Dejando a un lado sus impresionantes paisajes costeros y playas mediterráneas, la Comunitat Valenciana alberga tierra adentro otros muchos tesoros para descubrir, pues su territorio interior ofrece infinidad de posibilidades al viajero ávido de explorarlas. El Levante español cuenta con un patrimonio natural incomparable en el que destacan parques naturales como el del Penyagolosa o la Albufera y encantadores pueblos como Morella o Bocairent, atravesados por senderos y rutas que invitan a adentrarse en esta tierra con la perspectiva pausada del caminante. Si quieres descubrir la Comunitat Valenciana desde una nueva perspectiva, sigue leyendo. Aquí te detallamos los rincones más secretos, ¡toma nota!
Trazamos nuestro recorrido de norte a sur, iniciando el periplo por el interior de la provincia de Castellón donde encontraremos rutas singulares como la subida al Penyagolosa, el segundo más alto de la Comunitat Valenciana, con 1.813 metros de altura y enmarcado por el Parque Natural del mismo nombre. Para ascender, hay dos opciones, el camino más exigente desde el municipio de Villahermosa del Río, que requiere una mayor preparación física; o desde el Santuario de Sant Joan de Penyagolosa, una ruta apta para todos los niveles.
Por su parte, la ruta circular de Bejís es perfecta para quienes se están iniciando en el senderismo o viajan en familia, pues su bajo nivel de dificultad la hace muy accesible. Además, es perfecta para combinarla con una visita a la iglesia parroquial dedicada a Nuestra Señora de los Ángeles y al castillo de la localidad, adscrito a la Orden de Calatrava.
Estas rutas y recorridos atraviesan localidades muy interesantes de la región, lugares llenos de historia que albergan tesoros arquitectónicos. Morella es uno de ellos; este pequeño pueblo medieval, que bien merece una mención especial por ser la capital de la comarca de Els Ports y recibir a sus visitantes con un imponente castillo desde el que se domina toda la tierra circundante. Tampoco dejes pasar la ocasión de visitar el Convento de San Francisco y la Basílica Arciprestal de Santa María la Mayor, joya del gótico.
Otra de las paradas obligadas en la provincia de Castellón es Llucena, Lucena del Cid, también conocida como “La Perla de la Montaña”. Esta localidad se encuentra entre el barranco de la Pedreña y el río Lucena, destacando por ser uno de los términos municipales con más desnivel de toda Europa y por brindar unos paisajes que son auténticos monumentos naturales. Su ermita y el castillo de San Miguel de Torrecelles, de origen árabe, son puntos de gran valor histórico y cultural, y una de las paradas del camino de los peregrinos de Les Useres, romería que fue declarada Bien de Interés Cultural en 2016.
Visitar el pueblo de Cervera del Maestre es otra gran experiencia que recomendamos. Esta localidad también conocida como “el balcón del Maestrat” se ubica en las faldas de su castillo y su origen se remonta a la época islámica, como atestiguan las laberínticas calles de su casco antiguo. Algunos puntos que no debes perderte son, por supuesto, el castillo-fortaleza y el antiguo molino aceitero, hoy reconvertido en Centro de Interpretación Molí de l’Oli, ambos declarados Bien de Interés Cultural. Asimismo, lugares como la ermita de San Sebastián, patrón del municipio, o la Torre del Campanario, de estilo barroco, son otros de los monumentos imperdibles que este pueblo de cuento ofrece.
Continuamos ruta por la provincia de Valencia para toparnos con una de las rutas más especiales de toda la Comunidad, la ruta del agua de Chelva, la cual discurre entre manantiales y fuentes cristalinas enlazados por un trazado que podremos completar en un par de horas. Es un itinerario circular perfecto para hacer con niños, ya que a lo largo de su recorrido encontrarás varias zonas de descanso, como el Molino Puerto, con área de picnic incluido para realizar una parada y reponer fuerzas.
Otro recorrido de gran atractivo es el de Peña Cortada, sendero que atraviesa los términos municipales de Chelva y Calles, y en el que se puede admirar una de las obras de ingeniería hidráulica más importantes de la Comunitat Valenciana, el acueducto de Peña Cortada, declarado Bien de Interés Cultural. Construido por los romanos en el siglo I d.C., el acueducto alcanza los 33 metros de altura y 36 metros de longitud, y fue edificado para transportar el agua desde el nacimiento del río Tuéjar. Aparte del espectacular paisaje de la zona, el puente de la Rambla de Alcotas, el del barranco de la Cueva del Gato y la propia Peña Cortada, son los principales puntos del itinerario.
