12 agosto 2024

¿Qué ver en Nueva York?

Nueva York… es un país aparte, una ciudad infinita e inabarcable que es prácticamente una categoría propia de viaje, diferente a ninguna otra: es el centro del mundo, el centro de los viajes, y aunque detractores hay de todo, Nueva York termina brillando como el “must” por excelencia del mundo de los viajes: si no has ido, sabes que irás. ¡Te contamos qué ver en Nueva York sin perderte nada!

Otoño en Nueva York

Nueva York, Estados Unidos

Desde las calabazas de Halloween hasta los globos de Thanksgiving, todos los meses del otoño en Nueva York están llenos de actividades y experiencias inolvidables. 

El Desfile de Halloween del Village es la celebración pública más grande del país. Cada año, más de 50.000 zombis, demonios, brujas, monstruos y marionetas gigantes noche salen a las calles para disfrutar de una noche escalofriante. 

En noviembre es el mes de acción de gracias y se celebra anualmente el desfile de globos de Macys, grandes globos de helio que son la seña de identidad de la marca y que representan personajes de la cultura pop, como dibujos animados, películas, tiras cómicas e íconos publicitarios.

A finales de noviembre se abre la pista de hielo del Rockefeller Center, una de las pistas de hielo más bontiads de Nueva York ya que está idealmente ubicada en el corazón de Manhattan y al pie del Top of the Rock, justo debajo del árbol de Navidad. Pero también puedes dsifrutar el patinaj en Bank of America Winter Village en Bryant Park, Wollman Rink en Central Park o en el Rink en Brookfield Place, entre otros. 

La Ciudad de los Rascacielos

Destinos para viajar en invierno

Puede que alguna localidad de Asia se haya ganado a pulso el subtítulo de “la Ciudad de los Rascacielos” durante los últimos años, pero cuando escuchamos esta expresión para referirnos a un sitio es inevitable que no se nos venga a la cabeza una ciudad con la que no dejamos de soñar, hayamos estado ya en ella o no: Nueva York.

Nueva York es conocida por numerosos nombres, “La Ciudad que Nunca Duerme”, “La Gran Manzana”, “La Ciudad de los Sueños” … hemos visto sus calles representadas en infinidad de lugares, tantos, que hasta parece que, en algún momento, hemos vivido en la casa de Carrie Bradshaw en el 66 de Perry Street, hemos pasado al lado del edificio en el que vivían Mónica y Chandler o hemos subido al icónico Empire State Building.

En Nueva York hay más de 200 barrios distribuidos en sus 5 distritos: Manhattan, Brooklyn, Staten Island, Bronx y Queens; un sinfín de barrios únicos en una ciudad cosmopolita donde las haya para conocer y disfrutar, en uno o más viajes: tranquilos, bulliciosos, rompedores, auténticos, tradicionales... Elige por cual empezar.

Empire State Building

Nueva York, Estados Unidos

Hay rascacielos más altos que el Empire State Building, pero… no son el Empire State Building. En lo alto de este icónico rascacielos, que es todo un emblema de la ciudad, no solo te esperan dos espectaculares miradores, también el valor irrepetible de estar allí donde se citaron Cary Grant y Deborah Kerr en la mítica película Tú y yo, por poner un ejemplo; o en ese lugar sobre cuyas vigas desnudas dormían los obreros en esos posters que llevas toda la vida viendo en las tiendas de regalos. Un sitio… irrepetible.

Con sus 443 metros de altura, el Empire State Building fue el rascacielos más alto del mundo durante 4 décadas, desde su construcción en 1931, hasta 1971, cuando se levantó la primera de las Torres Gemelas, y es un pedazo de la historia viva de Nueva York. Puedes subir al mirador de la planta 86 (a 320 metros de altura), o al recientemente renovado mirador de la planta 102, al que se sube por un ascensor adicional enteramente de cristal. No te creerás las vistas a través de sus 24 ventanas de cristal de 2,5 metros de altura.

Subir a uno de los edificios más icónicos de Nueva York lleva su tiempo, ¡pero merece la pena!

Las colas para comprar las entradas suelen ser largas y, si vas apurado porque no quieres perderte el atardecer desde el cielo, irás bastante pillado de tiempo porque el proceso hasta llegar al observatorio es un poco largo. Por eso recomiendo siempre comprarla con anterioridad por internet o ir un día a horas con menos afluencia de gente (generalmente a primera hora de la mañana) y coger la visita para otro día, puesto que los tickets valen para poder subir a cualquier hora del día.

