocasiones para el descanso que te irán proporcionando los pequeños parques y plazoletas que vayas encontrando a tu paso.
Y si quieres un sitio de lujo para recobrar las fuerzas, ¿dónde mejor que en el Jardín Botánico de Grasse? Palmeras, plantas y hasta un estanque en el centro para rodearte de la Provenza misma.
Existen múltiples formas de llegar a Grasse, incluyendo varias líneas de autobús desde la ciudad costera de Cannes o, por supuesto, a bordo de tu propio vehículo. Otra forma de llegar, y por cierto con un encanto propio, es a bordo del tren de cercanías, cuya línea serpentea entre colinas y montañas hasta llegar a Grasse, todo un espectáculo de paisajes cambiantes que podrás disfrutar admirando por la ventana.