Por todo el mundo se celebra la fiesta de Pascua de una manera más o menos pagana, más o menos religiosa. Las distintas religiones y los movimientos migratorios han originado diferentes tradiciones de Pascua dependiendo de la zona del mundo. Vamos a recorrer algunos lugares donde la Pascua se celebra de una forma particular:
España es uno de los lugares donde más tipos de celebraciones de Pascua se realizan. En cada punto del país se celebra de una manera diferente. ¡Hasta la gastronomía asociada a estas fechas es distinta! Desde las torrijas – dulces elaborados con pan, leche, canela y naranja – hasta las monas de Pascua tan típicas de la zona del Mediterráneo.
Podemos vivir desde la pasión de las procesiones en Andalucía, a la austeridad y recogimiento de las procesiones castellanas, ambas acompañadas por una imaginería histórica y espectacular, hasta tradiciones tan particulares como que realizan en Verges, Girona, en la que un grupo de personas disfrazadas de esqueletos realizan la “danza de la muerte”, que representa el juicio final de una persona al morir en el que se decide a dónde va a ir su alma, al cielo o al infierno.
La Pascua en Grecia se celebra días más tarde que en España, ya que ellos siguen el rito cristiano ortodoxo. Para los griegos, la Pascua es sin duda una de las fiestas más importantes del año. Este año, el día de Pascua es el domingo 16 de abril; aunque los preparativos para la Pascua comienzan con semanas de anticipación.
En la Isla de Corfú, La Pascua, la fiesta más grande de la iglesia ortodoxa, es aún mayor y más espectacular y cuenta con rituales que no se encuentran en ninguna otra parte. El sábado de Pascua tienen como tradición «La caída de las ollas de barro» que consiste en tirar dichas ollas desde las terrazas para anunciar la resurrección de Cristo. Después de este acto, las Filarmónicas marchan por las calles del casco histórico con alegres marchas. El día de la resurrección, se celebra la esperada Misa de Resurrección que tiene lugar en la Explanada Superior de la ciudad de Corfú, tras cuya finalización los feligreses acuden al sacerdote para recibir la «luz santa» encendiendo su propia vela la cual se llevan a sus respectivas casas con el fin de bendecir con ellas su hogar haciendo una cruz en la entrada o sobre la puerta confiando en que así, el mal de ojo no les acechará.
Otras de las costumbres más extendidas en el país, consiste en romper huevos sobre los demás para simbolizar la apertura del Santo Sepulcro, mientras se repite la expresión “Χριστός ανέστη” (pronunciado “Jristós Anesti”, “Cristo ha resucitado”). Se realizan una especie de «duelos» de romper huevos entre dos personas y la persona cuyo huevo no se ha roto, es la persona afortunada. Según la tradición, el huevo se guarda hasta el jueves santo del año siguiente y en muchos pueblos las mujeres lo entierran en sus cosechas para traer la suerte.
De la gastronomía típica de estos días destacan los platos a base de cordero, el tsoureki – un dulce y esponjoso bollo – y los huevos de Pascua – que suelen estar decorados de color rojo representando la sangre de Cristo -.
Rumanía tiene tradiciones muy parecidas a las que encontramos en Grecia, dado que también profesan la religión cristiana ortodoxa.
Según la fe ortodoxa, durante la Pascua, se perdonan los pecados y se celebra la resurrección. Los rumanos viven la Pascua como una fiesta muy especial durante la cual estrenan ropa, limpian con mucho esmero sus casas y las decoran con los huevos típicos de Pascua. Algunos son verdaderas obras de arte por su variedad de colores y diseños muy detallados que conforman auténticos mosaicos religiosos. El día de la gran celebración, los chocan unos con otros como si fueran copas de cava o champán mientras exclaman “Hristos a inviat” (“Cristo ha resucitado”).
¿Sabías que en Rumanía pintar y decorar huevos de Pascua es un arte tradicional?