El Empire State tiene dos observatorios. El primero de ellos está situado en la planta 86, el popular Observation Deck, con los típicos miradores redondos plateados que aparecen en todas las instantáneas y hashtags de Instagram que te ofrecerán una vista panorámica 360 de dos de las zonas más importantes de Manhattan, el Midtown y Downtown. Central Park queda un poco más lejos, por detrás del Rockefeller Center, su mejor vista la podréis encontrar en el Top of the Rock.

El segundo mirador está en la planta 102, al que se podrá acceder pagando un suplemento de $20 sumados a la entrada general de $32 por disfrutar del primer mirador y las dos exposiciones permanentes interiores que hay en la misma planta del edificio. Honestamente, en mi opinión y experiencia, no merece mucho la pena llegar al segundo observatorio, las vistas son prácticamente las mismas a lo que se puede ver desde la planta 86, pero eso ya queda al gusto de cada uno.

Estatua de la libertad

Nueva York, Estados Unidos

¿Y si la Estatua de la Libertad fuera uno de los monumentos más famosos del mundo? Pocas cosas en el planeta son tan reconocibles, ¿no crees? Bien merece una visita, que por cierto te elevará por el interior hasta la altura de la corona, donde encontrarás un increíble mirador. Pero lo más bonito de la Estatua de la Libertad, este regalo que el pueblo francés hiciera a Estados Unidos para conmemorar el centenario de su independencia, es apreciar el símbolo que es. Su nombre original era La libertad iluminando al mundo, y su estampa era lo primero que los inmigrantes europeos veían en la distancia tras cruzar el Atlántico. Todo un símbolo.

El interior de la Estatua de la Libertad fue diseñado por Gustave Eiffel.En sus orígenes, la estatua era de color bronce, pero debido a la oxidación que sufría, se pintó de color turquesa, tal como luce hoy en día. Inaugurada en 1886, la Estatua de la Libertad mide 46 metros de alto, sin contar con el pedestal sobre el que descansa.

«Visitar Nueva York es caminar y dar cuerpo a un escenario de película que nos ha acompañado desde el cine a lo largo de toda nuestra vida»

Central Park

Central Park, Nueva York

Imagínate: a mediados del siglo XIX, la ciudad crecía como loca y era necesario conservar un espacio para la naturaleza… así que se reservó un “pequeño” rectángulo de 4 kilómetros de largo y 800 metros de ancho, dentro del cual se desplegó un enorme parque urbano, quizás el más famoso del mundo, en el que caben… hasta lagos y estanques. Es MUCHO más grande de lo que imaginas, y dentro encontrarás tantas áreas y recorridos que hasta necesitarás… ¡un mapa para no perderte! ¿Sabías que Central Park es casi dos veces más grande que Mónaco?

Prepárate: estanques, lagos, puentes increíbles (que reconocerás de las películas), pista de patinaje sobre hielo, fuentes enormes como la Bethesda Fountain, alquiler de bicicletas, o carruajes de caballos, … y hasta un castillo con vistas, el Castillo de Belvedere, construido en 1869 y que se puede visitar. ¡Un sinfín de propuestas para montarte un Central Park a tu gusto!

Rockefeller Center

Nueva York, Estados Unidos

El emblemático Rockefeller Plaza alberga otro de los mejores miradores de la ciudad y, personalmente, mi favorito.

La experiencia es ligeramente diferente a la del Empire pero muy completa. Empezando por la impresionante araña compuesta de cristal Swarovski y una exposición que cuenta la historia del Rockefeller Center desde sus inicios, arte y arquitectura.

La subida en ascensor es otra experiencia en sí, al cerrarse las puertas se convierte en una lanzadera espacial que te impulsa hasta la septuagésima planta en una vorágine de luz, sonido y colores favorecidos por el flamante techo de cristal del ascensor.

Una vez en el mirador podrás disfrutar de otra vista de 360º de Manhattan. Esta vez estarás en pleno Midtown, por lo que podrás ver perfectamente el edificio Chrysler, Times Square, el río Hudson y el Empire State. Además, tendrás las mejores vistas de todo Central Park, te quitará el aliento. Prometido.