En el municipio de Anna se encuentra otra de las rutas de senderismo más impresionantes de Valencia, avanzando a lo largo de 3 kilómetros entre saltos de agua, el río y el lago de la localidad; es la ruta de las Cascadas. El trayecto arranca en la Albufera de Anna, con su bello conjunto de lagos, pozas, lavaderos y abrevaderos, donde podrás dejar el coche aparcado para iniciar el camino a pie.
Además de recorrer los senderos de la región y disfrutar de los maravillosos paisajes valencianos, no puedes dejar de visitar las localidades del interior de la provincia, verdaderos remansos de paz. Ejemplo de ello es el pueblo de Bocairent, enclavado en la roca de la Sierra de Mariola y joya medieval que destaca por sus famosas cuevas, conocidas como Covetes dels Moros, y la naturaleza desbordante de su serranía.
¿Sabías que hay una pequeña parte de la Comunidad Valenciana que parece “estar fuera” del mapa? Ese punto es la comarca del Rincón de Ademuz, situado entre Teruel y Cuenca y, sin duda, uno de los secretos mejor guardados del interior valenciano. Dedícale un tiempo al bonito pueblo de Ademuz, que se extiende por la ladera del monte de los Zafranes, con sus casitas descansando sobre la montaña y el castillo en lo alto. Pasear por sus empedradas calles o explorar sus alrededores, donde se extiende el Parque Natural de la Puebla de San Miguel, con sus más de 6.000 hectáreas y un rico patrimonio etnográfico y cultural.
Ayora es otra de las localidades que has de incluir en tu recorrido por su patrimonio histórico y artístico, además de por la belleza de sus parajes naturales, que hacen de este pueblito, una parada obligatoria en tu visita a la Comunitat Valenciana. Coronando la localidad se yergue imponente el Castillo de Ayora, del siglo XIII, visita imprescindible junto con las iglesias de Nuestra Señora de la Asunción y de Santa María la Mayor, respectivamente de los siglos XVI y XIII. Explora su interior y pasea por las calles medievales del Barrio de los Altos, descubre el antiguo barrio judío de Santa Bárbara y admira los edificios renacentistas del barrio de El Hueco para empaparte de la riqueza histórica que atesora este lugar privilegiado.
Por último, nos adentramos en la provincia de Alicante para sorprendernos con sus enormes contrastes, a pocos kilómetros ya de las playas y calas del litoral mediterráneo. Sin embargo, en el interior de la provincia el paisaje cambia completamente y predomina la vegetación montañosa, con la Sierra de Aitana como máximo exponente.
Tierra de castillos medievales, sierras y valles, esta provincia despunta con algunas pequeñas localidades de gran belleza como Petrer. En ella destaca su imponente castillo del siglo XII, en magnífico estado de conservación. El interior de su muralla guarda un secreto que pocos conocen, sus casas-cueva actualmente restauradas y que muestran a los visitantes una réplica de cómo eran en origen y cómo se vivía en ellas.
Si te gusta la arquitectura modernista, no olvides visitar Novelda, donde se emplaza la conocida “Pequeña Sagrada Familia”. Se trata del Santuario de Santa María Magdalena cuya construcción, obra del noveldense José Sala Sala, gran admirador del maestro catalán, acerca el modernismo a esta pequeña localidad levantina.
Continuando nuestro camino llegamos a Banyeres de Mariola, el municipio más alto de Alicante, ubicado en la comarca de la Hoya de Alcoy. Presidido por su emblemático castillo, cuenta con un entorno natural incomparable que invita a sumergirse en la riqueza paisajística de la zona, con el parque natural de la Sierra de Mariola como referencia.
En esta zona nos ofrece también rutas de alto interés, en especial la ruta de la Vall de Laguar, recorrido circular único, con 6.600 escalones y un paisaje increíble, que otorga al municipio el sobrenombre de la “catedral del senderismo”. Es importante tener en cuenta la dificultad que comporta esta ruta por sus desniveles y prever que nos llevará cerca de siete horas completarla. El mejor punto para iniciar el trayecto en Fleix y Benimaurell, a 400 metros de altura, para descender y volver a subir después hasta los 550 metros y disfrutar de uno de los puntos más hermosos del recorrido: el barranco del Infierno, desde donde se contempla el río Ebro. Si te apasionan el campo y la montaña, ¡esta ruta es para ti!