La comida tradicional de Pascua de Rumanía se basa en los huevos duros pintados con vivos colores, en su tradicional pastel llamado pasca cu branza, (roscón empanado con forma de corona), el cozonac, que se hornea tres días antes de Pascua, y por supuesto en sus mesas no puede faltar el cordero.
Ya en un documento que data de principios del siglo XVI aparece la figura de la liebre asociada a la Fiesta de Pascua en Alemania. Con el tiempo, la tradición fue evolucionando hasta derivar en los actuales conejos de Pascua comestibles elaborados a base de pan y azúcar. Los alemanes que emigraron a América en el siglo XVIII llevaron consigo esta tradición, y en la zona de Pensilvania se transformaron en figuras de chocolate.
En el pueblo bávaro de Oberammergau, cada 10 años se representa una obra teatral sobre la Pasión de Cristo en la que se relata su juicio y su muerte. Realizada al aire libre, aprovecha la arquitectura de la ciudad como escenario para la representación, con el incomparable fondo de los Alpes de Ammergau entre los meses de Mayo y Octubre.
Aunque en Gran Bretaña se suelen celebrar toda suerte de festivales y eventos deportivos especiales durante la época de Pascua, quizás lo más curioso sea la tradición practicada desde 1445 en algunos pueblos: carreras de tortitas. Los participantes corren mientras lanzan las tortitas al aire e intentan no dejarlas caer. El premio para los ganadores no es menos curioso: comerse su propia tortita.
Otra de las tradiciones más antiguas es la del famoso “Egg Roll”. Después de la misa del Lunes de Pascua, los niños se reúnen para bajar las colinas cercanas rodando huevos decorados. El primero que llega gana un premio de chocolate. La carrera del rodado del huevo de Pascua, es un juego tradicional de muchos países anglosajones y del norte Europa
En un país tan extenso y con tantas personas que procesan diferentes religiones, es difícil encontrar una única tradición que destaque especialmente sobre el resto. Lo cierto es que, para el norteamericano medio, la Pascua significa el inicio de la primavera y unos días de vacaciones. Pero la gran cantidad de comunidades extranjeras que viven y celebran sus tradiciones de Pascua hace que, poco a poco, éstas vayan cogiendo peso.
No obstante, sí parece que hay un elemento propio de esta época que se ha extendido por todo el país: el conejo de Pascua, símbolo de fecundidad en muchas culturas. La tradición dice que el conejo esconde los huevos decorados de distintos colores que ha portado en una canasta, el Sábado de Pascua; para que en la mañana del Domingo de Pascua los niños los busquen. Ahora estos huevos se han convertido en dulces golosinas de chocolate.
Esta tradición actualmente se respeta incluso en la Casa Blanca (Washington) donde el día de Pascua, el Presidente de los Estados Unidos invita a un determinado número de familias para que participen en la búsqueda de los huevos que el conejo ha dejado la noche anterior escondidos en la residencia presidencial más famosa del mundo. También se realizan distintos juegos, como una carrera en la que se empuja un huevo duro con un palo largo; el primero que llega a la meta junto a su huevo en perfecto estado será el ganador.
En la Catedral de San Patricio de Nueva York se aprovechan los días de Pascua para rendir culto al llamado “Cristo Negro”, lo que atrae a numerosos ciudadanos de origen guatemalteco y centroamericano. También desde este templo parte una de las cabalgatas más importante de cuantas se celebran en la ciudad de los rascacielos: el Desfile de Pascua Florida. Se trata de una cabalgata colorida y alegre que recorre toda la Quinta Avenida, y en la que se tiran flores bendecidas durante el recorrido.
En California se celebra un Vía Crucis viviente, con una representación teatral de la Pasión de Cristo que cada año atrae a muchos fieles y turistas a verlo.
En Nueva Orleans, el famoso Mardi Gras (“martes graso” en francés) marca el inicio de la Cuaresma. Se celebran desfiles por toda la ciudad, en la que no pueden faltar los conejos de Pascua con su cesta de huevos color pastel que se esconderán para los niños.
¿Conoces otras tradiciones de Pascua interesantes o curiosas? ¡Compártelas con nosotros!