Como recomendación personal, sube cuando se esté poniendo el sol, ver el atardecer desde cualquiera de los tres pisos que conforman el Top of the Rock es sencillamente… impresionante. Ver cómo el sol se funde con la ciudad y el cielo se va oscureciendo por detrás del Empire State Building mientras se encienden todas las luces de Manhattan a tus pies… es algo que se quedará para siempre grabado en tu memoria. Yo repetí hasta dos veces, con eso te lo digo todo…

Times Square

Nueva York, Estados Unidos

Justo en el cruce de Broadway con la 7ª Avenida, se encuentra una de las plazas más bulliciosas del mundo, y también de las más conocidas: Times Square. Aquí la gente viene y va a todas las horas del día y de la noche, en un ajetreo constante que los neoyorquinos tienden a evitar, pero que tú querrás vivir, seguro, al menos una vez. Su ritmo… es parte de su encanto.

¡Times Square es todo un escenario!, con sus miles de luces en todas direcciones, carteles de publicidad y pantallas gigantes en todos los rincones y todos los metros cuadrados de sus fachadas, a sumar a los bares, restaurantes y teatros (¡estás en Broadway!) con los que se despliega su increíble ambiente. Si quieres “conectarte” al ritmo de la ciudad que nunca duerme, Times Square… es el epicentro que buscas.

Puente de Brooklyn

Nueva York, Estados Unidos

¡Otra imagen que es un símbolo de Nueva York!, la del Puente de Brooklyn y sus 1825 metros que, en otro tiempo, hicieron de él el puente colgante más largo del mundo. Hasta su inauguración en 1883 (tras 13 años de construcción), la conexión entre Brooklyn y Manhattan se hacía a través de ferry, ¡no había otra! Hoy, el plan de cruzarlo a pie, o en bicicleta, así como de disfrutar de sus alrededores, sigue siendo un clásico absoluto para viajeros que visitan la ciudad por primera vez… y para cinéfilos irredentos que juegan a buscar el sitio exacto desde el que Woody Allen y Diane Keaton lo miraron juntos en la inolvidable Manhattan (1979). Ojo también a las vistas sobre el East River mientras lo cruzas… ¡no te pierdas ni una foto!

Ferry de Staten Island

Nueva York, Estados Unidos

Aunque no es un mirador como tal, muchos viajeros recomiendan subir a bordo del Ferry de Staten Island, que proporciona unas vistas increíbles del skyline de Nueva York, y de la Estatua de la Libertad.

El ferry de Staten Island es gratuito y funciona las 24 horas del día, los 7 días de la semana entre Manhattan y Staten Island. Sale 117 veces al día y puede transportar a más de 70.000 pasajeros. La duración del trayecto es de unos 25 minutos ida y 25 minutos vuelta.

El ferry ofrece vistas impresionantes de la Estatua de la Libertad, el puerto de Nueva York y el horizonte de Manhattan.

Edge

Nueva York, Estados Unidos

Por último, si buscas el más “in” de los miradores neoyorquinos, no te pierdas el Edge, que fue inaugurado a comienzos del año 2020. No te creerás la terraza suspendida de este mirador que parece salir del edificio 30 Hudson Yards, a 345 metros de altura, y que con su suelo de cristal te dará la sensación de estar caminando en el aire. Tiene otra ventaja: una parte acristalada ideal como mirador para días muy fríos o de mala climatología.

El Edge es el nuevo mirador de la ciudad de Nueva York y se encuentra en el nuevo barrio de Hudson Yards en Manhattan. Este observatorio panorámico, situado en en el edificio 30 Hudson Yards, destaca por su outdoor deck, un balcón triangular delimitado por paneles y suelo de cristal, desde donde podrás ver lo que hay 345 metros más abajo.

Datos técnicos: The Edge es el mirador exterior más alto del hemisferio Occidental, está situado a 345 metros y los ascensores tardan menos de 60 segundos en alcanzar el piso 100, el balcón panorámico tiene una superficie de casi 700 metros cuadrados suspendidos en el aire, sobresaliendo unos 20 metros de largo y consta de 79 paneles de cristal de aprox. 2,75 metros de altura, cada uno con un peso de aprox. 635 kg, y formando un ángulo de 6.6 grados hacia afuera.

Grand Central Terminal

Nueva York, Estados Unidos

Y seguimos con el cine, porque no son pocas las películas ambientadas en esta estación de trenes que es todo un monumento: la Grand Central Terminal. ¿Nos creerías si te dijéramos que tiene 44 andenes? En esto es la más grande del mundo, organizados en dos niveles subterráneos. Pero la Grand Central Terminal es mucho más para los neoyorquinos: todo un núcleo de compras, con restaurantes, bares, tiendas y hasta una agenda propia de eventos culturales. Por no hablar de un punto de encuentro… pero en el sentido literal, porque su famoso reloj del quiosco de información es el sitio donde los amigos quedan para encontrarse fácilmente.

Lo más llamativo de su arquitectura, que desprende un áurea catedralicio, lo encontrarás… ¡en el techo!, en su bóveda de ladrillos pintada en pan de oro con las 12 constelaciones del Zodíaco y unas 2.500 estrellas, de las cuáles, algunas están iluminadas de forma artificial generando un precioso efecto firmamento. No te pierdas otro de los rincones de la estación: la llamada Galería de los Susurros. Es un espacio con techo elíptico que permite escuchar a otra persona desde el extremo contrario (algo parecido sucedía en la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia, ¿recuerdas?).

Recorrer la Quinta Avenida

Nueva York, Estados Unidos

Todos nos la imaginamos con Audrey Hepburn paseando por sus aceras, ¡culpa de otra película eterna, Desayuno con diamantes (1961)! Y aunque su elegante personaje ya no pasee por allí, merece la pena recorrer la Quinta Avenida, o por lo menos el fragmento entre las calles 49 y 60 que es la parte más famosa de la ciudad.

Entre los atractivos de esta calle larguísima que conecta incluso con el Empire State Building, se encuentra la célebre Catedral de San Patricio o el Rockefeller Center, además de acercarte a la Milla de los Museos en donde encontrarás el MET o el Guggenheim. ¡AH! Y… claro, la tienda de Tiffany’s, donde Audrey Hepburn aspiraba a hacer sus compras de joyería. Sean joyas de las que brillan, o joyas de las modernas, como las que encontrarás en la vanguardista Apple Store, la calle tiene una opción para cada visitante.

Museos de Nueva York

Nueva York, Estados Unidos

Con más de 50 museos, Nueva York es un paraíso para los amantes del arte de todas las épocas de la historia. No en vano, en Nueva York encontrarás algunos de los museos más famosos y deseados, como el MOMA (Museum of Modern Art), la colección de arte moderno y contemporáneo más grande del mundo. En su interior encontrarás obras de Picasso, Dalí, Cezanne, Van Gogh, Matisse, Miró, Mondrian, Pollock, Duchamp y, por supuesto, Andy Warhol.

En el MET encontrarás arte de culturas clásicas, aunque también obras de otros grandes artistas como Rembrandt, Monet, Cezanne… En el Museo Whitney de Arte Contemporáneo encontrarás una espléndida colección de arte estadounidense del siglo XX, como Edward Hopper, De Kooning, Demuth o, de nuevo, Warhol. Y si lo tuyo son las bellas artes y las antigüedades, apunta el Brooklyn Museum, donde encontrarás colecciones de arte egipcio, africano, japonés, y otras obras de vanguardia, de artistas como Rothko o Hopper.

El Museo Americano de Historia Natural, situado junto a Central Park cuenta con más de 45 salas de exposiciones dedicadas al mundo natural, como animales, plantas, fósiles, meteoritos, minerales, o usos y costumbres de los pueblos del mundo.

One World Trade Center

Nueva York, Estados Unidos

Nueva York renace en la Zona Cero con la construcción del imponente One World Trade Center.

El nuevo rascacielos ocupa parte del espacio que, en su día, ocuparon las Torres Gemelas dibujando el nuevo skyline de la Ciudad que Nunca Duerme. Pero, ¿qué tiene de diferente con respecto a los otros dos edificios? Además de la trágica historia sobre la que se emerge, el WTC 1 se ha convertido en el nuevo icono de la ciudad, no solo de manera turística, sino también como símbolo de la determinación y resistencia de sus habitantes tras los trágicos sucesos del 11S que impactaron al mundo entero.

El One World Obervatory ostenta el título del observatorio más alto de la ciudad, más que el del Empire y Top of the Rock. En el lobby – revestido del mismo mármol blanco que tenían las Torres Gemelas – encontrarás el acceso al mismo, una vez superado el control de seguridad te esperará una experiencia multimedia sobre el origen de todos los visitantes que ha recibido el observatorio, inmediatamente seguido por una explicación visual de cómo se construyó el edificio y una recreación de cartón piedra de la roca sobre la que se asienta no solo el One World Trade Center, sino toda la ciudad de Nueva York.

Los ascensores también cuentan con paneles LED para animar la subida de 102 pisos en… ¡menos de 50 segundos! La sensación es brutal pero una vez llegas arriba, entras en el See Forever Theatre, y se elevan los paneles para dejar paso a las impresionantes vistas de Observatory… no tiene precio, bueno, sí que lo tiene, pero en este caso merece la pena. El “ooohhh” al ver lo que se esconde tras los paneles se te va a escapar… te lo digo yo.

Seguidamente, podrás disfrutar de otras vistas de 360º sobre más de 380 metros de altura, solo que en este caso verás mejor el Downtown que se extiende sobre tus pies. Tendrás las mejores panorámicas del East River, los Puentes de Brooklyn y Manhattan, el propio Brooklyn, New Jersey y la Estatua de la Libertad, además del resto de Manhattan, por supuesto, desde el lower hasta el upper. Aquí se te escapará otro “ooohhh”, sobre todo si te quedas a ver el atardecer.

En este Observatory juegan otro papel importante las nuevas tecnologías a diferencia de los otros dos observatorios, a través del City Pulse o el Sky Portal, tendrás información a tiempo real de lo que ocurre bajo tus pies y verás las calles desde otro ángulo.

Little Island

Nueva York, Estados Unidos

¿Cuántos atardeceres tiene Nueva York? Muchos, ¿verdad? La ciudad tiene mil versiones del atardecer y de las puestas de sol, para imaginarlos como quieras; a ras de suelo, como en Central Park, o en lo alto de sus rascacielos, pero ahora Nueva York tiene una nueva forma de atardecer. El atardecer desde el The Amph de Little Island, cerca del barrio de Chelsea.

El parque público flotante de Little Island

Pero la cosa va más allá, porque como reza nuestro titular, bien podemos decir que Nueva York tiene… ¡una nueva isla! Little Island es un parque público flotante construido en el río Hudson, cerca de los muelles 54 y 56, que hasta hace poco estaban abandonados. Se trata de un espacio verde, ajardinado, con senderos y escaleras, elevado sobre más de 1.000 columnas que parecen emerger del agua. Sobre su plataforma, los jardines, los caminos y los árboles, configurados en distintos niveles conectados, despliegan un espacio ideal para el descanso y el recreo de los más pequeños.

Miradores en Little Island

Little Island cuenta con varios miradores. El más deseado por sus visitantes es el Mirador Sur, o Southwest Overlook, desde donde se hacen unas fotos espectaculares con el skyline de Nueva York al fondo, ¡destacando el rascacielos One World Trade Center! Allí te vas a hacer unas fotos espléndidas para compartir, ¡apostamos? Hay otros miradores, como el Southeast Overlook y el Northwest Overlook, cuyas vistas de la ciudad no son tan buenas, pero desde donde te gustará ver la estampa verde y apetitosa de la propia Little Island, como un espacio al que apetece bajar… y recorrerlo.

The Amph

Sin embargo, el plato fuerte, sobre todo al atardecer, es el The Amph: se trata de un anfiteatro con capacidad para 700 personas, situado en uno de los lados de Little Island, estratégicamente situado para vivir los atardeceres a lo grande. Bueno, y para disfrutar de conciertos y espectáculos, claro, ¡o combinarlo todo junto! Eso sí, aunque Little Island es un parque público, la afluencia de gente es tal en las mejores horas que quizás tengas que reservar entrada para poder acceder. Más aún si quieres acceder para disfrutar del atardecer.

The Play Ground

En la zona más baja de Little Island, llamada The Play Ground, encontrarás un espacio de mesas y sillas en donde podrás sentarte cómodamente a disfrutar de un pícnic. Si no te has llevado tu propia comida, allí encontrarás otra de las modalidades culinarias más propias de los neoyorquinos, ¡los Food Trucks!, donde podrás comprar bocadillos, sándwiches y bebidas para terminar de redondear un plan espléndido … ¡y verde!